Según el congresista, no existen acuerdos para conocer el presupuesto y por lo tanto es mejor no convocar a sesiones que no lograrían resultados.
“Acordó junta directiva que ya no va a convocar a sesiones para conocer el presupuesto, dado que no hay consensos, tenemos entendido que las bancadas no se han puesto de acuerdo, por lo tanto, yo creo que el tema del presupuesto ya queda descartado”, puntualizó Rojas.
Raúl Romero, diputado de Fuerza y ministro designado para el gobierno electo, aseguró que aún hay tiempo para conocer el presupuesto, de lo contrario dijo que solicitarán ampliaciones y transferencias presupuestarias.
El diputado señaló que la ley establece el plazo para discutir el presupuesto, y que si hay algún cambio y se les convoca para sesionar el sábado, “están dispuestos a cumplir con la responsabilidad de participar”.
“Hubiera sido interesante que se nos convocara a jefes de bloque para escuchar los diferentes puntos de vista, ellos toman la decisión de no hacerlo, están en su derecho. Para nosotros la prioridad fundamental es que no se apruebe un presupuesto desfinanciado, que priorice intereses sectoriales y que deje a un lado los intereses de la población guatemalteca”, dijo.
Romero agregó que tiene que haber madurez en los bloques legislativos para entender que no se ataca a un gobierno sino a la población. “El gobierno debe dar soluciones a los problemas de los guatemaltecos, de salud, de educación y de combate a la desnutrición. Hay necesidad de que entendamos todos los políticos que si a un gobierno le va bien al pueblo le va bien y si al gobierno le va mal, al pueblo le va peor”, expresó el diputado.
Por la aprobación del presupuesto se generó una pugna incluso a lo interno de las bancadas. Algunos congresistas estaban a favor de la propuesta que salió de la Comisión de Finanzas y otros querían las enmiendas que presentó el gobierno electo.
Sandra Morán, diputada de Convergencia, aseguró que aún con enmiendas no apoyarían el presupuesto por considerar que las asignaciones no corresponden a las necesidades del país. “Desde el principio dijimos que no era un presupuesto a favor de la población, sino a favor de intereses personales y negocios, por lo tanto, estamos contentos”, manifestó.
Oscar Argueta, congresista de la UNE, dijo que el nuevo gobierno debe plantear readecuaciones presupuestarias y que no conocer el presupuesto fue lo mejor. Agregó que apoyarán algunas ampliaciones “siempre y cuando contengan los mecanismos de transparencia y responda a las necesidades nacionales”.
Argueta también dijo fue mejor no aprobar el proyecto de presupuesto debido a que este tenía problemas técnicos, sobreestimación de ingresos y problemas de transparencia.
“Al nuevo gobierno le corresponderá en las primeras semanas del año readecuar fondos para sus prioridades, creemos que es lo mejor porque el proyecto venía con problemas técnicos sobreestimación de ingresos y problemas de transparencia, lo más sano es que quede el 2019, a pesar de ser un nuevo gobierno”, afirmó.
Lea también: Diputados prevén que el presupuesto 2020 no será aprobado
Por su parte, Rudy Castañeda, vicepresidente de la Comisión de Finanzas del Congreso y de la bancada Unión del Cambio Nacional, lamentó que no se apruebe un nuevo presupuesto para el próximo año, y aseguró que cada vez que esto ocurre “hay contracción, sobre todo si no hay disposiciones en el crecimiento del techo presupuestario”.
Castañeda dijo que para formular la propuesta del presupuesto se invitó a las autoridades electas y sus técnicos estuvieron más de 60 audiencias, pero al final pareció que “no hubo mucho interés en el tema”.
“Hasta hace dos días -el martes- que el presidente electo manifestó que tiene interés en el presupuesto. Como vicepresidente de la comisión vi dos cosas -que había que revisar-, las oenegés y las mancomunidades, pero el martes la comisión se reunió y espero toda la tarde las enmiendas que iban a proponer las nuevas autoridades y no se dio”, dijo.
De parte del actual gobierno, se recordó que lo mismo ocurrió cuando tomaron posesión del cargo.
La Junta Directiva del Congreso decide no convocar a más sesiones plenarias para conocer el presupuesto. "No hay consensos", asegura el diputado Aníbal Rojas. pic.twitter.com/z7LXbLDVdP
— Dulce Rivera (@drivera_gtv) November 28, 2019
“No es algo nuevo -que no se apruebe el presupuesto-. En el 2015 el Organismo Legislativo tampoco aprobó la iniciativa de presupuesto, esto provocó que cuando asumió la actual gestión en 2016 nos viéramos en la obligación de hacer readecuaciones para poder implementar las prioridades del presidente”, dijo Alfredo Brito, secretario de Comunicación Social de la Presidencia.
Brito indicó que, al igual que a la actual administración, trabajar sin un presupuesto nuevo representará un reto importante para las autoridades entrantes pues deben readecuar los recursos disponibles según las necesidades.
Lea también: Congreso se queda sin sesionar sobre el presupuesto 2020 debido a manifestaciones
Dos intentos fracasados
En dos ocasiones el pleno intentó conocer el presupuesto 2020, la primera vez fue el 20 de noviembre, cuando el oficialismo presentó una moción para alterar el orden del día y conocer el proyecto en tercer debate y redacción final. La moción se aprobó, pero no así la tercera lectura.
El segundo intento por conocer este tema estuvo a cargo del diputado Boris España, en la sesión del 27 de noviembre, pero en esa ocasión la moción no fue aprobada.
Mientras se hacían esos intentos, también se elaboraban enmiendas y hubo presión de sectores a favor y en contra de la asignación de los recursos.
Además, también se hablaba de corrupción en el presupuesto e intentos de sobornos por aprobarlo.
Otra situación tendría que ver con la negociación para integrar la Junta Directiva del próximo año, así como las comisiones de trabajo.
Lea también: Estudiantes Universitarios bloquean paso al Congreso en rechazo al presupuesto 2020
Entre lo malo y lo peor
No aprobar el presupuesto para el siguiente año siempre es malo, pero en esta ocasión, por la forma en que se planteó la propuesta y el dictamen de la Comisión de Finanzas del Congreso, era peor aprobarlo, señala Ricardo Barrientos, analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
Barrientos recordó que Icefi presentó 24 correcciones específicas a la propuesta de presupuesto del Ejecutivo y cuando la Comisión de Finanzas lo dictaminó estos puntos no se corrigieron, sino que se empeoró, lo que provocó 12 correcciones más.
“En total fueron 36 anomalías las que fueron detectadas, pero se hizo caso omiso”, señala el analista.
Para el experto de Icefi lo que ocurrió en el Congreso se puede definir como una lucha de egos y poderes, pues el presidente electo, Alejandro Giammatei, y su equipo dijeron que no aprobarían la aprobación del presupuesto 2020 si no se tomaban en cuenta enmiendas que, aunque no corregían todo, sí daban más dinero para combatir la desnutrición crónica.
Por otro lado, señala Barrientos, los diputados querían que se aprobara con el dinero destinado a las oenegés, lo que se considera “un intento de extorsión”, lo que habla mal de muchos diputados de esta legislatura.
No aprobar el presupuesto 2020 obliga al nuevo gobierno a preparar una readecuación presupuestaria que atienda las necesidades del país, ya que en el plan de ingresos y gastos vigente hay gastos como el que se hizo para las elecciones de este año, lo cual no ocurrirá el año entrante.
“Requerirá un esfuerzo extra del nuevo gobierno cuyos cuadros no se caracterizan por tener experiencia”, dijo Barrientos.
Prensa Libre solicitó una reacción del gobierno electo a través del secretario de Comunicación Social de la Presidencia designado, Carlos Sandoval, quien dijo que no podía responder las llamadas.
Contenido relacionado
Presupuesto del 2020 sería de Q91 mil 704 millones y se intensifican negociaciones políticas
Presupuesto 2020 pasa el segundo debate en medio de críticas
Presupuesto 2020: Cuál es monto asignado para cada cartera de gobierno