Guatemala ha perdido en la última década 10 posiciones en la clasificación de países a los que menos requisitos les piden para viajar, una escala en la que solo se está arriba de Nicaragua en la región centroamericana.
El índice de restricción de visa lo presenta cada año Henley and Partners, que trabaja desde 2015 con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata). La firma coloca a Guatemala en el lugar 40 de los 199 países evaluados.
En la actualidad, los guatemaltecos solo pueden ingresar sin requerimiento de visa a 63 destinos; la mayoría en Europa.
“Las restricciones de visado se basan principalmente en la ciudadanía”, explica la firma internacional.
En el puesto 40, Guatemala comparte espacios en calidad de ciudadanía con la isla caribeña Dominica y está por debajo de otras ciudades como Trinidad y Tobago, que ocupa el puesto 32; Venezuela, el 34, y los Emiratos Árabes Unidos, en el puesto 38.
En el 2007 Guatemala se encontraba en el lugar 30, el segundo de Centroamérica mejor calificado por Henley and Partners, después de Costa Rica. 10 años más tarde, El Salvador y Honduras han sumado más países a los que sus ciudadanos pueden entrar sin requerimiento de visa y con ello dejaron atrás a Guatemala en la escala.
En la cabeza de la medición se encuentran Alemania, cuyos ciudadanos pueden entrar sin ninguna restricción a 176 países; Suecia, que tiene libre tránsito en 175. Dinamarca, Finlandia, Italia, España y Estados Unidos empatan en el tercer lugar, con la libertad para sus ciudadanos de viajar sin visa a 174 de las 218 naciones posibles.
El excanciller y exvicepresidente Eduardo Stein explicó que el requisito de visa se trata más de un tema de reciprocidad entre países; es decir, aquel al que Guatemala no le pide visa tampoco la solicita a los guatemaltecos, aunque el que un país ponga más restricciones para viajar afecta no solo al turismo, sino también puede tener efectos en la economía al dificultar el ingreso a posibles inversionistas.
Solo en el 2016, un millón 58 mil guatemaltecos viajaron con fines turísticos fuera del país; la mayoría a Estados Unidos, que exige visa, aunque Guatemala no exija más que el pasaporte a los estadounidenses que desean ingresar al territorio.
Guatemala recibió en el mismo año a un millón 917 mil visitantes, la mayoría de Estados Unidos y Canadá, México y en menor cantidad de centroamericanos. De Europa se recibió a 125 mil visitantes en 2016.
Documento poco fiable
La certeza de que el pasaporte no es falso es una de las primeras condiciones para ingresar sin visa a otros países. En Guatemala, la última década ha estado marcada por escándalos en la Dirección General de Migración (DGM) que van desde corrupción, redes internas de falsificadores y falta de libretas para ese documento.
Juan Alberto Donis Prado fue detenido en el Aeropuerto Internacional La Aurora, el pasado 23 de junio, señalado de liderar una banda que robaba vehículos de lujo bajo demanda. Cuando esta persona intentó ingresar al país, procedente de Colombia, se detectó que su pasaporte era falso y su verdadera identidad era la de Byron Estuardo Amezquita Galindo, de ese país sudamericano.
Para Stein, la vulnerabilidad del pasaporte y los riesgos de falsificación cada vez son menores. El tema compete exclusivamente a la Dirección General de Migración (DGM) y no tienen ninguna relación o consecuencia directa con las gestiones diplomáticas.
El 28 de noviembre del 2013, una investigación del Ministerio Público reveló una red de falsificación de pasaportes integrada por trabajadores de la DGM y que durante 10 años pudo haber emitido los documentos alterados con identidades falsas.
En enero del 2014 fueron detenidas 21 personas señaladas de integrar una estructura que cada mes falsificaba hasta 50 pasaportes. Los señalados trabajaban como delegados de Migración en el aeropuerto La Aurora y otros, en el Registro Nacional de las Personas (Renap).
Ciudadanos de China, Cuba, India, Colombia, Perú, Rumania, Jordania, Pakistán, Siria, Nepal y Ghana obtenían los documentos alterados por unos Q10 mil.
“Lamentablemente la vulnerabilidad es latente para Guatemala y cualquier país del mundo”, expuso Carolina Miranda, directora de Migración. “Nuestro país tiene altas medidas de seguridad, pero está latente la falsificación”, dijo.
Marcela Ortega, de nacionalidad colombiana, quería ir a trabajar a España y ese país le exigía visa, a diferencia de los guatemaltecos, que pueden ingresar únicamente con pasaporte y permanecer hasta tres meses en ese territorio. El esposo de Marcela ya se encontraba en ese país con nacionalidad guatemalteca falsa, y ella pagó Q115 mil por la misma travesía.
Marcela fue capturada en el aeropuerto La Aurora. Su documento personal de identificación (DPI) y pasaporte guatemaltecos no la delataron, fue su acento lo que truncó los planes de reunirse con su esposo.
La vulnerabilidad de los pasaportes, aunque se cuenta con controles biométricos, es latente, aseguró Mérida, sin embargo existe la capacidad humana para identificar alteraciones.
“Nuestro personal está capacitado. Derivado de ello se han detectado varios casos y ya hay resoluciones condenatorias”, informó la directora de Migración.