Guatemala

Comedores sociales son un botín político

El Mides espera inaugurar este año 20 comedores sociales y tiene una proyección de otros 25 para el 2019.

El presidente Jimmy Morales asiste a la inauguración de comedores sociales y se sienta a la mesa para comer con algunos de los beneficiados. Foto: Hemeroteca PL

El presidente Jimmy Morales asiste a la inauguración de comedores sociales y se sienta a la mesa para comer con algunos de los beneficiados. Foto: Hemeroteca PL

Después de 10 años, el programa de comedores sociales continúa usándose como un botín político. A pesar de las tardanzas y baja ejecución en otros programas, el Ministerio de Desarrollo ha reabierto o inaugurado 16 de estos centros, los cuales han sido instalados en departamentos que, sumados, suman hasta al 56 por ciento de empadronados y no todos están en áreas de alta desnutrición, lo cual apunta a una estrategia clientelar.


Este programa comenzó a funcionar en el 2008, entonces bajo el Consejo de Cohesión Social, a cargo de Sandra Torres —entonces esposa del presidente Álvaro Colom—, quien aseguró que los resultados de los programas sociales se verían en dos años, aunque ello no ocurrió.

La estrategia de FCN

El departamento con más comedores sociales instalados este año es Guatemala —siete— que tiene a casi la cuarta parte de los electores —23 por ciento—.

De estos comedores, cuatro fueron reabiertos: del Hospital Roosevelt y de la Unidad de Oncología Pediátrica, en la zona 11; el instalado en La Comunidad, Mixco, para “atender” a los afectados por la formación de una grieta en el cerro Alux en 2012, y el de la antigua estación del Ferrocarril, zona 1.

Los comedores nuevos fueron abiertos en El Milagro, Mixco; San José del Golfo y Santa Catarina Pinula. Estos dos últimos, el 8 de noviembre.

30.27% del presupuesto total que tiene el Mides para inversión se utiliza para el programa de comedores.


El tercer departamento con más empadronados es San Marcos —6.82%—, y en su  cabecera fue reabierto en mayo un comedor social.

Otros comedores se abrieron en San Pedro Carchá, Alta Verapaz, y San Juan Cotzal, Quiché, lugares que ocupan el cuarto y quinto puesto en ciudadanos aptos para votar en las próximas elecciones.

Los otros departamentos beneficiados con comedores sociales son Chiquimula, Jutiapa, Jalapa, Zacapa, Retalhuleu y El Progreso.

De acuerdo con el ministro de Desarrollo Social, Carlos Velásquez Monge, aunque solo quedan 47 días del 2018, aún se espera abrir al público otros 20 comedores (casi dos diarios) y para el 2019 habrá 25 más, a fin de que la gestión gubernamental  concluya en enero de 2020 con 61.

Los votos

En las elecciones del 2015, el Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación) obtuvo un millón 152 mil 394 votos en la primera vuelta. De estos, el 32.5% los obtuvo en Guatemala, San Marcos le dio el 5.3% y entre Jutiapa y Alta Verapaz consiguió el 7%.

Los otros seis departamentos le dieron 13.25% de sufragios.

Para la segunda vuelta, FCN Nación obtuvo dos millones 751 mil 58 votos y el departamento de Guatemala, de nuevo, le dio 31.28% de ellos.

Entre San Marcos, Alta Verapaz y Jutiapa obtuvo otros 13.33% y el resto de departamentos le dio un 14.05%.

Niveles de pobreza

Nueve de los 10 departamentos que cuentan con comedores sociales registran niveles de pobreza por arriba del 64%; es decir que más de la mitad de la población está en esa condición.

Pero vale destacar que en todo el país el único departamento con menos del 50% de pobreza es Guatemala, con el 29.72%, según el más reciente informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Velásquez Monge aseguró que la apertura de estos comedores sociales se efectúa de acuerdo con criterios de “vulnerabilidad de la población” pero no indicó en dónde se abrirán los próximos.

Programa clientelar

Expertos en gestión pública consideran que los programas sociales funcionan cuando atacan las causas estructurales de la pobreza y están coordinados entre sí, pero los comedores sociales son una acción asistencialista y opinan que se puede utilizar como clientelar.

Adrián Zapata, coordinador del Área de Desarrollo Rural del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos, señala que los programas sociales en Guatemala “responden a objetivos clientelares que tienen poca continuidad y no están relacionados con otros programas productivos”.

Q43.9 millones están destinados al programa de Comedores Sociales en el Mides.


Zapata afirma que un programa social que se debería reactivar es el de las Transferencias Monetarias Condicionadas (TMC), pues estas pueden tener más incidencia en el combate de la pobreza.

“Si se van a impulsar programas sociales, hay que priorizar las TCM, pero  no con fines electorales. Se debe velar por que se cumpla la condición y que esté articulado con otros programas productivos como en el caso de la agricultura familiar”, indica.

“Es el tema de todos los programas sociales, en la medida en que se convierten en clientelares se desnaturalizan, pero no hay que echarlos por la borda solo porque se utilizan mal”, expone Zapata.

Karin Slowing, exsecretaria de Coordinación y Programación de la Presidencia, comenta que los comedores sociales “solo sirven para quitar el hambre del momento, son de asistencia social y no son para resolver la desnutrición aguda o crónica”.

Según Slowing, reactivar este programa no responde a ninguna preocupación o prioridad social. “El Gobierno no tiene rumbo en materia de política social, realmente debe haber otro tipo de motivaciones para abrir los comedores”, opina la exfuncionaria.

Según la experta, antes de abrir estos servicios es necesario establecer los motivos por los cuales se hará en determinado lugar y definir si realmente se va a cumplir con el papel de asistencia social.

61 comedores sociales es la meta del Mides para los años 2018 y 2019, según el jefe de esa cartera.


Como exfuncionaria del gobierno de Álvaro Colom, periodo en el que se crearon los programas sociales, Slowing asegura que los comedores son los menos prioritarios, pues hay otros programas como las TMC, que tenía una base técnica y la evidencia de su importancia es que se incrementó la demanda en servicios de salud y educación.

Otro programa prioritario es el de Escuelas Seguras, de acuerdo con la exfuncionaria, pues en este se desarrollaban actividades lúdicas y se ofrecían espacios para los jóvenes en riesgo.

“El programa de comedores responde más a otro tipo de lógica, clientelar. Pensando en elecciones, podría tratarse de comida a cambio de un voto, puede ser por el tema de  compras y proveedores”, señala.

Superficiales

Para Armando Barreno, representante de la sociedad civil ante el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional, se trata de un programa que da una respuesta muy superficial y no resuelve la causa  de la desnutrición.

Barreno considera que estos comedores no tienen un alcance real de las familias con necesidad de alimentación.

“El área rural no tiene cobertura y un programa de estos podría, al menos, dar una solución inmediata al hambre”, enfatiza.

Barreno también considera que las TMC serían una mejor alternativa para reducir la pobreza y la desnutrición, pero que deben ir acompañadas de otros programas sociales. Afirma que otro problema es que no existe vinculación entre sí.

“No quisiera pensar que los comedores se están abriendo por ser año prelectoral”, dice.


Ministerio dormido

Según Velásquez Monge, el Mides “había estado dormido los últimos dos años y medio”, pero asegura que solo están “retomando todos los programas sociales que benefician a la población vulnerable, en pobreza y pobreza extrema”.

El funcionario recuerda que uno de los ejes prioritarios del Gobierno es la “seguridad alimentaria”.

El funcionario asegura que este programa no tiene propósitos electorales. “Este es un programa social que ya estaba establecido y estamos tratando de mejorar nuestra cobertura y el bienestar de los guatemaltecos”, explica. No obstante, a las inauguraciones, el presidente Jimmy Morales ha invitado a varios de sus ministros allegados.

Así comenzó la estrategia electoral

El programa se inició con el nombre de Comedores Solidarios, durante el gobierno de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), en 2008.

La entonces esposa del presidente, Sandra Torres, fue cuestionada por ser una de las principales protagonistas de esa administración, gracias a los programas sociales.

Junto a los comedores, la  esposa del presidente coordinaba los programas sociales Mi Familia Progresa, Escuelas Abiertas y Bolsa Solidaria, entre otros.

Durante esa gestión se cuestionó la intención de los programas sociales y esas críticas se despejaron cuando, en el 2011, Torres se divorció de Colom y anunció su candidatura a la Presidencia, la cual no se concretó.

Cuando en el 2012 el gobierno de Otto Pérez Molina retomó esos programas, decidió institucionalizarlos y se creó el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).

La denuncia de esa administración contra su antecesora fue que los programas habían sido utilizados por la UNE de manera clientelar y que con ese ministerio se podrían fiscalizar y entregar de una forma más transparente.

En las elecciones del 2015, candidatos a diputado y a alcaldes por el Partido Patriota amenazaron con suspender los programas  si los beneficiarios votaban por otras agrupaciones políticas, según denuncias de ciudadanos de Camotán, Chiquimula.

Estrategia se mantiene

Infografía Prensa Libre: Sergio Espada

Nueva administración

A partir del 2016, con la administración de FCN, el ministro de Desarrollo Social ha sido cambiado cuatro veces.

Al inicio del Gobierno se indicó que durante la administración del Partido Patriota los programas fueron entregados sin ningún control porque a los beneficiarios solo se les pedía su documento personal de identificación y un recibo de agua o luz, por lo que no había certeza de que estuvieran en condiciones de pobreza. En el mismo año, el Mides  fue sancionado por la Contraloría General de Cuentas por el hallazgo de 20 inconsistencias en la ejecución de recursos y programas sociales.

Entre los principales señalamientos está la entrega de 640 mil 95 bolsas seguras a personas que no tenían en sus expedientes ficha técnica que las acreditara como vulnerables o en situación de pobreza.

Las investigaciones determinaron que para las entregas de enero a diciembre del 2014 no se tomó en cuenta ese requisito.

El cuarto ministro del Mides es  Carlos Velásquez Monge, quien asegura que desde su ingreso a esa cartera los programas sociales se han reactivado.

El primer programa en ser reactivado es el de los comedores, de los cuales se han reabierto algunos y otros han sido instalados en áreas donde  antes no existían.

Bonos

El Mides espera entregar el próximo año transferencias monetarias condicionadas en los 22 departamentos y no solo en los 10 que están priorizados. En el dictamen del gasto para 2019 el Congreso le otorgó Q19 millones más.

Contenido relacionado

> Oficialismo reelige a Álvaro Arzú Escobar en la presidencia del Congreso

> Avanza aprobación del Presupuesto sin incremento salarial para médicos

> Usac rechaza propuesta presupuestaria de FCN-Nación

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: