En dicho periodo fiscal —que comenzó en octubre del año pasado y finaliza en septiembre próximo— la CBP, como es conocida la Patrulla Fronteriza por sus siglas en inglés, ha detenido a casi 400 mil personas, una cuarta parte solo en febrero pasado.
La detección de migrantes guatemaltecos es la que más se ha incrementado. Así, las de adultos que viajan solos aumentó 12%, la de menores no acompañados, 90%; y las de unidades familiares, 281%.
En general de 13 mil 138 procesos de detención de guatemaltecos ocurridos en enero, pasaron a 19 mil 6 en febrero. Al comparar los cinco meses del presente año fiscal, Guatemala es el país con más migrantes detenidos en la frontera sur de EE. UU. de las tres naciones del Triángulo Norte, seguido de Honduras y luego por El Salvador.
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Las detenciones interanuales también crecieron puesto que en los primeros cinco meses del año fiscal 2020 sumaron 23 mil 219, y en el mismo periodo del 2021 se contabilizaron 64 mil 217, un alza de 176%.
Fuentes consultadas que están en la frontera sur reconocen que el cruce de guatemaltecos se ha incrementado lo que se demuestra con el hecho de que los consulados han tenido más trabajo, aunque de momento pareciera que ningún centro de detención se ha desbordado.
No obstante, temen que durante marzo y abril pueda haber una explosión de migrantes porque estos meses son los que históricamente más aprovechan las redes de tráfico de personas para ingresar indocumentados a EE. UU. posiblemente porque en primavera las condiciones climáticas no son extremas.
¿Habrá crisis?
La esperanza de que las medidas migratorias se suavicen tras la llegada del presidente Joe Biden es uno de los principales motores que impulsan la migración, aseguran expertos en el tema; sin embargo, la gran pregunta que se hacen es si el número rebasará, otra vez, las capacidades de los centros de detención de EE. UU.
Ya la Casa Blanca lo admitió este lunes 15 de marzo, por medio de su portavoz, Jen Psaki, quien indicó que las condiciones en las que se encuentran muchos menores no acompañados en al menos un centro de Texas, a cargo de la CBP “no son aceptables”.
Ya el presidente Biden había ordenado el sábado pasado a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (Fema) atender al creciente número de menores migrantes que viajan solos hasta la frontera y entran en EE. UU. de manera irregular, una medida que adoptó su antecesor Barack Obama durante la crisis migratoria de menores del 2014.
Las alarmas se encendieron después de que medios de comunicación estadounidenses reportaron que solo en dos semanas la CBP había interceptado a tres mil 250 menores no acompañados y eran atendidos en albergues para adultos.
El canal CNN aseguró que, ante la demanda de niños en los centros de la CBP, se están procesando en un promedio de cuatro días cuando la ley estadounidense indica que pueden permanecer un máximo de 72 horas en esas instalaciones y luego tienen que ser trasladados a albergues del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que a su vez los entregan a un tutor hasta que se resuelva su caso migratorio.
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Otros medios han reportado que están ingresando un promedio de 435 menores no acompañados por día y que algunos han sido retenidos hasta ocho días.
Se romperá el récord
En Guatemala, el consultor migratorio Fernando Castro opina que está próximo el “colapso de la capacidad de atención” de los centros de detención que será provocado por una “afluencia extraordinaria de migrantes”.
Castro es de los que cree que la flexibilización de ciertas normas migratorias en EE. UU. “es un aliciente que promoverá mayor migración”.
“Las familias comunican que hay oportunidad y promueven enviar a sus hijos, ya que ahora pueden ser reclamados por familiares. Los coyotes se aprovechan e incrementan costos hasta por US$10 mil por cada uno”, dice.
Jahir Dabroy, analista en temas de migración, expuso que las redes de tráfico de personas están aprovechando la llegada de Biden al poder para difundir en las áreas rurales, a través de redes sociales, información falsa de que existen facilidades para que las personas puedan migrar a EE. UU.
Estas redes de coyotaje han encontrado un suelo fértil en una enorme cantidad de comunidades, apunta Dabroy, donde se ha incrementado la pobreza y pobreza extrema, no solo a raíz de la pandemia del covid-19, sino por el paso de las tormentas tropicales de finales del año pasado.
¿Por qué los niños guatemaltecos?
Dabroy destaca que de nuevo Guatemala vuelve a figurar en el primer lugar de menores de edad no acompañados detenidos en la frontera sur de EE. UU. “una realidad que debe ser atendida por el Estado con políticas para evitar la migración y no solo pidiendo a las personas que no migren”.
En efecto, según estadísticas de la CBP, en los primeros cinco meses del presente año fiscal se ha reportado la detención de 10 mil 114 menores de edad o acompañados de Guatemala, contra 6 mil 96 hondureños, y 2 mil 203 de El Salvador.
Esta situación obedece a que, ante la situación de pobreza y marginación en que vive la niñez y adolescencia, les toca asumir responsabilidades familiares desde muy temprana edad, con lo cual se limita su desarrollo como niños, afirma Dabroy.
“Si salimos a la calle es muy probable que nos topemos con niños de 8 o 7 años que han salido de sus comunidades a trabajar porque muchos de ellos asumen el papel de personas adultas, como generadores de ingresos para sus familias”, añadió. “Se ven en la capacidad de asumir un trabajo fuera del país. ¿Si ya han migrado a la capital por qué no a EE. UU.?”.