Las alusiones entre ambos gobiernos han sido muchas, pero quizás marzo ha sido uno de los meses donde más se han escuchado esas voces, las cuales, en su mayoría, han girado en torno a las presiones que recibió la exjueza Érika Aifán —renunció este lunes 21 y se exilió en EE. UU.—, y que motivó la presencia del embajador estadounidense, William Popp, durante las pesquisas contra la juzgadora.
La tirantez, aunque en menor escala, también se mantiene con la Unión Europea, que se ha manifestado por la justicia en el país. El 11 de febrero, por ejemplo, en un comunicado de prensa, expresó “su profunda preocupación por el continuo deterioro del estado de Derecho en Guatemala, en el que la CSJ y la fiscal general —Consuelo Porras— han iniciado acciones legales en contra de jueces, abogados y fiscales independientes, resultando en arrestos y pérdida de inmunidad judicial”.
La exvicecanciller Anamaría Diéguez considera que “existe tensión” en las relaciones diplomáticas entre Guatemala y Estados Unidos, y eso mismo podría suceder con la Unión Europea, aunque en menor escala.
La diplomática asegura que en todos los países debe existir una justicia independiente que garantice la certeza jurídica de las inversiones y los negocios, por lo que estas naciones “lo que hacen es recordarnos la importancia de que se cumpla este principio universal necesario para garantizar el estado de Derecho, así como también la aplicación y cumplimiento de los derechos incluidos en las convenciones internacionales de las cuales Guatemala forma parte”.
Remarcar posición
La invasión de Rusia a Ucrania también ha sido empleada por el presidente Giammattei como tribuna para responder a la comunidad internacional en cuanto a que no permitirá la injerencia de otros países en suelo nacional, comparación que algunos han criticado debido a que consideran que son condiciones distintas, porque la invasión de un país es diferente a la corrupción y la cooptación de las instituciones, como sucede en Guatemala.
El 16 de marzo, Giammattei concedió una entrevista al medio Americano Media, en la que dijo: “Si criticamos a Rusia por invadir otro país, si criticamos que están tratando de desestabilizar a un gobierno popularmente electo, como el caso de Ucrania, pues es lo mismo cuando vienen embajadores aquí —Guatemala— y se presentan en las cortes a intimidar a los jueces con su presencia para que no les abran procesos a determinadas personas”.
En el mismo evento agregó: “Estados Unidos tiene que entender que somos el último país que le queda de aliado en la región; apoyamos a Israel, apoyamos a Taiwán, tenemos los mismos aliados en común, respetamos la democracia, vivimos en democracia, pero no se vale que por un lado estemos nosotros defendiendo intereses de Estados Unidos y por el otro lado nos quieran poner la espada de Damocles en la nuca. Nosotros pedimos respeto como nosotros respetamos”.
“EE. UU ya tiene muy claro el panorama del país, porque hay gente que les informa, entre ellos los que han sido extraditados”, Jorge Aguilar Wong.
Relación ambigua
El politólogo con estudios en Relaciones Internacionales Jorge Aguilar Wong cree que durante los últimos meses el modelo de comunicación entre Guatemala y Estados Unidos ha sido “ambiguo”, porque por un lado se lanzan mensajes de “somos amigos, porque Guatemala colabora con EE. UU. en asuntos de narcotráfico y migración, y también somos el primer exportador y el que más compra, pero por otro lado va el discurso de que no queremos injerencias”.
Sin embargo, resalta Aguilar Wong, para “mala suerte” del Gobierno de Guatemala los mensajes de la potencia del norte van en otra dirección, como lo son “las cuestiones de transparencia, de lucha contra la corrupción y las personas señaladas en dichas investigaciones son funcionarios del Legislativo, Ejecutivo, Judicial y la jefa del Ministerio Público —Consuelo Porras—. Ese tipo de cuestiones vienen a encauzar que se den ese tipo de situaciones”.
El experto en temas internacionales manifiesta que el Gobierno de Guatemala debería fijar una postura clara ante la opinión pública nacional e internacional, y “no decir solamente que no se metan en el actuar de Guatemala, sino que también debe de ofrecer pruebas de descargo de los señalamientos, para que todo no se quede en un malentendido y con ello dar a entender que las autoridades estadounidenses están investigando mal”.
Aunque, por supuesto, subraya Aguilar Wong, “EE. UU ya tiene muy claro el panorama del país, porque hay gente que les informa, entre ellos los que han sido extraditados. Entienden todo el sistema de corrupción en los poderes del Estado y el narcotráfico, por eso sueltan bombas periodísticas para que se conozca que X o Y funcionario está siendo investigado”.
En cuanto a sus relaciones con Rusia, el politólogo dice que se percibe como de “doble moral”, porque, por un lado, se está apoyando la lucha de Ucrania contra Rusia, pero por otro están abiertos los contratos de las vacunas con el gobierno ruso. Genera bastantes dudas sobre cómo se ha manejado este tema y la negativa de declarar lesivos los contratos, sabiendo que se están venciendo y qué sucedió con el dinero”.
“No le están reclamando nada de lo cual Guatemala no sea signataria, como lo es tener una justicia independiente y una división de poderes”, Daniel Zovatto.
Mensajes: senda equivocada
Daniel Zovatto, director regional para América Latina y el Caribe del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), asegura que las acciones de EE. UU. y la Unión Europea son para decirle al Gobierno de Guatemala que “va por la senda equivocada y que no tiene nada que ver con la soberanía. Todos los presidentes tienen que gobernar de acuerdo al estado de Derecho sin cooptar la justicia y combatir la corrupción”.
El Gobierno, agrega Zovatto, “rechaza lo que le piden, que es totalmente justo, porque no le están reclamando nada de lo cual Guatemala no sea signataria, como lo es tener una justicia independiente y una división de poderes, que es uno de los compromisos más importantes plasmados en la Carta Democrática Interamericana en los artículos 3 y 4, así como el respeto irrestricto a los derechos humanos, a la libertad de expresión”.
A criterio del analista político, quien es doctor en Derecho Internacional por la Universidad Complutense de Madrid, el Gobierno desaprovechó la gran oportunidad de convertirse en el aliado estratégico de Estados Unidos en Centroamérica. Zovatto considera que eso se hubiera logrado con un presidente moderno y democrático con el “apoyo del grupo empresarial dueño de Guatemala”, para construir un Estado moderno que podría estar apostando, con un pueblo bien educado, al turismo, buena infraestructura, estabilidad económica, seguridad jurídica y gobernabilidad democrática, pero no lo aprovechó”.
El analista considera que las acciones que impulsan los tres poderes del Estado están generando una bomba de tiempo en una sociedad que, en algún momento, va a implosionar porque Guatemala lleva muchos años de acumular toxicidad y la sociedad civil no despierta para poner un límite.
Taiwán e Israel, relaciones históricas
El diplomático Luis Alberto Padilla, quien fue embajador de Guatemala ante las Naciones Unidas, en Ginebra y Viena, dice que el reclamo que hizo el mandatario sobre el apoyo político que Guatemala presta a Israel y Taiwán no tiene sentido, porque las relaciones con ambos países son históricas, ya que vienen de las décadas de 1940 y 1950. “Son relaciones viejas, no de este gobierno; la lealtad no es de ahora”.
Padilla considera que los US$990 mil —unos Q7.6 millones— que Taiwán pagó a la empresa Ballard Partners para un cabildeo en Estados Unidos que busca influenciar a funcionarios de ese país en favor de la actual administración, es un pago con el cual los asiáticos pretenden evitar que Guatemala rompa relaciones con ellos, ya que en Centroamérica solo les queda el apoyo de Honduras y Belice.
En cuanto a la comparación que hizo Giammattei de la invasión de Rusia a Ucrania y la injerencia de Estados Unidos en Guatemala, Padilla, quien fue embajador en Moscú, dice que esta declaración fue “muy desafortunada, porque ambos casos no encajan. Además, Ucrania tiene unos 44 millones de habitantes y cuenta con el apoyo de EE. UU y los países de Europa, mientras Guatemala es un país muy pequeño” que no cuenta con el respaldo de la comunidad internacional.
SCSP: Diálogo es fluido
Consultada al respecto, la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia informó que Guatemala y EE. UU. tienen una rica historia bilateral que data de 172 años, lo cual se refleja en lo complementario de la agenda bilateral. No se trata solamente de una relación de amistad, sino de coincidencias políticas y diplomáticas, así como la inclusión de una agenda multisectorial y temática que incluye comercio, inversiones, cooperación, cooperación técnica y científica.
Guatemala, agrega dicha oficina, mantiene un diálogo fluido y constante con los Estados Unidos, con el objetivo de promover e implementar acciones conjuntas en temas de interés común, como la migración, el fomento del comercio y la inversión, la cooperación en materia de seguridad, el desarrollo y la construcción de Muros de Prosperidad.
En cuanto a la relación con la Unión Europea, Guatemala, al igual que las demás naciones centroamericanas, tiene vínculos por medio del Acuerdo de Asociación, que se constituye sobre la base de pilares fundamentales en los ámbitos político, económico y de cooperación. Guatemala actualmente tienen 12 embajadas residentes en Europa para fomentar las buenas relaciones bilaterales.
La Secretaría Presidencial dice que Guatemala es el vínculo natural entre América del Norte y América Central y que las oportunidades y retos que se enfrentan de manera conjunta necesariamente requieren de la articulación política y económica. “Estados Unidos es socio principal y, como tal, es necesario el fortalecimiento de las relaciones mutuas”.
“Su cercanía hace que el abordaje de los temas de interés común en materia de seguridad se trabaje de manera coordinada. El país se ha convertido en el principal aliado de Estados Unidos en el combate frontal al crimen organizado transnacional, particularmente en relación con narcotráfico, la trata y el tráfico de personas”, afirma la SCSP.
“Guatemala ha sido clarísima”
Nicholas Virzi, profesor universitario y experto en relaciones internacionales afirma que la política comunicacional de EE. UU. es poco clara
¿Cuál es su análisis de los mensajes del Gobierno y los funcionarios de Joe Biden?
Han tomado varias acciones que dañan la imagen de Guatemala. Era de esperar que el presidente Giammattei respondiera, especialmente las declaraciones del Canciller, Mario Búcaro, quien al nada más asumir el cargo, pidió a los países del grupo G13 respetar la soberanía y no meterse en los asuntos internos de Guatemala.
El diciembre, Estados Unidos no invitó a Guatemala a la Cumbre por la Democracia. Sí invitó a países peor calificados por las ONG que se dedican a evaluar la calidad democrática de las naciones. Varias de estas organizaciones, como Freedom House, Polity Project, y V-Dem son financiadas por agencias del gobierno de Estados Unidos, como el Departamento de Estado, la CIA y USAID. Sin embargo, no representan oficialmente la política exterior de Estados Unidos.
Luego, este mes se canceló el Foro Empresarial organizado por el Consejo de las Américas para atraer inversión a Guatemala. Analistas de ambos extremos del espectro político consideran que esto fue una movida orquestada por el gobierno de Estados Unidos, pero no ha sido confirmado.
La queja del presidente Giammattei por la visita del embajador de Estados Unidos a los tribunales en apoyo de la parte acusada -Éricka Aifán- se entiende. Esta visita se presta a la interpretación de que los procedimientos legales en contra de jueces y ex fiscales deben resolverse acorde a las preferencias políticas de ese país. Eso va en contra de la independencia judicial que Estados Unidos dice que quiere ver desarrollar afuera de sus fronteras.
¿Es clara la política comunicacional entre ambos gobiernos?
La de Guatemala está clarísima. El Presidente ha dicho que este país es aliado de Estados Unidos, y que busca su apoyo en combatir el narcotráfico que procede de Sudamérica. También ha sido claro en cuanto a que necesita apoyo para frenar la migración ilegal que explotó luego de que Estados Unidos quitara los controles migratorios en su frontera con México.
Las detenciones en la frontera sur de Estados Unidos de marzo 2021 a febrero 2022 se incrementaron un 230 por ciento sobre el mismo periodo del año anterior. Dado que ese país pide que se frene la inmigración ilegal, es razonable que Giammattei pida ayuda para detenerla.
La política comunicacional de Estados Unidos hacia Guatemala es menos clara. Por un lado, reconoce a Guatemala como un aliado y socio estratégico clave en la región, pero el trato se presta a otra interpretación. Funcionarios estadunidenses constantemente hacen declaraciones que dan la impresión que ven mal al sector privado guatemalteco, aunque su política expresamente establece que busca trabajar con ellos en temas de desarrollo y cooperación.
Estos mensajes confunden a varios actores del sector privado, que en su conjunto desea trabajar de buena fe con Estados Unidos en temas de interés mutuo, principalmente el desarrollo del país.
¿Los actuales gobiernos de ambos países se pueden considerar aliados?
Guatemala es claro aliado de Estados Unidos. Durante la Guerra Fría, el ejército guatemalteco peleó de frente en el conflicto contra la guerrilla marxista, en apoyo a la política exterior de Estados Unidos que en aquel momento se centraba en frenar la expansión del comunismo.
Mientras la mayoría de los países en el mundo condenaron a Israel en la Asamblea General de Naciones Unidas, y grupos como Amnistía Internacional lo acusan de mantener un régimen de segregación sistémica en contra de los palestinos, Guatemala es de los pocos países con el que Estados Unidos ha podido contar con el apoyo respecto al reconocimiento como el único país libre en Medio Oriente.
Guatemala ha mostrado la misma fidelidad con respecto a Taiwán, siendo de los pocos países que aun sostienen relaciones diplomáticas con el aliado estratégico de Estados Unidos en Asia.
¿Cuál es su análisis de lo mismo con la Unión Europea?
Esta, generalmente, se guía por la política exterior de Estados Unidos en esta región; Sin embargo, dista de tener la influencia que tienen los norteamericanos, particularmente en Guatemala.
Estados Unidos siempre será más importante que la región europea entera. Más de 3 millones de guatemaltecos viven en suelo estadounidense, y mandan remesas que alcanzan un valor equivalente al 15 por ciento del PIB.
El valor de las exportaciones hacia Estados Unidos supera por casi cuatro veces el total de las que van a la región Europa y Asia Central. Las exportaciones guatemaltecas a Estados Unidos son 13 veces más grandes en valor que las enviadas a los Países Bajos, el país europeo que más le compra a Guatemala.
Nuestras exportaciones hacia Estados Unidos son más de 20 veces que las que se envían a Italia y España; 40 veces más de las que se destinan al Reino Unido y Alemania, y 100 veces más de las que Francia compra a Guatemala.