Guatemala

Alianzas marcaron el primer año en el Congreso

Nuevas leyes y una ampliación al presupuesto son los puntos aprobados, pero dejan fuera reformas a la Lepp

Los diputados aprobaron el presupuesto del Organismo Legislativo, pero se recetaron un aumento salarial. (Foto Prensa Libre: Óscar Vásquez Mijangos)

Los diputados aprobaron el presupuesto del Organismo Legislativo, pero se recetaron un aumento salarial. (Foto Prensa Libre: Óscar Vásquez Mijangos)

La décima legislatura está a punto de concluir el segundo período de sesiones ordinarias, entre luces y sombras, por la aprobación de una serie de leyes, opina un grupo de analistas que evaluó el trabajo del Congreso.

El 30 de noviembre finalizó dicho período, y una de sus grandes asignaturas pendientes fue impulsar los cambios a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (Lepp).

La décima legislatura tomó posesión el 14 de enero de este año, para una gestión hasta el 2028. Durante los primeros meses, los diputados oficialistas enfrentaron impedimentos para ocupar puestos de control en el Legislativo, debido a la suspensión provisional que pesa sobre el partido Movimiento Semilla.

En ese lapso, el Congreso consiguió la aprobación de la Ley de Tarjetas de Crédito, la de Trasplante de Órganos y la de Infraestructura Vial, entre otras. El oficialismo también logró la aprobación, contra todo pronóstico, de una ampliación presupuestaria para la administración del presidente Bernardo Arévalo.

Pero en las últimas semanas, a criterio de analistas, la maquinaria legislativa se recargó con la aprobación de nuevas normas. Entre estas se encuentran la Ley de Competencia y la Ley para la Integración del Sector Productivo Primario y Agropecuario.

En diciembre, el Congreso convocará a sesiones extraordinarias, pero el pronóstico apunta a que los temas de interés de la actual ala dominante del Congreso se discutirán antes de llegar al 30 de noviembre.

Lo malo

Otras legislaturas han sido criticadas por la poca producción de iniciativas, pero la décima legislatura es objeto de comentarios negativos por la aprobación de “ciertas normativas”, que, a criterio de Francisco Quezada, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), tienen una serie de "vacíos".

“Están entrando leyes al ordenamiento legal muy comprometidas, por su redacción y el escaso valor legislativo. Este último período ha generado legislación, pero es legislación muy cuestionable y yo calificaría el período como malo”, dijo el analista, quien opina que los proyectos que podrían afectar la recaudación de impuestos o que comprometen los recursos públicos se aprobaron sin el estudio necesario.

“El Congreso se afanó en rescatar iniciativas generadas en legislaturas anteriores y sin mayor calidad técnica. Las vino a aprobar de manera rápida y hubo poca reacción de análisis que se pudiera hacer”, destacó Quezada.

Alejandro Quinteros, analista político independiente, comentó que existen conductas que vienen de otras legislaturas que se han copiado y que "no son las mejores".

 “Las malas prácticas de legislaturas anteriores no solo continúan, sino que se han magnificado. Por ejemplo, la aprobación de leyes sin contener requisitos técnicos, jurídicos, económicos y financieros; aprobaciones por urgencia nacional y de noche”, criticó Quinteros.

Lo bueno

Pero no todo ha sido negativo en estos meses de trabajo de la décima legislatura. Un punto por destacar como éxito, afirmó Quinteros, fue la reciente renovación de autoridades en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y Corte de Apelaciones. “Es positivo que el Congreso alcanzó los consensos necesarios para la elección de Cortes, lograron que el proceso se diera en tiempo. Creo que eso es lo más positivo que esta legislatura ha presentado”, indicó.

La octava y la novena legislaturas incumplieron en el proceso de elección y renovación de las nuevas autoridades judiciales. En un momento, por acciones legales que se los impedían, y posteriormente en una falta de voluntad política que duró años y casi abarca dos períodos constitucionales del Organismo Judicial.

Otro asunto por destacar, según Pablo Solórzano, integrante del Observatorio Legislativo, es el diálogo que han mantenido el oficialismo y diputados de oposición, lo cual ha permitido los acuerdos para leyes de interés nacional.

“Tuvimos una legislatura interesante e innovadora, en comparación con las últimas dos. Los diputados aprobaron decretos y llegaron a consensos que podríamos declarar como impensables en otros períodos”, dijo.

 Solórzano añadió que la dinámica legislativa actual es completamente distinta a la de los últimos años, cuando las anteriores legislaturas parecían no estar abiertas al diálogo con los grupos de oposición política.

“En muchos aspectos podríamos considerar que los diputados han hecho un trabajo mucho mejor. Las últimas aprobaciones de leyes evidencian esa mejoría y propuestas de distintos diputados que antes era imposible consensuar”, agregó.

Ley Electoral

Aunque existen aspectos buenos y malos del trabajo legislativo, otros quedaron de lado. Uno de ellos, que a criterio de las fuentes consultadas es clave, es el dictamen de las reformas a la Lepp.
Hace unos meses se filtró un borrador de la recomendación que favorecía a los partidos políticos y reducía los controles de fiscalización sobre ellos, pero el documento no fue presentado.

Un miembro de la Comisión de Asuntos Electorales del Congreso dijo fuera de micrófonos que ese mismo documento está en revisión. Incluso dicha sala se reunió la semana pasada sin que el dictamen de los cambios a la Lepp formara parte de la agenda.

Aplazar este punto podría traer grandes repercusiones, según Quinteros, sobre todo porque una reforma oportuna podría evitar los tropiezos que enfrentó el proceso electoral del 2023, que tuvo problemas desde la fase de inscripción hasta la oficialización de resultados.

ESCRITO POR:

Douglas Cuevas

Periodista de Prensa Libre especializado en temas políticos y del sector justicia, con 15 años de expreiencia en periodismo escrito, televisivo y radial.