La gestión del ministro de Relaciones Exteriores (Minex) saliente, Pedro Brolo, estuvo marcada de principio a fin por hechos tan polémicos como trágicos, estos segundos relacionados al tema migratorio, en el que las capacidades de los consulados se vieron desbordadas.
Brolo dejará el cargo el próximo lunes y ahora ejercerá la representación de Guatemala ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Aunque en declaraciones a un medio radial, el aún canciller aseguró que su salida obedece a razones familiares, el vocero presidencial, Kevin López, al hablar de la salida de Brolo, recordó que todos los funcionarios ponen su puesto a disposición el cual está “sujeto a evaluación por cumplimiento de métricas”.
1. Vacunas
Pese a que la compra de vacunas es competencia del Ministerio de Salud, la Cancillería salió a relucir cuando en junio del 2021, Brolo decidió viajar a Rusia para tratar el retraso en la entrega de ocho millones de dosis de la fabricante Human Vaccine a quien ya se le habían pagado por adelantado Q614 millones.
Desde que se concretó la adquisición las vacunas fueron llegando a cuentagotas en medio de la mortal tercera ola de contagios y sin acceso a más de este fármaco. El canciller regresó con más dudas que respuestas y sin un cronograma de entrega del producto. Dijo que había ido a renegociar el contrato, pero que no conocía el contenido del acuerdo.
Finalmente Human Vaccine cumplió con la entrega de los ocho millones de dosis hasta el 30 de diciembre pasado, cuando ya habían ingresado millones de vacunas, principalmente donadas por EE. UU.
2. Invocación de carta democrática
Otro momento álgido que enfrentó el canciller saliente fue la invocatoria que Guatemala hizo de la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA), ante las graves protestas que ocurrieron en noviembre del 2020 por la aprobación del presupuesto —que finalmente se derogó— y que terminó con la quema parcial del Congreso.
El Gobierno de Guatemala consideraba que esas manifestaciones atentaban contra la democracia y eran una “grave amenaza institucional”. Pero lo que sería una llamada de auxilio, terminó siendo un jalón de orejas para el Estado guatemalteco, ya que, en su informe presentado en enero del 2021, la OEA recomendó atender “los múltiples reclamos e inquietudes” de la sociedad.
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Además, concluyó que la corrupción, impunidad y la falta de transparencia en los asuntos públicos son “algunos elementos que podrían vulnerar el Estado de Derecho y la institucionalidad democrática del país”. Brolo tuvo que decir que la invocación de la Carta fue un proceso preventivo y que nunca es prematuro hacer un llamado al diálogo.
3. Tragedia migrante
La Cancillería guatemalteca también tuvo que enfrentar críticas por su reacción frene a las dos grandes tragedias de migrantes que tuvieron lugar en enero y diciembre del año pasado.
En primero lugar, la masacre de 16 guatemaltecos ocurrida en Tamaulipas en la que 12 policía estatales están procesados, críticos señalaron una reacción muy tibia de la Cancillería, mientras que en el percance ocurrido en Chiapas, se criticó el poco apoyo a las familias que necesitaban viajar a México a identificar a sus seres queridos.
Solo estas dos tragedias dejaron 56 muertos, y en el caso de Chiapas aún podrían confirmarse más, de momento van 40.
4. Crisis en los consulados
En los primeros dos años de Brolo al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores la atención en los consulados se vio marcada por la pandemia.
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Con cerca de 300 trabajadores en los consulados para una población de unos tres millones de guatemaltecos en EE. UU. (que cada vez crece más), era de suponer que las medidas de restricción repercutirían grandemente en la atención consular.
Los connacionales acuden a los consulados en busca de diversos trámites, pero estos cerraron para evitar contagios; además, los consulados móviles se aplazaron y fue hasta finales del año pasado que tímidamente se retomaron.
Todos estos problemas dieron como resultado que cientos de guatemaltecos se quedaran sin hacer sus trámites, en muchos casos vitales para enfrentar procesos legales en EE. UU., y que otros tuvieran que esperar citas que se prolongaron hasta seis meses para ser atendidos.
5. Roces con EE. UU.
Brolo también tuvo que lidiar durante estos dos años con las diferencias entre el presidente Alejandro Giammattei y el Gobierno de EE. UU., cuyos roces se evidenciaron, por ejemplo, cuando el mandatario guatemalteco recriminó a ese país, en mayo del 2020, que no era un aliado de Guatemala en la lucha contra la pandemia.
Otro roce importante ocurrió cuando el Departamento de Estado decidió incluir a la fiscal general Consuelo Porras en la lista Engel de sospechosos de corrupción y favorecer el debilitamiento de las democracias. Giammattei calificó la nominación como una falta de respeto.
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El culmen de las diferencias fue cuando EE. UU. no invitó a Guatemala a su Cumbre por la Democracia. En su momento, ni la Presidencia ni el Minex emitieron comentarios, pero Giammattei sí. Viajó a aquel país y emitió duras críticas en contra de la administración de Joe Biden.
6. Lobby con fondos de Taiwán
La contratación de una firma de cabildeos en EE. UU. con dinero de Taiwán también le ha acarreado críticas a la Cancillería, sobre todo porque se hizo con la compañía Ballard Partners muy cercana al Partido Republicano cuando son los demócratas quienes están el poder.
En ese sentido, las críticas se dirigen a que, debido a las diferencias con la administración Biden, Guatemala desde ya quiere acercarse a la oposición política en aquel país con la expectativa de que los republicanos ganen las elecciones de medio término, en noviembre próximo, y por qué no, que regresarán a la Casa Blanca en el 2025.
7. ¿Injerencia de países?
A la par de la contratación de la firma de lobby ocurrió otro momento álgido que ha sido cuestionado por analistas: el que la Cancillería haya considerado de “injerencia” el ofrecimiento de cooperación que el grupo de países donantes, conocido como G13, hizo a la Comisión de Postulación para la elección del próximo fiscal general.
Quienes critican la postura de la Cancillería cuestionan por qué el Gobierno se interesa por el trabajo de la Comisión al punto de rechazar el apoyo, algo que tendría sentido si los propios comisionados lo hubieran hecho.
Inexperiencia
El analista político Christians Castillo expuso que en los dos años del todavía canciller se notó la “falta de experiencia, de contundencia y de especialidad en la materia”. Citó la masacre de Tamaulipas en donde, dijo, se esperaba una posición mucho más contundente por parte de la Cancillería, pero ni si quiera se escuchó su voz.
El analista considera que Brolo ha sido uno de los hombres de más confianza del presidente, que debió ser “sacrificado” porque alrededor de la alianza política que ostenta el poder exigen un canciller que tenga una posición más dura y beligerante en línea al respeto a la soberanía nacional, especialmente frente a EE. UU.
“El presidente Giammattei ha sido muy crítico —de EE. UU.—, pero no ha sido acompañado de la misma forma por el canciller Brolo”, acotó Castillo.
Otra muestra de su inexperiencia, añadió, fue el reciente posicionamiento que hizo el G13, una reacción que calificó de “desmedida”, y una especia de “último intento” de Brolo por demostrar que podía ejercer una línea más dura en temas de soberanía y de no injerencia extranjera.
El exvicecanciller y exembajador de Guatemala en las Naciones Unidas, Luis Padilla, coincidió en que la inexperiencia de Brolo al frente del Minex le hizo cometer varios errores, en el tema de las vacunas, la atención a los migrantes y en invocar la Carta Democrática Internacional ante la OEA por las protestas ciudadanas.
Padilla también cree que el sucesor de Brolo será más beligerante y confrontativo con EE. UU. tal como le interesa al Gobierno y a la alianza oficialista, algo que “no va a caer bien a los demócratas”, en aquel país.
Reprobado
En el tema migratorio, Guillermo Castillo, líder migrante de Ohio, señaló que, en sus dos años de gestión, Brolo no sostuvo ni una reunión de trabajo con la comunidad migrante y lo señaló de “nula capacidad” para hallar soluciones migratorias.
Agregó que durante la fase más crítica de la pandemia en EE. UU. no hubo capacidad de articular apoyos en favor de los guatemaltecos, en comida, o atención médica y psicológica. “Las diásporas guatemaltecas atendimos la comunidad migrante sin ninguna ayuda del Estado de Guatemala. Prácticamente el Minex nos dijo ‘cuídense y sálvese quien pueda’”, dijo.
Además, recordó las promesas incumplidas en cuando a la creación de un viceministerio que se encargaría de la atención a los migrantes y de la disolución del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua) “un elefante blanco que solo sirve para el pago de favores políticos”.
