Se trata de Wilmer Tulúm, de 14 años, y Jhony Tziquín, 17, originarios de la aldea Tzucubal, que una parte está en Nahualá y la otra en Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá. Los jóvenes son parte del grupo de 21 guatemaltecos que perecieron en esa tragedia.
Wilmer había salido junto con Melvin Guachiac Sipac, 13, cuyo cadáver regresó este viernes al país. Ambos eran amigos de Jhony que vivía en la misma aldea solo que en el lado que pertenece a Santa Catarina Ixtahuacán, y quien salió del pueblo días después.
De pequeños solían jugar en el campo de futbol, comentaron familiares.
En la frontera los tres se encontraron y cruzaron de México a EE. UU., narró Jhony en una de sus últimas comunicaciones telefónicas que sostuvo con sus parientes. La última vez que platicó con ellos les dijo que estaba a punto de abordar un tráiler que los internaría en la Unión Americana, dijo un hermano.
Por eso, al enterarse de la muerte de Wilmer y de Melvin, temían que Jhony también fuera una de las víctimas, temor que confirmaron días después.
“Estamos sufriendo con mucho dolor, él era un gran ejemplo para nosotros”, expresó Nicolás Ortiz, vecino de Tzucubal y amigo de Jhony, quien llegó a la terminal aérea.
Contó que Jhony era un joven ejemplar que se dedicaba a la agricultura y ayudaba a su mamá puesto que el papá falleció hace años. Relató que participaba activamente en la iglesia católica y se dedicaba a formar grupos de jóvenes para integrarlos a la actividad eclesial.
“Nos queda el mensaje que nos daba: no busques enemigos”, narró Ortiz, en medio de su tristeza, al mismo tiempo que reflexionaba sobre los peligros a los que se enfrentan los jóvenes migrantes. Consideró que “hay que pensar” bien si hacer el viaje vale la pena, aunque “no es por gusto” que la juventud de Tzucubal se anima a migrar sino “por la visión de sacar adelante a la familia”.
Las familias rentaron dos buses extraurbanos para venir a la capital a recibir los cuerpos, y se retiraron en caravana junto con varios picops y vehículos que los acompañaban. Informaron que ambos migrantes serán velados durante todo el domingo y que se oficiará una misa. El lunes serán inhumados.
Tragedia
Los cadáveres de los tres jóvenes son los primeros en retornar al país. Al principio, la Cancillería guatemalteca había informado que 22 guatemaltecos se contaban entre los muertos, pero después redujo la cifra a 21.
Hasta ahora no se ha establecido la fecha para la repatriación de los otros 18 migrantes. La Cancillería informó en un comunicado que ” trabaja junto con las autoridades estadounidenses para agilizar el retorno del resto de los guatemaltecos fallecidos”. Al mismo tiempo que garantizó la “asistencia a los familiares durante todo el proceso”.
Las víctimas de esta tragedia sufrieron hipertermia (aumento de la temperatura corporal) y deshidratación aguda al viajar hacinados en un remolque sin ventilación.
Cada año, miles de guatemaltecos intentan llegar a Estados Unidos de forma irregular en busca de un empleo, huyendo de la pobreza y violencia, y de una crisis económica agudizada por la pandemia de covid-19 y que amenaza con extenderse por el encarecimiento de los alimentos a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania.