En el incidente, que cumplirá un año en abril próximo, murió el niño guatemalteco, a causa de nueve balazos. Su padre, Carlos Alvarado, resultó herido, al igual que su hermano, 11.
La OEA envió una nota a Guatemala, dirigida a la Cancillería, y copia idéntica al ministro de Relaciones Exteriores de Belice, Wilfred Elrington, “por inquietudes de ambas partes”.
En la misiva, que llegó desde Washington, se explica que cualquier “eventual” solicitud de ampliación del informe debe hacerse en consenso.
El 5 de septiembre del 2016, Guatemala rechazó el resultado de la investigación de los expertos James Hamby y Patricia Trujillo.
Escena del crimen: el país señaló que no mostraron documentos citados ni declaraciones, fotografías o informes.
Belice dijo que la víctima recibió 15 balazos de alto poder, sin respaldo científico. Guatemala indicó que eran 14.
Declaraciones de guardias de una organización ambiental que patrullaba la zona revelaron que estaban a cargo de un teniente de las FDB. Guatemala cree que una oenegé armada es un grupo paramilitar.
Los Alvarado estaban a 562 metros de la línea de adyacencia del lado de Belice. La evidencia indicó que la familia también disparó, pero no se halló ni un arma.
“Se comprenderá que el acuerdo entre ambos países es la base necesaria para el trabajo de la Secretaría General a este respecto y, en particular, para dar cabida a la solicitud de ampliación o profundización del reporte”, se lee en el documento.
La Cancillería guatemalteca respondió a favor de la ampliación solicitada en septiembre, pero Belice no ha respondido.
Se contactó a la embajada de ese país acreditada en Guatemala, que solicitó que se enviara una petición escrita, la cual no fue respondida, pese a varias peticiones vía telefónica.
Ellos pierden
“El informe carece de soporte científico y de campo, no tiene registro que documente la supuesta inspección realizada al lugar del incidente y tampoco existió resguardo de la escena del crimen”, fueron algunos argumentos con los que Guatemala pidió la ampliación.
“Belice tiene las de perder en un informe serio”, opina el embajador de Guatemala ante Belice, Estuardo Roldán. Añadió que las evidencias que no están en el informe indicarían la culpabilidad de la oenegé que formaba parte de las Fuerzas de Defensa de Belice (FDB).
“Belice no quiere asumir como tal. Si bien no fue la responsabilidad del fusil de un soldado de Belice, sí fue de alguien de una tropa a cargo de las FDB”, remarcó Roldán.
Añadió que “Belice no contestó de forma oficial a la OEA, pero el resultado práctico es que no quieren la ampliación”.
Llamado a consulta
Roldán se encuentra en Guatemala, bajo el argumento diplomático de “llamado a consulta”, un formalismo que demuestra cierto grado de molestia del país y evidencia que las relaciones no están del todo bien.
“No es que sea un rompimiento. La Embajada está funcionando y el personal atiende a los guatemaltecos que nos requieren en Belice”, afirmó el diplomático.
Denuncian el caso
El Grupo de Apoyo Mutuo, organización que asesoró a la familia Alvarado, interpuso la denuncia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pero Belice no ha reconocido la jurisdicción.
El caso también fue denunciado en el Ministerio Público de Belice y el tiempo de la denegatoria de justicia no ha terminado, por lo que mantienen esperanzas de que comience un procedimiento.