“¿Ya hablaste con tu mami?, ¿qué te dijo?”, le dice a Leo la trabajadora del albergue, a lo cual, con una voz tímida, el niño responde: “Me dijo que me quiere”.
En la conversación, la mujer, que no ha sido identificada, le pregunta al niño si está bien y si quiere ver a su mamá. El pequeño responde que “si”. Leo dice que no le han dicho cuándo regresará a Guatemala, y asiente cuando la trabajadora del centro le pregunta si está triste y si se quiere ir.
El caso de Lourdes y de Leo es uno de los 465 en los cuales menores guatemaltecos fueron arrebatados de los brazos de sus padres al intentar ingresar a EE. UU. de manera ilegal. Pero contrario a la mayoría, ella firmó su deportación y fue enviada de regreso a Guatemala el pasado 8 de junio, sin su hijo.
Lea también: ¿Dónde están los menores separados de sus familias en EE. UU.?
Consultada vía telefónica, Lourdes dijo a Prensa Libre que no pudo evitar que las lágrimas corrieran por sus mejillas cuando vio el video de su hijo. “Fue difícil ver esas imágenes. Ver la tristeza en su rostro me partió el corazón”, dijo después de una pausa para respirar y recobrar la compostura.
- Video: Lourdes sufre por su hijo Leo Jeancarlo
Lourdes recuerda a Leo como un niño inquieto y juguetón, muy distinto al que fue captado por la cámara de la mujer que hizo la grabación.
“Lo que más quiero es que me lo manden ya. Quiero abrazarlo y besarlo”, aseguró.
El miércoles, Lourdes pudo hablar con su hijo por medio de una videollamada. “Está más triste que otras veces. Hoy lo vi llorar”, expuso la guatemalteca, cuyo caso es llevado por el abogado estadounidense Michael Avenatti.
De acuerdo con la angustiada madre, el sábado por la noche recibió una llamada de Rosmery Arauz, cónsul general de Guatemala en Nueva York. “Me dijo que están haciendo todo lo posible para que los niños pequeños los regresaran lo antes posible con sus padres”.
Con un nudo en la garganta, Lourdes envía un mensaje a Leo: “Quiero que sepa que lo amo mucho”.
Según información de Univisión, Lourdes tiene derecho a una videollamada a la semana de 45 minutos, y cuando solicitó tener por lo menos dos en el mismo lapso, le indicaron que sí era posible, pero que cada una tardaría 10 minutos.
Lourdes indicó al mismo medio que el día que firmó su salida voluntaria de EE. UU. le aseguraron que sería deportada junto con su hijo, algo que no sucedió. Añadió que no descansará hasta tenerlo de vuelta.
Otro caso
El pasado 20 de junio, Nasario Jacinto Carrillo fue deportado a Guatemala, un mes antes la Patrulla Fronteriza de EE. UU. le había arrebatado a su hija, Filomena, de 5 años.
La pequeña permanece en el mismo albergue que Leo, según constataron autoridades consulares de Guatemala, y ahora espera con ansias el día en que regresará con sus padres al lejano San Juan Ixcoy, Huehuetenango.
Los casos de Lourdes y Nasario son los únicos que se conocen, hasta el momento, de padres guatemaltecos víctimas de la política de separación de familias y que fueron deportados sin sus hijos al país.
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