Los resultados se obtuvieron a través de un monitoreo durante los últimos cuatro años, evaluando a 20 mil 119 niños menores de 5 años, unos cuatro mil niños por año, y los resultados indican que entre el 2016 y el 2019 la desnutrición crónica incrementó en 6.9% en esos siete municipios.
Oxfam hizo la evaluación en Cubulco, Rabinal y San Miguel Chicaj, Baja Verapaz, y en Camotán, Jocotán, Olopa y San Juan Ermita, Chiquimula.
“Es una cantidad importante para un periodo tan corto, y los datos preocupan”, afirmó Iván Aguilar, jefe del Programa Humanitario de Oxfam Guatemala, quien cuestionó que las metas que se habían propuesto varios gobiernos es reducir el 10 por ciento en su mandato gubernamental, pero lo que estamos viendo es que al menos en el corredor seco esa desnutrición se está incrementando.
En todo el país, la desnutrición crónica afecta al 46.5% por ciento de los niños menores de 5 años, según la más reciente encuesta de Salud Materno Infantil (2014-2015); pero para esos departamentos las mediciones indican que en Baja Verapaz están afectados 48.3% de los niños y en Chiquimula es el 45.2%.
Además, los municipios evaluados tienen un problema mucho más severo, pues la medición de Oxfam en el 2016 indicó que los afectados por la desnutrición crónica eran el 60.9% de los niños menores de 5 años, con la medición al 2019 la cifra se incrementó a 67.8%.
Aguilar asegura que ese incremento puede estar ocurriendo en el resto de los departamentos que conforman el corredor seco: parte de Quiché, Baja Verapaz, El Progreso, Guatemala, Zacapa, Chiquimula, Jalapa y Jutiapa.
“Las inversiones que se hace de parte de las instituciones del Estado no son efectivas y tampoco las cantidades de esa inversión son las adecuadas porque la intervención crónica sigue incrementando”, reiteró Aguilar.
Plan mal planteado
Chiquimula es uno de los departamentos priorizados en la Estrategia Nacional para la Reducción de la Desnutrición Crónica, impulsado por el actual gobierno como un plan para atender el problema entre el 2016 y el 2020.
Lea también: Canícula podría afectar otra vez el corredor seco en julio
Dicha estrategia; sin embargo, tiene varias deficiencias según la evaluación del Instituto Nacional de Salud Pública de México. Esos resultados fueron presentados este 21 de junio, en la reunión ordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Conasán).
Anabelle Bonvecchio, directora de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición, presentó un resumen del análisis a la estrategia, en donde resaltó:
- No se consideró la estructura operativa de los ministerios al momento de diseñar la estrategia
- La ausencia de matrices de marco lógico con todos los indicadores claramente planteados
- La ausencia de metas de coberturas de las intervenciones y de indicadores de resultados
- No existen manuales de la implementación de la estrategia
- No hay diferenciación entre población potencial y población objetivo
- No está cuantificada la población objetiva por lo que no se sabe dónde está
- Inconsistencia en la definición de la población objetivo
- La información está fragmentada entre los ministerios por lo que no se puede conocer el número de intervenciones que recibe cada beneficiario
- Hay ausencia de un registro único
- La propuesta de reducir en 10% la reducción crónica no está sustentada
Bonvecchio afirmó que durante el Consán se presentó un resumen de los hallazgos y que estos se harán públicos la próxima semana, luego de hacer una presentación oficial.
El estudio fue solicitado por la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan), por lo que se efectuó en apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Durante la presentación de los resultados de la evaluación de la estrategia, los funcionarios de gobierno se mostraron incómodos, incluso el ministro de Agricultura, Mario Méndez-Montenegro, afirmó que el combate de la desnutrición es una responsabilidad de todos los sectores del país y no únicamente del gobierno.
Méndez-Montenegro afirmó que la situación de la desnutrición crónica no es responsabilidad del gobierno de Jimmy Morales, pues recibió el país con esas cifras.
El ministro de @MagaGuatemala asegura que la reducción de la desnutrición crónica no es exclusiva del gobierno y que la administración de Jimmy Morales no es responsable de las cifras que se tienen, pues "así se recibió". pic.twitter.com/AH7fwtmHZD
— Andrea Orozco (@AOrozco_PL) June 21, 2019
El secretario de Sesan, Juan Carlos Carías, afirmó que se tomarán en cuenta las recomendaciones que se hicieron de parte de los evaluadores e indicó que, como secretaría, le apuestan a la mejora del entorno de los afectados para poder resolver el problema de la desnutrición.
Mientras, el vicepresidente Jafeth Cabrera, quien preside el Conasán, indicó que la información se trasladaría a las instituciones involucradas para procurar la integración y seguir trabajando.
“La desnutrición es un problema multifactorial y si no nos integramos, ya ven ustedes las cifras tan limitadas que tienen los estudios en el avance del problema”, afirmó.
Lea también: “El futuro del corredor seco es complejo”
Las promesas de campaña
La atención a la desnutrición crónica es uno de los ejes contemplados en los planes de gobierno de los dos candidatos presidenciales que pasarían a la segunda vuelta electoral, una vez oficializado por el Tribunal Supremo Electoral.
Alejandro Giammattei, candidato por el partido Vamos, se guía por el Plan Nacional de Innovación y Desarrollo que enlista una serie de acciones para combatir la desnutrición crónica.
Entre sus planes está la provisión de alimentos de manera oportuna con productos de calidad y cantidad, proveer información y educación alimentaria y nutricional, asegurar el acceso al agua potable y al saneamiento básico. Además, impulsar la lactancia materna y educación sobre la seguridad alimentaria y nutricional.
Sandra Torres, por su parte apuesta a los programas sociales para la reducción de la desnutrición crónica y ayudar a la población en pobreza y pobreza extrema para bajar los indicadores.
Esos programas sociales se entregarían por no más de 10 años a la población objetivo que serían niños menores de 2 años, para que al finalizar el programa este tenga entre 10 y 12 años.
La protección social que ofrece la UNE está basada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, según el vicepresidenciable, Carlos Raúl Morales.
Contenido relacionado
Un millón de centroamericanos necesitan asistencia alimentaria “urgente”
El Corredor Seco, una de las áreas más impactadas en Latinoamérica