Por el momento tan solo se han mencionado a dos alcaldes como eventuales candidatos para la presidencia de la Anam; Juan Carlos Pellecer, de San Juan Sacatepéquez, y José Francisco Mejía, alcalde de El Jícaro, El Progreso.
Estos dos jefes ediles han comenzado acercamientos con sus homólogos, según Miguel Ovalle, actual presidente de Anam y alcalde de Salcajá, Quetzaltenango, quien afirma que no estará buscando la presidencia de la Anam.
“Yo no voy a buscar la reelección toda vez que he terminado satisfactoriamente el periodo por el cual fui directamente electo, creo que mi trabajo ha sido satisfactorio para la mayoría, algunos tienen algunas situaciones adversas a mi administración, pero yo de momento estoy interesado en trabajar más de lleno en mi municipio”, refirió.
Ante el señalamiento de analistas consultados, de que Anam ha servido para respaldar al Gobierno y liberar presión en momentos de crisis política, Ovalle señaló que no ha sido un apoyo al Gobierno, sino a la institucionalidad del país.
“Entiendo el punto de vista de los analistas, toda vez que estos dos años fueron bastante atípicos, hemos estado en época de pandemia, y el hecho que respalde al Ejecutivo mi postura va en relación que promuevo la institucionalidad porque al igual que el presidente somos electos democráticamente, por lo tanto, debemos de respaldar la institucionalidad de quien está haciendo Gobierno”, señaló.
En los dos últimos años, no obstante, desde el Congreso se ha señalado que el oficialismo ha legislado a beneficio de alcaldes. En el Presupuesto 2022, por ejemplo, el Congreso incluyó en el dictamen Q300 millones más para obras, lo que en su momento fue visto por algunos legisladores de oposición como “un botín político” que otorgaban a cambio de tener el respaldo de los gobiernos locales.
Dos meses antes, el presidente Alejandro Giammattei ya había pedido en actividades públicas a los alcaldes que lo apoyaran con la aprobación del Presupuesto 2022 para que tuvieran más recursos para inversión en sus comunidades, algo que se materializó el 18 de noviembre cuando un grupo de alcaldes estuvo presente en el palco público del Congreso, presionando por la aprobación del gasto del Estado.
Ahora, para que Anam pueda dar pie a su proceso de elección necesita al menos la presencia de 113 alcaldes, pero por los acercamientos que están haciendo los dos eventuales candidatos, Ovalle estima que podrían llegar más de 200 jefes ediles para el proceso de votación.
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¿Por qué es importante la Anam?
El papel de las corporaciones municipales, por su cercanía con la comunidad ha sido un aliado de los últimos gobiernos, esto a cambio de obtener más apoyo para inversión comunitaria u otro tipo de favores políticos.
“La Anam sigue desempeñando, tanto en esta presidencia como en anteriores, un papel de alineamiento con el Gobierno de turno a cambio de favores o decisiones que favorecen el incremento de recursos a las municipalidades, todo a través de mecanismos como el Fondo de Solidaridad o bien obras para mejorar la imagen política de los alcaldes”, explicó Linares.
Este año, previo a las elecciones generales, cobra más interés este tipo de alianzas porque se incluye la variable clientelar al apoyo que eventualmente pueda dar el Gobierno a los alcaldes.
Anam va a ser utilizada como un instrumento de beneficio político, su papel en el periodo preelectoral es lograr beneficios que fortalecen las posibilidades electorales de los alcaldes que están en el ejercicio del poder, añadió Linares.
El poder de los alcaldes también va más allá de ofrecer un respaldo mediático al gobierno de turno, también son las corporaciones ediles quienes promueven la participación de los vecinos en los eventos electorales, lo que se hace atractivo para los diputados distritales, para incrementar la participación de votantes en las urnas.
Trueque político
Los partidos políticos y los alcaldes hacen un intercambio de promesas. Los primeros les aseguran a los ediles recursos para trabajar en proyectos comunitarios, mientras que los segundos les ofrecen votos y apoyo, algo clave para asegurar la gobernabilidad.
Pese a que el desarrollo comunitario es algo clave para que el país realmente salga adelante este es un tema que pasa inadvertido en la negociación política, según la visión de Lindsey Tillit, politóloga e integrante de la organización de mujeres Alas de Mariposa.
“Como vaya a estar la elección de la Anam es clave para saber cómo se va a reconfigurar el poder de las próximas elecciones. Los alcaldes tienen que cumplir a la gente que los puso ahí, máxime si son alcaldes que se quieren elegir, van a buscar estar cerca del Organismo Ejecutivo, porque es quien les resuelve”, señaló.
Los ofrecimientos hechos en el periodo preelectoral y electoral se cumplen, pero ese beneficio y mayor cantidad de recursos no es algo que perciban los vecinos a lo interno de sus comunidades, añadió Jorge Aguilar Wong, analista político independiente.
“La Anam se ocupa como un instrumento de poder electoral para la repartición de obras en cada periodo electoral nuevo, ya cuando está distribuido el listado vuelve a pasar otra vez al anonimato; esto es lo más penoso porque no se ve ninguna relevancia de propuestas, son prácticamente años perdidos”, refirió.