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También se deben sellar las boletas que no fueron utilizadas, como una garantía de que no se utilizarán de forma anómala.
El proceso, que para este año se prevé más lento que en los anteriores, comenzará en las mesas receptoras, con la fiscalización de los representantes de los partidos políticos participantes.
Los fiscales serán quienes presenten sus quejas si consideran que un voto no debe ser tomado en cuenta o, por el contrario, si fue bien emitido, pero no se contabilizó.
Una vez superadas las dudas y quejas, cada mesa autentica y sella el acta que posteriormente servirá como respaldo de los resultados.
Cuando los datos ya están digitalizados, estos se envían al centro de cómputo, en el Parque de la Industria.
Para evitar conflictos
Los magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) emitieron y después derogaron la prohibición sobre el uso de celulares, de parte de los integrantes de las mesas, durante el escrutinio de los votos.
La medida se tomó, según la información obtenida por Prensa Libre, debido a que los fiscales tomaban fotografías y las enviaban a sus correligionarios indicando que tenían la mayoría de votos, pero si resultaban perdedores en esa mesa se generaban conflictos.
Después de reiteradas quejas, el pleno de magistrados del TSE decidió dar marcha atrás con la orden.
Los magistrados también adelantaron que el conteo de votos podría ser más lento en estas elecciones debido a la cantidad de candidatos inscritos, lo que podría generar temor en los electores.
Sin embargo, presidentes de las juntas electorales afirmaron que no podría ocurrir ningún fraude debido a que habrá presencia de fiscales de partidos y observadores nacionales e internacionales.
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