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Esta acción que podría interpretarse como precipitada, tomando en cuenta que Mulet rechazó de inmediato la invitación de Torres, quizás tenía un propósito más de fondo: buscar simpatía en un distrito donde la propuesta de la UNE no tiene eco.
Pese a que en promedio Torres fue la candidata más votada a nivel nacional, en el distrito central —uno de los más importantes pues contiene el 10 por ciento del total de electores del país— la UNE sufrió una contundente derrota al quedar en el octavo puesto con 23 mil 756 votos.
Torres quedó muy por detrás del partido Vamos, que obtuvo el primer lugar con el apoyo de 89 mil 842 personas y cuyo candidato, Alejandro Giammattei, será contra el que dispute el balotaje el 11 de agosto próximo.
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Municipio decisivo
El distrito de central —Capital— tiene 783 mil 224 personas aptas para votar, eso significa que el 10 por ciento de los más 8.1 millones de electores está en este municipio, el cual será vital para los dos candidatos que participarán en el balotaje.
Los datos del Tribunal Supremo Electoral muestran que para la elección presidencial el partido Vamos recibió el 21 por ciento de los votos válidos y la UNE el 5 por ciento.
A continuación se muestra la cantidad de mesas ganadas por los partidos en este distrito:
Los partidos Humanista, Winaq y Creo juntos suman el 38 por ciento de los votos válidos que se emitieron en la pasada elección, ese caudal electoral será el que los partidos que participarán en la segunda vuelta buscarán capitalizar.
El pasado 16 de junio 453 mil 950 personas de ese distrito acudieron a las urnas, es decir el 58 por ciento del electorado votó.
Distrito clave
Giammattei obtuvo en este distrito el 15 por ciento de los más de 600 mil votos que recibió en todo el país, por el contrario el apoyo que recibió Torres en la capital, representan solamente el 2 por ciento de los más 1.1 millones de votos que consiguió.
Prensa Libre revisó las 1 mil 877 actas de las Mesas Receptoras de Votos del distrito central para determinar cómo había sido la tendencia del voto capitalino y se constató que de los 19 partidos participantes únicamente ocho lograron ganar al menos una mesa electoral.
El partido Vamos logró la victoria en 1 mil 202 mesas, el segundo lugar lo obtuvo el Partido Humanista de Guatemala (PHG), que postuló a Edmond Mulet, con 597.
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Winaq, de Manuel Villacorta, ganó 27 mesas y superó a la UNE con 23; Compromiso Renovación y Orden (Creo), 19; Visión con Valores (Viva), seis; la coalición Partido de Avanzada Nacional y Podemos (PAN-Podemos), dos, y el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), una.
Estos datos son claves para entender el movimiento de Torres dos días después de la elección, pues el PHG además de ser el segundo partido con más mesas fue el segundo lugar del distrito con 79 mil 577 votos.
Atraer esos votos es fundamental para la UNE si quiere tener una oportunidad en contra de Vamos en un distrito que resulta fundamental en la segunda vuelta electoral. En la elección de 1995 y 2011, fue ese distrito el que le dió la victoria a Álvaro Arzú y Otto Pérez Molina respectivamente.
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Sin embargo, tanto Giammattei como Torres tienen que poner atención en los votos que recibieron los partidos Creo, Winaq, Viva, PAN-Podemos y MLP, pues juntos suman el 43 por ciento de los votos válidos del distrito.
Las estrategias que implementen estos partidos para atraer a esos votantes de cara al balotaje garantizarán ganar el distrito o perderlo en definitiva.
Posibilidades
El conteo de la mesas también reveló la distribución de los votos y que zonas se inclinan más a qué candidato presidencial.
Giammattei ganó en 15 zonas de la capital, Mulet resultó vencedor en las zonas 17, 19 y 21.
Torres logró la victoria en la zona 24 capitalina, la más rural de todas. Allí se ubican poblados como Canalitos. Eesto podría explicar por qué las promesas de campaña de la UNE encontraron más apoyo.
En las zonas 4, 9 y 25 por disposición del Tribunal Supremo Electoral, no se instalaron centros ni mesas de votación.
El planteamiento de Vamos es más similar al de PHG, Creo y Viva, mientras que la UNE podría encontrar asidero en los seguidores de Winaq y el MLP, sin embargo, el gran enemigo a vencer para ambos partidos podría ser el abstencionismo que se da en la segunda vuelta y el poco tiempo para convencer a los votantes .
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