El ministro de Finanzas, Julio Héctor Estrada, también expuso a los diplomáticos la necesidad de incrementar los ingresos.
El vocero presidencial, Heinz Hiemann, informó ayer que el objetivo de retomar una reforma fiscal va en dos vías: aumentar la recaudación y ampliar la base tributaria.
En cuanto a la fecha, el funcionario prefirió ser cauto y solo indicó que es “a futuro”. “Es una necesidad de país, y será cuando estén listas las condiciones, porque nunca van a estar listas para este tipo de temas, pero corresponde al Ministerio de Finanzas”, afirmó Hiemann.
Al preguntarle si se retomarán partes de la reforma fiscal presentada este año al Legislativo y retirada después por el Ejecutivo, el vocero presidencial respondió escuetamente: “Es posible”.
En etapa inicial
Fuentes cercanas al Ministerio de Finanzas aseguraron esta semana que se encuentra en discusión una reforma fiscal que entrará a consulta con diferentes sectores en el primer trimestre del 2017.
El planteamiento de la iniciativa tiene un acompañamiento por organismos financieros internacionales.
Por ahora se desconoce cuál sería el contenido exacto y qué tributos podrían modificarse o, en todo caso, si se contempla la creación de nuevos impuestos.
Otras medidas en vigor
Juan Carlos Paredes, consultor fiscal, opina que este no es el momento para discutir una reforma fiscal, por la desaceleración de la economía para el 2017, así como la opaca ejecución del gasto público.
Lo que puede darse, señaló, es una discusión de reforma para que cobre vigencia en el 2018 o en el 2019, inclusive para el ingreso de un nuevo gobierno.
“Con la entrada en vigencia de nuevas medidas, como la liberación del secreto bancario y otras acciones de fiscalización, se podrán recaudar más recursos, sin necesidad de que se implemente una reforma”, dijo.
Carlos Aníbal Martínez, analista político y económico, coincidió con Paredes en que la viabilidad política no está del todo asegurada, por dos razones: el Gobierno no emitió las señales suficientes para generar confianza política y tampoco hubo suficiente capacidad técnica en la ejecución presupuestaria como para decir “somos un gobierno altamente eficiente y competente” para generar más ingresos.
“Dentro de la gestión de un gobierno hay un momento político donde tiene la confianza de la ciudadanía y fuerzas políticas que le darían cierta legitimidad, pero ese momento político se da en el primer año de gobierno, no en el segundo”, refirió Martínez.
Dispuestos al diálogo
José González-Campo, presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), enfatizó que hasta ahora desconocen sobre la existencia de una discusión de parte del Estado, sobre reforma fiscal.
“Estamos en la disposición de discutir una reforma que sea integral, porque creemos que el Estado necesita más recursos, como lo afirmamos este año”, expuso.
Sin control político
Cuesta arriba volverá a estar el apoyo en el Congreso a una reforma fiscal, considera el analista Carlos Aníbal Martínez, debido a que el oficialismo —FCN-Nación—, si bien consiguió controlar la Junta Directiva para 2017, no tiene el control de todo el Legislativo, que está “bastante fragmentado”.
“La agenda del Ejecutivo no está del todo asegurada en el Congreso, porque no tiene una operación política eficaz”, aseguró.