Además, es una respuesta a las demandas de autoridades migratorias, que hace unos días, y después de la muerte de un segundo niño guatemalteco bajo su custodia, declararon que estaban al borde del colapso y exigían más fondos para atender a los miles de migrantes que llegan a la frontera de ese país a través de México.
Las autoridades locales denunciaron la medida del ICE como irresponsable y a la vez insensible en una fecha de regocijo, y se quejaron de que no les informaron nada, por lo que no pueden ofrecerles condiciones idóneas a los migrantes para quedarse.
Temen, entonces, que los solicitantes de asilo (que se supone ya dieron un primer paso para solventar su situación migratoria en EE. UU. y entre los que hay niños y mujeres) tengan que dormir en las calles, según información consingnada en el TexasMonthly.
Autoridades de la localidad también dijeron que el ICE rompió su promesa, ya que en octubre último aseguró que no liberaría en masa a migrantes, y si lo hacía, coordinaría con entidades y organizaciones para darles albergue, algo que tampoco cumplieron. Además, temen que nuevos grupos sean liberados.
“Muchos de los migrantes no sabían ni dónde estaban el domingo (23) como a eso de las 19 horas”, dijo un funcionario local, citado por el TexasMonthly. “Comenzaron a buscar teléfonos para llamar a algún familiar. Un grupo de pobladores comenzó a ayudarlos con algo de comida y agua. Mi esposa y yo trajimos naranjas y barras de granola; otros trajeron pizza, pero se agotaron con rapidez”, agregó.
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