Esta marcha, por la libertad, la dignidad y la paz, busca salir el próximo sábado desde Tapachula y en ella los extranjeros caminarán en cadenas humanas y pedirán a las autoridades mexicanas respeto para poder avanzar y lograr regulariza su situación en alguna oficina administrativa del Instituto Nacional de Migración (INM) de la capital, según explicaron este miércoles a Efe.
“Tenemos toda la fe en que vamos a salir este 23 de octubre. Estamos haciendo un sacrificio, por lo que pedimos por todas las personas que vamos ya que vamos a caminar hasta donde llegue y nos permita el Señor”, señaló a medios la migrante guatemalteca Estela de León, quien viaja sola.
Estela añadió que en su país existe mucha violencia, pobreza y extorsiones y por ello salió de su nación.
Indicó que su destino último en México es Tijuana, donde busca trabajar y tener una vida segura.
Desde hace varios meses, miles de migrantes de al menos 11 nacionalidades han buscado la manera de salir de Tapachula buscando avanzar en sus trámites ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) o el INM, instituciones saturadas por el volumen de solicitantes.
Jorge Nelson Ramírez, originario de El Salvador, explicó que en Tapachula los migrantes pueden hacer varios oficios, pero las condiciones de vida son a menudo peligrosas.
Los migrantes se instalaron este miércoles fuera las instalaciones del Poder Judicial de Tapachula, donde entre oraciones pidieron a los jueces que les otorguen los amparos que les deben facilitar poder continuar sus viajes.
Este miércoles, los migrantes y los activistas en derechos humanos Irineo Mujica y Luis Rey García Villagrán llevaron 46 paquetes con peticiones de amparo a los jueces federales para que permitan a los migrantes salir de Tapachula en esta caminata.
La región vive una ola migratoria sin precedentes desde comienzos de año con un flujo histórico de 147 mil indocumentados detectados en México de enero a agosto, el triple de 2020, y un récord de 212 mil migrantes detenidos solo en julio por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) de Estados Unidos.
A principios de septiembre, las autoridades mexicanas frustraron el avance de cuatro caravanas de migrantes que partieron desde Tapachula.
Varias agencias de la ONU y ONG criticaron el uso de la fuerza en los operativos para desmontar dichas caravanas.