La decisión de esa corte de apelaciones de San Francisco es un revés para el gobierno de Trump. El Departamento de Seguridad Nacional había apelado esta decisión argumentando que la ley no establecía específicamente qué artículos debían ser entregados.
Esta decisión judicial se produce después de que varios reportes de congresistas y de organizaciones de derechos humanos hayan denunciado las condiciones higiénicas y las enfermedades en los centros de detención para inmigrantes, en su mayoría provenientes de Honduras, Guatemala y El Salvador.
El fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó a inicio de este año que más de 3 mil niños, niñas y adolescentes han cruzado de Tecun Umán, Guatemala, a Tapachula, México.
Sin embargo, la cifra pudo haber crecido exponencialmente considerando que la migración hacia Estados Unidos no se ha detenido. Solo en el año 2018, se ubicó a más de 30,000 niñas, niños y adolescentes de Honduras, Guatemala y El Salvador en los diferentes centros de detención en México.
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“Asegurar que los niños coman suficiente comida comestible, que beban agua limpia, que estén alojados en instalaciones higiénicas, con baños limpios, que tengan jabón y pasta de diente y que no estén privados de sueño constituyen sin duda condiciones esenciales de la seguridad de un niño”, dijo el tribunal.
Los tres jueces que analizaron la apelación determinaron que los productos de higiene básicos y las condiciones adecuadas para dormir son elementos esenciales dispuestos en una ley de 1997 que exige que las instalaciones sean “seguras e higiénicas”.
“La corte de distrito elaboró correctamente su argumentación al requerir estas condiciones en lugar de permitir que el gobierno decida si quiere darlas”, agregaron los magistrados.
El mes pasado, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se declaró “profundamente impactada” por las condiciones de detención de los migrantes en Estados Unidos y subrayó que no habría que separar nunca a los niños de sus padres.
“Como pediatra, pero también como madre y ex jefa de Estado, estoy profundamente impactada de que unos niños sean obligados a dormir en el suelo en instalaciones superpobladas, sin acceso a cuidados sanitarios o a alimentos adecuados y en malas condiciones sanitarias”, declaró Bachelet.
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