La salvadoreña Geyso Lemus, quien vive en el país de manera ilegal y es madre de un niño que llegó solo al país en el 2014 y ahora tiene asilo, dijo que el Estatus de Protección Temporal, o TPS por su siglas en inglés, le daría la tranquilidad de saber que no podría ser deportada y separada de sus dos hijos, uno de los cuales es estadounidense, y de su esposo, que tiene TPS.
“Queremos que la senadora luche por el Estatus de Protección Temporal, para los que no tenemos este beneficio”, dijo la centroamericana, quien asistió a la manifestación con sus hijos Anderson y Justin, quien nació en EE. UU.
Nancy Zúñiga, representante de la organización Alianza por los Derechos Humanos de Familias y Niños Refugiados, con sede en Los Ángeles, dijo que la manifestación se enfocó en Feinstein porque ella es integrante de la Comisión de Asuntos Jurídicos, la cual está encargada de inmigración y otros asuntos.
A través de un mensaje electrónico, una representante de Feinstein, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada para hablar con la prensa, dijo: “La senadora Feinstein ha estado por mucho tiempo a la vanguardia de la protección de niños inmigrantes no acompañados y cree que Estados Unidos tiene la obligación de proteger a menores vulnerables”.
La cantidad de niños que cruzan la frontera de manera ilegal se disparó en el 2014, lo que llevó al gobierno de Obama a decir que los menores que no cubrieran los requisitos para quedarse legalmente en el país serían deportados rápidamente.
Después de ser criticado por un operativo nacional para detener inmigrantes a principios de este año, el gobierno anunció que ampliaría un programa para que centroamericanos puedan solicitar estatus de refugiados antes de arriesgar sus vidas tratando de llegar por tierra a la frontera estadounidense.
El gobierno de Obama ha deportado a cerca del cuatro por ciento de decenas de miles de menores que han llegado solos a la frontera en los últimos años, de acuerdo con cifras oficiales. Este porcentaje equivale a 7 mil 643 menores deportados entre los años presupuestarios del 2012 al 2015, de los cuales la mayoría procedía de Honduras, El Salvador y Guatemala.
A raíz de que siguen llegando niños y familias a la frontera, cientos de organizaciones y al menos 22 senadores demócratas han pedido a Obama que otorgue TPS a estas familias centroamericanas, porque si son deportados regresarían a un ambiente violento.
