Puntual acudió la diputada Nineth Montenegro a la sesión convocada para las 10 horas de ayer, ya que ella presidió la mesa técnica que analizó los cambios y tenía la esperanza de continuar con la aprobación de las reformas discutidas.
El ambiente se sentía extraño. Como ya no había ocurrido en varias semanas, el Palacio Legislativo recibió la presencia de manifestantes, pero la visita más significativa fue la del sindicalista Joviel Acevedo, quien se negó a indicar a los medios el motivo de su visita, aunque luego se supo que pedía hablar con la Directiva.
La presencia de legisladores fue escasa y su comportamiento se tornó extraño, pues se concentraron en varios grupos. Aunque solo faltaban seis congresistas, se esperó hasta las 11.39 horas, y el presidente levantó la sesión permanente.
“Hay dudas en varios artículos que ya se aprobaron de la Ley de Contrataciones”, justificó el presidente del Congreso, Luis Rabbé.
Convocó para “el lunes o martes” a los jefes de bloques a una reunión con la presencia de autoridades de la Contraloría General de Cuentas, para despejar las dudas.
Fue notoria la ausencia de legisladores de Libertad Democrática Renovada, del Partido Patriota, del bloque independiente, de Podemos y de la Unidad Nacional de la Esperanza.
Según José Fernández, jefe del bloque independiente, muchos de los integrantes de esa bancada no llegaron porque el miércoles por la noche les notificaron que no habría sesión a causa de “dudas”.
Polémica
Alejos aseguró que se trata de un boicot a las reformas y Montenegro amenazó con convocar a grupos sociales para explicarles por qué no se quiere seguir.
“En otras oportunidades se ha esperado hasta tres horas para iniciar una sesión. Hoy —ayer— se supo que las bancadas mayoritarias no quisieron continuar con la aprobación, y no sé si se sienten afectados en lo personal o sus financistas”, subrayó Alejos.
Montenegro manifestó que las reformas “van a tocar la parte más sensible del monstruo y lo debilita, porque con la ley no podrá seguir sobrevalorando, cobrando comisiones o comprando cosas inservibles o que no aparecen, sobre todos en dragados y medicamentos”.
Un tema que provocó conflicto, según ella, es el relacionado con las prohibiciones, ya que se establece: “El dignatario de la Nación, y sus familiares, no podrá ser contratista del Estado mientras dure su período y cuatro años después, porque o es dignatario o es contratista”.
Tampoco se permitirá el fraccionamiento, y se vigilará más a las juntas calificadoras para que no sean comprables, explicó.