“Ante los presuntos hechos violatorios de derechos humanos, difundidos en diversos medios de comunicación, la CNDH inició la investigación de oficio con la finalidad de indagar posibles actos u omisiones cometidos por parte de servidores públicos de la Secretaría de Defensa”, informó la CNDH.
El ente aseveró que los actos perpetrados por el soldado mexicano al disparar el Lunes Santo contra el migrante “por su naturaleza pudieran resultar de especial gravedad y constituir violaciones a los derechos humanos”.
El joven fue identificado como Elvin Mazariegos Pérez, un migrante guatemalteco que pretendía evitar un control militar en el municipio de Motozintla, en el estado de Chiapas, frontera de México con Guatemala.
Este martes, la Secretaría de la Defensa Nacional, encargada del Ejército, confirmó que un soldado mató a Mazariegos Pérez en la frontera sur y argumentó que el militar tuvo “una reacción errónea”.
El general Luis Cresencio Sandoval, secretario de Defensa, detalló que Mazariegos Pérez viajaba con otras dos personas en un vehículo que dio marcha atrás al observar el punto de revisión.
Las declaraciones del líder del Ejército mexicano, en la rueda de prensa diaria del Palacio Nacional, ocurrieron horas después del anuncio de una indagatoria por homicidio agravado en la Fiscalía de Inmigrantes de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chiapas.
La muerte del guatemalteco sucedió días después del feminicidio de Victoria Esperanza Salazar, migrante de El Salvador, de 36 años, que tenía visa humanitaria, asesinada por cuatro policías del municipio de Tulum, enclave turístico de Quintana Roo.
El deceso de Victoria, grabado en vídeo el sábado, ha despertado protestas de grupos que acusan a las fuerzas de seguridad mexicanas de racismo y misoginia, además de reclamos de El Salvador.