Entre los cambios están que los recursos deben ser invertidos específicamente en educación y haber establecido dos direcciones que serán las encargadas de administrar y fiscalizar el préstamo.
A la aprobación del préstamo le corresponde el Decreto 10-2018, el cual fue avalado por 86 diputados. 16 parlamentarios votaron en contra.
Según el Ministerio de Finanzas, los fondos de este préstamo serán utilizados en la construcción de 2 mil aulas modulares, el remozamiento de 3 mil escuelas, equipamiento de bibliotecas de escuelas y capacitación de maestros.
La diputada Nineth Montenegro dijo que su votó y el de su bancada fue a favor, pese a que “desearía que muchos gastos de funcionamiento como remozamiento de escuelas saliera del gasto de funcionamiento y no de los préstamos”.
“Se cumplió con el tema de poner una sola unidad ejecutora y se sacaron las dos unidades ejecutoras sobre las que había desacuerdo y dudas. Se quitaron las posibles modificaciones en el transcurso de la ejecución del presupuesto, eso ya no se va a poder hacer”, señaló el parlamentario Orlando Blanco, jefe del bloque UNE.
El diputado Fernando Linares Beltranena manifestó que su voto fue en contra al no estar de acuerdo que la educación sea financiada con préstamos. “Todos queremos educación para nuestros hijos, pero creo que es mejor que salga del cobro de impuestos y no de un endeudamiento que van a tener que pagar nuestros propios hijos”, indicó.
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