Así lo explicó este jueves Juan González, el principal asesor para Latinoamérica del presidente estadounidense, Joe Biden, en una rueda de prensa telemática.
A ese foro asistirán 110 Gobiernos de todo el mundo, así como miembros de la sociedad civil y del sector privado, con una sesión de los jefes de Estado, que será auspiciada por Biden, y otra temática, con la presencia de representantes gubernamentales y no gubernamentales.
En la lista de invitados figuran aliados de todo el mundo que EE. UU. considera democracias, que van desde naciones europeas como España y Francia, pasando por Fiyi, Israel, Pakistán o Papúa Nueva Guinea.
Algunos de los invitados de Latinoamérica son Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, México, Ecuador, República Dominicana, Perú, Paraguay y Uruguay; y no están Bolivia, Venezuela, Cuba o Nicaragua, aparte de Honduras, Guatemala y El Salvador, entre otros.
González concedió que algunas de las naciones que no participarán “puede que sean democráticas, pero tienen actividades muy inquietantes”, que han llevado a EE. UU. a excluirlas.
“Obviamente Cuba no está invitada, Nicaragua no está invitada, obviamente Nicolás Maduro no lo está, pero Juan Guaidó sí, aunque al mismo tiempo, saben, hay democracias que creo que afrontan algunos retos en lugares como Guatemala, Honduras y El Salvador”, agregó.
La cumbre de la próxima semana tiene como objetivo fortalecer la democracia y defenderse del autoritarismo, luchar contra la corrupción y promover los derechos humanos.
Sobre la exclusión de El Salvador, González precisó que el país tiene un populismo “confuso con un mandato para cambiar las instituciones democráticas que las ha socavado, incluyendo el uso del Legislativo con el envío de soldados armados a la Asamblea Legislativa”.
De Guatemala, mencionó las acciones de la fiscal general, Consuelo Porras, sancionada por EE. UU., y las amenazas contra la sociedad civil, así como la corrupción “extendida” en este país.
Respecto a Honduras, pese a que Washington reconoce que “es una democracia y un socio desde hace tiempo”, está preocupado por la manera en que no ha abordado la corrupción, destacó el asesor de Biden.
“Deseamos dar la bienvenida a Xiomara Castro (en la cumbre presencial) el próximo año si vemos algún progreso”, indicó González, en referencia a la virtual presidenta electa de Honduras.
González no quiso adelantarse a Biden a la hora de anticipar posibles compromisos que salgan de esta cumbre, aunque afirmó que la intención es movilizar recursos para, por ejemplo, “defender a los periodistas”, que son objeto frecuente de ataques judiciales única y exclusivamente por informar.
Por lo que, “se va a buscar la forma de expandir el apoyo al trabajo de los periodistas”, reveló González, quien añadió que del encuentro saldrán otras iniciativas para respaldar a la sociedad civil.
Sobre la manera en que esos compromisos se materializarán, el responsable estadounidense adelantó que EE. UU. invitará el próximo año a la cumbre presencial a aquellos que cumplan con las promesas que salgan de la reunión de la próxima semana.