Nielsen remarcó que aquellos que “cometen acciones ilegales tienen consecuencias”, al margen de si están acompañados por menores de edad o no.
“Este gobierno tiene un mensaje sencillo: si cruzas la frontera de manera ilegal, serás procesado”, agregó la funcionaria.
La política de “tolerancia cero” en la frontera y contra la inmigración impulsada por Trump ha separado a 2300 niños de sus familiares en la frontera con México.
La senadora Jeanne Shaheen subrayó en redes sociales que estos números significan que Estados Unidos separa en promedio “unos 70 niños por día” en su campaña para disuadir la inmigración clandestina hacia territorio estadounidense.
Según la legisladora, este nuevo número fue confirmado por el DHS a su equipo en el Senado. “Esto es repugnante, y es una pesadilla para esas familias”, aseguró Shaheen.
El gobierno enfrenta una oleada de indignación generalizada por la aplicación de esta nueva normativa administrativa, de separar a las familias de inmigrantes de sus hijos, que son mantenidos en un lugar separado y desconocido para los adultos.
Hasta el Secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se sumó al afirmar categóricamente este lunes que los niños “no deben ser separados de sus familias”.
La controversia se vio alimentada por imágenes de las familias siendo retenidas en lugares divididos con cercas de alambre que dan la impresión de jaulas.
Este mismo lunes, el presidente Donald Trump reafirmó la aplicación de esa controvertida norma, y afirmó que “Estados Unidos no será un campo de inmigrantes, y no será un complejo para mantener refugiados. No lo será”.
Por su parte, el Fiscal General y Secretario de Justicia, Jeff Sessions, justificó la división de familias alegando que llevar niños a través de la frontera no proporciona a esos inmigrantes “inmunidad” ante la ley. En tanto, en el Congreso, la legisladora Norma Torres dijo a la prensa que “esos niños han sido tomados como rehenes por Trump, porque quiere que se aprueben recursos para el muro en la frontera”.
La líder de la bancada del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que es necesario “poner punto final a esta política inhumana y bárbara”.
Hasta el momento, la Cancillería desconoce cuántas familias guatemaltecas podrían verse afectadas; no obstante, la oficina de Comunicación Social informó que los cónsules de Del Río y McAllen, en Texas, y de Tucson, Arizona hacen la verificación y están pendientes de cada caso.
“Nosotros no solamente por la crisis generada en este momento estamos actuando sino que esta protección a los menores se les da todo el tiempo”, informó una portavoz de la Cancillería.
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Práctica cruel
“Inadmisible” y “cruel” fueron los términos usados por el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU Zeid Ra'ad Al Hussein para denunciar la política estadounidense de separar a los niños migrantes de sus padres en la frontera con México.
Zeid Ra'ad Al Hussein, Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU
Dando rienda suelta a su emoción, el responsable de la ONU reclamó al gobierno de Donald Trump “poner fin inmediatamente” a esta “práctica cruel”.
También, el secretario general de Naciones Unidas Antonio Guterres defendió que los niños “no deben ser traumatizados separándolos de sus padres”.
“La unidad familiar debe ser preservada”, dijo Guterres a través de su portavoz, Stéphane Dujarric.
En consecuencia, han crecido en los últimos días las críticas de la oposición demócrata, pero también en el seno del propio partido republicano, al que pertenece el mandatario estadounidense.
Medios de comunicación han publicado el área donde, aparentemente, los menores serán alojados, y que se asemejan a campos de refugiados que se instalan en países en guerra.
Aunque reportes oficiales destacan que tendrá capacidad para unos 350 menores, medios han publicado que podría albergar hasta cuatro mil infantes.
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