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El canciller aseguró que está interesado en hacer las modificaciones a dicha Ley para “robustecerla y que permita tener una verdadera carrera diplomática”, ya que “es importante profesionalizar el personal y elevar los perfiles de las personas que optan a los puestos”.
El exvicecanciller y embajador durante 25 años, Luis Padilla, afirma que la Ley que data de 1963 y firmada por el coronel Enrique Peralta Azurdia; evidencia “lo anacrónico” de esta normativa vigente, por lo urge que se sustituya por la nueva Ley Orgánica del Servicio Diplomático que el Minex envió al Congreso de la República, en el 2014.
El artículo 18 de la ley de 1963 indica que para ingresar al servicio diplomático se debe “ser del estado seglar. No tener defectos físicos que, a juicio del Minex, lo incapaciten para el servicio. Haber observado intachable conducta tanto en público como en privado, la cual deberá comprobarse satisfactoriamente”.
También citaba como requisito “no pertenecer ni haber pertenecido a alguna entidad que propugne la ideología comunista o cualquier otro sistema totalitario”, aunque este artículo fue declarado inconstitucional hace unos años.
El exembajador en Washington y la OEA, Francisco Villagrán, remarca que el mundo ha cambiado en los últimos 60 años y las relaciones internacionales ahora son distintas en muchos sentidos. “Esa Ley del Servicio Diplomático está desactualizada y no corresponde a los requerimientos de la diplomacia contemporánea.
“Guatemala ha cambiado y ahora tiene relaciones diplomáticas, tratados comerciales y otros ámbitos de cooperación con muchos países que en la década de 1960”, señaló.
Padilla, quien fue embajador ante las Naciones Unidas, en Ginebra, asegura que lo que ha sucedido en la selección del personal diplomático es que “la mayor parte de nombramientos son políticos”, porque se deciden en la Presidencia de la República —que se debe limitar al nombramiento de embajadores— y no en el Ministerio en el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex). “Entonces, en la práctica la carrera diplomática brilla por su ausencia”.
Según Padilla en Guatemala hay pocos funcionarios de carrera debidamente registrados en el escalafón correspondiente y quienes lo son “no reciben el tratamiento que merecen porque los nombramientos, ascensos, rotaciones y otros movimientos son por conveniencia política, entonces los funcionarios del Minex no se interesan por seguir la carrera”.
De acuerdo con el artículo 11 de la Ley del Servicio Diplomático, de 1963, “la carrera diplomática principia con el cargo de tercer secretario y termina con el de embajador extraordinario y plenipotenciario, conforme a la siguiente escala: tercer secretario; segundo secretario; primer secretario; consejero; ministro consejero; enviado extraordinario y ministro plenipotenciario; embajador extraordinario y plenipotenciario”.
Padilla asegura que la normativa enviada en el 2014 al Congreso es congruente con las normas de profesionalización y modernización que poseen las cancillerías modernas de otros países, pues entre otras cosas prevé que los nombramientos de todo el personal se hagan en el Minex y la presidencia solo nombre a los embajadores y que todos los funcionarios deben ser de carrera.
El único avance que se ha logrado hasta el momento es la fundación de la Academia Diplomática la cual opera desde el 2015 a raíz de un convenio suscrito con la Universidad Rafael Landívar (URL) bajo un programa de Maestría en Relaciones Internacionales, la cual partió de una iniciativa de Padilla con el respaldo del también excanciller Carlos Raúl Morales.
Los nombramientos políticos de Sandra Jovel
El 2 de enero del 2020 la excanciller Sandra Jovel publicó en el Diario de Centro América el acuerdo ministerial 545, que comenzó a ser efectivo ese mismo día, el cual establecía que “la rotación o traslado -del personal- se llevaría a cabo anualmente de forma programada y escalonada, a fin de evitar que se debilite la capacidad de acción de la Misión Diplomática o Consular”, con lo cual se buscaba proteger a algunos funcionarios del gobierno anterior que fueron enviadas a cargos diplomáticos sin tener experiencia.
Con ese documento se puso en marcha la “Política general para la rotación y traslado de Personal Diplomático y Administrativo del Ministerio de Relaciones Exteriores”, con la que se buscaba normar los cambios para el personal que trabaja tanto en la planta central de la Cancillería como en el servicio exterior, la cual podía ser hacia el exterior y viceversa, de un continente a otro, de un país a otro o en el mismo país al que se designa.
A finales del 2019, Jovel hizo una docena de nombramientos en el servicio exterior de varios de los allegados del expresidente Jimmy Morales, entre ellos el exdiputado Luis Hernández Azmitia como ministro consejero ante la Organización de Estados Americanos; Sherry Ordóñez, exministra de Comunicaciones en la embajada de Francia y el exvocero presidencial Heinz Heimman, en la embajada de Autralia, entre otros.
Para el cargo de primer secretario de la Embajada de Guatemala en Indonesia fue nombrado Billy Toshiko Lam Padilla, quien tiene los mismos apellidos de Luis Antonio Lam Padilla, abogado del presidente Jimmy Morales que en agosto del 2019 fue nombrado como embajador de Guatemala ante la Organización de las Naciones Unidas, entre otros nombramientos.
Con este acuerdo ministerial, la entonces canciller, esperaba que los allegados al gobierno de Jimmy Morales que fueron nombrados no fueran removidos por el nuevo gobierno de Alejandro Giammattei, porque la disposición disponía que los cambios de personal diplomático y administrativo debían efectuarse cada año y con un aviso de tres meses de anticipación; sin embargo, el nuevo ministro, Pedro Brolo, derogó dicha disposición.
Falta de voluntad política
La ex viceministra de Relaciones Exteriores, Ana María Diéguez, dice que es urgente que se apruebe una nueva ley del servicio diplomático lo cual no se ha logrado hasta el momento, a pesar de que “se han presentado varios anteproyectos, pero que no prosperan en la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de la Republica”.
“Durante los 30 años que trabajé en la Cancillería no sé cuántos proyectos de estos pasaron. Hay varios anteproyectos muy buenos que se han trabajado con el apoyo de diplomáticos de carrera y la asesoría de países que tienen legislación bien regulada, pero ha existido falta de voluntad para aprobarla”, comentó Diéguez.
A criterio de Diéguez, uno de los asuntos que es necesario “regular es el tiempo adentro -en la sede en Guatemala- y el tiempo afuera -en el exterior-, pero sobre todo la forma de efectuar los nombramientos políticos para que no suceda lo que pasó recientemente con los nombramientos de allegados a Jovel.
La exdiplomática considera que otro de los puntos que se debe incluir en la reforma es la cantidad de nombramientos políticos, el cual podría ser de 20 a 25 por ciento, “porque en todos los países se da este tipo de situaciones. Lo malo es cuando son demasiados y con personas que no están calificadas” para un cargo en una sede diplomática.
Está desfasada
El excanciller Édgar Gutiérrez asegura que la Ley de Servicio Diplomático “está desfasada” y que la Cancillería ha trabajado varias iniciativas que deberían consolidarse en una sola y trabajarla con la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso a fin de que dicha Ley responda a las necesidades actuales del servicio exterior.
Gutiérrez opina que los nombramientos de última hora que efectuó la exministra Sandra Jovel “fueron de mala fe y afectaron al país porque -los nombrados- presentaron cartas credenciales antes de entregar el poder -Jimmy Morales- y al poco tiempo fueron revocados, situación que no debería suceder en el servicio exterior.
El exministro de Relaciones Exteriores considera que este tipo de nombramientos no se deberían efectuar durante una etapa de transición de gobierno y más aún con “personal que carece de experiencia y con tinte eminentemente político. Es totalmente contraproducente e irresponsable”.
Se ha distorsionado
El también excanciller Gabriel Orellana considera que la Ley de Servicio Diplomático ha sido útil, pero que “lamentablemente fue distorsionada, nulificando las partes que les ha convenido a los gobiernos, especialmente la que se refiere al escalafón de la carrera diplomática que es importante para cualquier país que tenga un servicio exterior organizado decente y profesional”.
Orellana lamenta que no se respete el sistema escalafonario, porque con ello se ha perdido el sentido profesional de la carrera diplomática y, además, mucho recurso humano con gran experiencia ha quedado fuera del Minex.
Uno de los intentos de reformas
El Congreso de la República en su página oficial publicó el 24 de julio del 2018 que la Comisión de Relaciones Exteriores llevó a cabo una reunión de trabajo para continuar con el análisis de la iniciativa de ley 5426, Ley del Servicio Diplomático de Guatemala, la cual busca regular y modernizar el servicio de los funcionarios del cuerpo diplomático guatemalteco.
La iniciativa fue presentada al Pleno el 10 de abril del 2018, y propone un nuevo ordenamiento jurídico que reemplace y optimice el servicio diplomático guatemalteco, “debido a que el actual está regulado por el Decreto Número 148 del Jefe de Gobierno de la República, Enrique Peralta Azurdia, del año 1963”.
Con las reformas, agrega el informe, se busca modificar aspectos como la representación internacional del país y la integración de un servicio diplomático de carrera, permanente y profesionalizado.
Ley del Servicio Diplomático Decreto Ley Número 148, emitida por el jefe de Gobierno Enrique Peralta Azurdia en 1963
- Artículo 18. Para ingresar al servicio diplomático de Guatemala, se deben llenar los siguientes requisitos:
- Ser guatemalteco natural por nacimiento u origen.
- Ser ciudadano en pleno goce de sus derechos.
- Ser del estado seglar.
- Poseer al menos el grado de bachiller u otro título o diploma postprimario equivalente.
- No tener antecedentes penales de tal índole que, a juicio del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo incapaciten para el servicio.
- Observar y haber observado intachable conducta tanto en público como en privado, la cual deberá comprobarse satisfactoriamente a juicio del Ministerio de Relaciones Exteriores.
- Gozar de buena salud.
- No tener defectos físicos que, a juicio del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo incapaciten para el servicio.
- No pertenecer ni haber pertenecido a alguna entidad que propugne la ideología comunista o cualquier otro sistema totalitario.
- Artículo 19. Para ingresar a la carrera diplomática se requiere, además de llenar los requisitos indicados en el artículo anterior: Poseer título o grado universitario debidamente reconocidos. Si los estudios universitarios hechos no incluyen las materias especiales para la carrera diplomática, el interesado deberá pasar exámenes sobre las mismas ante tribunales designados por el Ministerio de Relaciones Exteriores. En todo caso el candidato deberá someterse a examen en las materias complementarias que se requieran para el servicio. El reglamento de la presente ley determinará las materias a que se refiere este artículo, así como la forma de integrar los tribunales y el procedimiento que debe seguirse para los exámenes.
- Artículo 12: Son funcionarios diplomáticos de carrera los que figuren en el escalafón diplomático por haber ingresado en el servicio o haber sido incorporados a él de conformidad con lo dispuesto por los artículos 19 y 20; y 1º y 2º Transitorios de esta ley.
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