Según un reportaje de la BBC, el pez es originario de Sudamérica, donde es llamado Pleco (su nombre científico es Hypostomus Plecostomus). También se le llama limpiapeceras, porque come todo lo que encuentra a su paso. En México fue llamado diablo por los desastres que causa, con lo cual queda la duda sobre si el plan traerá consigo un perjuicio.
En junio último, biólogos de México señalaron que el pez diablo estaba exterminando la flora y fauna de las lagunas del estado de Tampico. Los pescadores artesanales reclamaron que la producción de peces se había desplomado por la presencia de esa especie, de acuerdo con un reportaje del diario La Jornada.
El mexicano Felipe Bracho Ugarte, presidente de un club dedicado a la captura de ese pez, dijo a ese diario que el diablo es capaz de romper las redes debido a sus gruesas espinas, tiene un cuerpo acorazado y puede vivir dos días fuera del agua. “No tiene ningún beneficio”, sentenció.
En la citación del Congreso de hoy, los vecinos de Petén se mostraron sorprendidos por el plan del Maga y expresaron dudas sobre los beneficios que puede traer. Pop solicitó que se certifique que el pez será un agente que ayude contra la contaminación del río.
Ponce Wholers añadió que el plan también contempla la estimulación otras especies que permitan la reactivación de la economía de las comunidades afectadas.
El ministro de Ambiente, Andreas Lenhoff, presente en esa reunión, dijo que, de acuerdo con recientes evaluaciones, el río no muestra niveles de contaminación por encima de lo normal.
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Contaminación gigantesca
Un monitoreo efectuado por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) sobre las aguas del río La Pasión determinó que son 16 comunidades y alrededor de 30 mil familias las afectadas ,de las cuales ocho mil se abastecen de arroyos, riachuelos y pozos artesanales.
El desastre ecológico se produjo a mediados de año y causó la muerte masiva de peces a lo largo de 105 kilómetros. El Ministerio Público ha allanado las instalaciones de la productora de aceite de palma africana Repsa, investigada por la contaminación, y un juzgado petenero ordenó el cierre de operaciones.
Ya es conocido
El pez diablo también vive en el lago Petén Itzá. En 2010, Prensa Libre publicó que esta especie no se puede eliminar, sino solo monitorear para observar su comportamiento, según el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap).
Kurt Duchez, entonces director de Vida Silvestre del Conap, expresó que México había gastado US$37 millones, pero no lo ha conseguido, por lo que solo se pueden seguir para tomar medidas de control.
“Debió haber recorrido el río Usumacinta, procedente del sur de México, hasta llegar a través de algunos afluentes al lago Petén Itzá”, explicó.
En 2009 llegaron los primeros reportes sobre su aparición en el Usumacinta.