Algunos de los connacionales aseguran que en muchos casos los patronos no les ofrecen equipo de protección personal, como mascarillas. Mientras que otros no cuentan con protocolos para guardar el distanciamiento social, por si eso fuera poco algunos migrantes duermen en grupos en pequeños inmuebles.
Según registros oficiales del Gobierno de Canadá, solo el año pasado 11 mil 945 guatemaltecos viajaron a ese país a hacer labores agrícolas, una de las pocas áreas en donde la pandemia no ha causado tanta pérdida de puestos de empleo y en donde los trabajadores han sido catalogados “esenciales” para garantizar el suministro alimenticio.
Este año, el Ministerio de Relaciones Exteriores espera que cerca de cinco mil trabajadores guatemaltecos han viajado a Canadá solo en el primer semestre de este 2020.
Hay muchas historias que contar
“Hay mucho temor entre la comunidad, especialmente después de que se supo que tres mexicanos murieron en Ontario. Los trabajadores dicen que lo que más temen en enfermarse porque son el sostén de la familia en Guatemala”, dice un migrante guatemalteco que trabaja en una finca de la provincia de Columbia Británica y que prefiere omitir su nombre.
Este agricultor relata que en muchas fincas se viven momentos difíciles porque los patronos no cumplen con los reglamentos de las autoridades y no proveen mascarillas, ni guantes a los empleados; además, no llevan a cabo una limpieza y desinfección constante de los ambientes para minimizar las posibilidades de contagio.
Aunque algunas sí tratan cumplen con los reglamentos, en aquellas que no, los patronos se las ingenian para alertarse cuando hay o habrá alguna revisión de las autoridades para “apantallar” que cumplen con la normativa, asegura el guatemalteco.
Según relata, la pandemia vino a confirmar una historia de abusos de los han sufrido los trabajadores agrícolas quienes por el miedo de perder su empleo prefieren no hablar de ellos. “Aquí hay muchas historias por contar, pero la gente prefiere tragarse el dolor”, afirma el migrante.
La pandemia trajo un problema adicional a los empleados agrícolas puesto que, debió a la restricción del transporte público, deben caminar largas distancias para llegar hasta sus lugares de trabajo.
“Si me enfermo no sabría qué hacer”
Adán, nombre ficticio con el que prefiere ser citado, se encuentra en Quebec desde julio del año pasado. Debía regresar en marzo pasado, pero no pudo hacerlo por el cierre de las fronteras en Guatemala.
Su situación es complicada. Para empezar, en la finca lechera en la que se desempeña, como en otras, no hay medidas de protección, en cuanto a mascarillas, guantes y menos otro equipo de protección personal; además, las personas entran a la granja e interactúan con todos sin mayores precauciones lo que le hace temer que “es cuestión de tiempo” enfermarse, a pesar de que trata de cuidarse más que otras personas porque es diabético.
Adán es el único latino que trabaja en esa granja y está instalado en un pequeño apartamento donde tiene lo esencial, pero vive solo. Su principal temor es qué pasará si finalmente se enferma puesto que no tiene a quien acudir o pedir auxilio, ni vehículo, ni permiso para conducir. Incluso para tener internet depende de los dueños del apartamento donde duerme.
El migrante guatemalteco tomó la decisión de migrar a Canadá después de pasar nueve meses desempleado en Guatemala y debido a que necesitaba dinero para tratar un padecimiento de su esposa que se quedó en Chiquimula.
Con tristeza afirma que los trabajadores agrícolas ganan el salario mínimo por hacer el triple del trabajo que hace un canadiense porque “las cosas difíciles las hacemos los latinos”. Además, no cuentan con las mismas prestaciones ni acceso a los mismos servicios de salud, aunque pagan los mismos impuestos.
“Nosotros acá en Canadá no somos más que unas máquinas de trabajo. A ellos -los patronos- solo les importa el dinero. No hay quien nos escuche, solo contamos para lo que venimos porque en una finca cuando llega nuestro reemplazo te dicen ‘pues ya serviste, adiós’”, comenta Adán.
Considera que el Gobierno canadiense debería apoyarlos para tener acceso a mejores condiciones de vida puesto que son mano de obra valiosa.
“A la hora de contagiarme qué acciones tomará el gobierno en qué me van a apoyar o solo me tocará morir en cuarentena, lejos de mi familia”, reflexiona.
Muchos contagios
Carlos Rojas, integrante de la organización Conseil Migrant (Consejo Migrante) con sede en Quebec, asegura que la situación es “delicada” porque al menos 600 trabajadores agrícolas han resultado infectados de covid-19, además, tres trabajadores del programa, de nacionalidad mexicana, han muerto. Las cifras oficiales del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) de Guatemala dan cuenta de que en total 60 guatemaltecos han dado positivo, aunque no todos son trabajadores temporales en fincas agrícolas.
Los registros más recientes, hasta el viernes 26 de junio, dan cuenta que solo 12 casos activos de covid-19 hay en Canadá, el resto ya se han recuperado.*
Embajada de Canadá en Guatemala
Rojas señala que “a todas luces” los protocolos han sido insuficientes para evitar los contagios entre trabajadores agrícolas. A la fecha, asegura, los migrantes se han contagiado al tener contacto con personas del exterior de las fincas y luego cuando regresan de trabajar duermen “en lugares con alta densidad poblacional”.
El activista hace un llamado, tanto a los trabajadores como a los gobiernos de los países de donde estos son originarios para que reclamen condiciones adecuadas para laborar ya que “toda persona tiene derechos humanos básicos y a ser tratado igual que los residentes” porque “el hecho que vengan de otro país no significa que tengan menos derechos”.
“Canadá ha tomado medidas, pero a los estados de origen también les corresponde proteger a sus connacionales”, asevera.
Acciones
De hecho, el gobierno de México logró un acuerdo con el de Canadá para aumentar el número de visitas a las granjas y para mejorar las condiciones laborales.
En ese sentido, la oficina de Comunicación del Minex informó que el consulado en Montreal como la sección consular de la Embajada “constantemente monitorean las fincas donde hay trabajadores guatemaltecos y se mantiene comunicación, no sólo con los dueños de las fincas sino también con las autoridades oficiales de Canadá y con los mismos trabajadores”.
Sin embargo, aseguró que por la situación actual de la pandemia no se puede visitar las fincas, pero constantemente se comunican con las partes por teléfono o videoconferencias. Además, destacó que al momento “no hay casos registrados de guatemaltecos afectados en las fincas donde se registraron los casos de los ciudadanos mexicanos”.
En una comunicación con Prensa Libre, la embajada de Canadá en Guatemala reconoció que la emergencia del covid-19 ha afectado el programa de trabajadores agrícolas “a pesar de las medidas preventivas que han sido tomadas”.
Sanciones drásticas
“El Gobierno de Canadá ha redoblado sus esfuerzos en garantizar el estricto cumplimiento de los lineamientos sanitarios y de seguridad laboral vigentes”, añadió la misión diplomática.
En tal sentido garantizó que, tal como lo anunció el primer ministro Justin Trudeau y su homólogo de la provincia de Ontario, Doug Ford, se harán inspecciones exhaustivas y “aquellos patronos que no cumplan los protocolos establecidos a cabalidad enfrentarán sanciones y serias consecuencias”.
La Embajada resaltó que el programa de trabajadores agrícolas temporales “es uno de los mejores ejemplos de cooperación entre Canadá y Guatemala” ya que “los dos países se benefician enormemente de esta iniciativa”.
En abril pasado, cuando se conocieron los primeros contagios de guatemaltecos, la Embajada afirmó que Canadá “toma muy en serio la salud de los trabajadores temporales guatemaltecos”, quienes están protegidos por el sistema de salud público gubernamental al igual que el resto de los canadienses.
Aseguró que si un trabajador resulta contagiado el patrono deberá hacer arreglos de inmediato para que dicho trabajador sea aislado de los demás, además de comunicar el hecho a las autoridades encargadas del tema de salud y que el tiempo que el migrante no trabaje deberá ser remunerado.
*Nota del Editor: esta nota se actualizó el sábado 27 de junio con las cifras total de contagios de covid-19 en Canadá y los casos activos hasta el viernes 26 de junio, de acuerdo con la información facilitada por el Ministerio de Relaciones Exteriores.