Los congresistas argumentaron que recibieron la invitación y que el viaje se realizó por ser miembros de la Comisión de Energía y Minas del Congreso. Sin embargo, ninguna sala de trabajo ha sido conocida en el pleno, a excepción de la de Asuntos Electorales.
Debido a que el viaje fue financiado, según los diputados, por la Compañía Guatemalteca de Níquel, subsidiaria de la empresa rusa Solway Investment Group, Prensa Libre buscó a los representantes de esa empresa, pero no obtuvo respuesta.
En varias oportunidades se llamó vía telefónica a Regina Rivera, encargada de las relaciones públicas de la citada compañía, pero no respondió su teléfono celular, a donde también se le enviaron mensajes de texto, los cuales tampoco contestó.
Se llamó a la planta, pero la recepcionista de la empresa, Luisa Moreira, afirmó que Rivera era la única autorizada para hablar con los medios de comunicación, pero se encontraba fuera de la empresa, por lo que sería hasta hoy cuando podría atender.
Para visitar Rusia, los diputados solicitaron permiso para ausentarse del 28 de julio al 10 de agosto; se supone que participarán en un supuesto Foro sobre la Conservación y Preservación del Medio Ambiente por la Extracción de Minerales en el Subsuelo, con todos los gastos pagados en su totalidad por CGN.
“No hay ningún viaje autorizado; el Congreso no ha pagado nada”, dijo Arístides Crespo, primer vicepresidente.
Desconocimiento
Sorprendidos reaccionaron los diputados Juan José Porras y Wálter Félix, quienes integran la sala de Energía y Minas.
“Participo en la comisión, pero no tenía idea de la invitación. Por la importancia, creo que deberán entregar un informe de la visita”, indicó Porras.
Félix expresó: “No huele nada bien el viaje, porque la minería en Guatemala ha generado mucha conflictividad y es origen, en buena medida, de la ingobernabilidad que hay en el país. No me parece correcto que una empresa privada invite a diputados a Rusia para hablar sobre minería”.