El experto considera que entregar el dictamen fue un paso importante pero que era necesario al menos un año atrás para que las formas fueran una realidad próxima, ahora es casi imposible aprobar y aplicar cambios a las elecciones del 2023.
La gran bandera con la que se presenta la reforma es el listado abierto para la elección de diputados, algo que asegura es necesario pero que en Guatemala legalmente es bastante complejo, ya que incluso la reforma deja vacíos.
“Tiene aspectos que pueden ser antidemocráticos. En el caso de un empate entre dos candidatos la forma de desempate es ver quien se inscribió primero, entonces es un tema antidemocrático porque el voto no hace el diferenciador sino quien corrió primero”, señaló.
Además del tema legal hay un problema logístico, destacó Quezada, “yo como alguien que ha sido voluntario 30 años en eventos electorales le digo que no se soportaría esta dinámica en el que una persona tenga que elegir entre 400 fotografías a su candidato, las filas, el votante se confunde, el votante se lleva más tiempo y hasta podría arruinar su voto involuntariamente”.
Control y transparencia
José Echeverría, presidente del Movimiento Cívico Nacional (MCN), también ve como algo bueno que finalmente se tenga un dictamen, pero aunque los tiempos estén en contra ve aspectos que no se deben debilitar.
Incrementar el techo de campaña no es algo negativo desde su punto de vista, toda vez se deje al Tribunal Supremo Electoral (TSE) hacer su trabajo; coordinar, vigilar, fiscalizar y mantener el orden en las elecciones.
“La campaña para los partidos es importante porque tiene que dar a conocer sus propuestas, candidatos, tienen que hacer política, sin embargo no tiene que ser sin control alguno”, argumentó.
Finalmente Marielos Fuentes, Directora Ejecutiva de Guatemala Visible, considera que la elección de listados abiertos es un paso positivo, pero existen algunos artículos que riñen con la transparencia, por ejemplo el no permitir que los financistas sepan en que gastan el dinero los partidos políticos
“El problema es quienes lo van a analizar. Nosotros no vamos a ver a los financistas sentados en esa discusión en el Pleno del Congreso tratando de ver si su candidato va a ser transparente o no, a quienes vamos a ver será a los miembros de los partidos políticos. Es complicado porque ellos mismos van a marcar sus reglas”, culminó.