Selvin García, integrante de la Comisión Permanente, explicó que este martes a las 9 horas el departamento técnico del Congreso deberá rendir un informe sobre la solución más efectiva para el problema del audio, marcación y votación de dicho organismo.
Agregó que la idea es realizar una compra por excepción, ya que se quiere que quede instalado antes de que asuma la nueva legislatura, es decir el 14 de enero del próximo año.
“Si pueden cumplir con ese requerimiento, más el de transparencia y trayectoria, el Congreso invertirá en la compra de un tablero, si es lo que recomiendan los técnicos, de lo contrario se buscará repararlo”, explicó García.
Días anteriores el presidente del Congreso, Luis Rabbé, aseguró que estiman que el tablero podría tener un costo de unos Q10 millones, pero que está en evaluación.
El tablero que se utiliza en la actualidad fue adquirido hace nueve años por la presidencia del ahora ministro de Economía, Jorge Méndez, pero se empezó a utilizar hasta en 2011, cuando se logró reformar la Ley Orgánica del Congreso.
Necesitan aval
Para poder hacer la compra por excepción, se someterá a aval de la Contraloría General de Cuentas, del Ministerio Público y de la Secretaría General de Planificación, indicó García.
El informe será realizado por el departamento técnico y supervisado por el diputado Carlos Herrera, debido a que es el encargado de los temas administrativos.
Deja de funcionar
El jueves 3 de diciembre, el tablero dejó de funcionar en medio de la primer sesión extraordinaria y tras nueve años de ser adquirido por un costo de Q7.7 millones.
Los desperfectos iniciaron en noviembre, cuando la intensidad del color del tablero bajó, pero aún cumplía con su función más importante que era llevar el conteo de votos y asistencia de los diputados.
Mientras avanzaron los días la condición empeoró, y el 27 de noviembre, dejó de utilizarse durante una votación debido a desperfectos, lo que obligó a realizar de nuevo una votación nominal.
Esta no es la primera vez que el tablero se vuelve noticia, ya que durante la presidencia de Gudy Rivera se buscó apoyo con entidades internacionales, pero no se concretó ninguna ayuda, bajo el argumento que era un problema técnico y no para la compra del software y hadware que permitiría renovar el tablero.
Hubo un proyecto que se realizó con una empresa privada, pero fue suspendido luego de varias críticas por la falta de transparencia con la que se manejó el proceso.
