Claudia Pahola Herrera Montoya, desde Bélgica escribió: “Yo vivo aquí desde hace 22 años, y hoy es un día muy trágico en Bélgica”.
“Nosotros estábamos por salir para el aeropuerto cuando el taxista nos avisó que había escuchado algo muy extraño, no pensamos que fuese algo grave porque aquí no salieron noticias, apenas una hora después salió por la televisión”.
“Íbamos para España, estábamos en espera del taxi; el taxista vino antes y nos avisó, por la televisión y radio no habían comunicado nada. Estábamos a una hora del aeropuerto”.
“Yo soy diseñadora, íbamos para un proyecto en Alicante – España –. Nuestro colega que estaba casi llegando al aeropuerto no estaba enterado, pensó que solo había tráfico. Nosotros le avisamos a tiempo y pudo regresar”.
“Llamamos a todos lados, en el aeropuerto nadie nos podía ayudar, a las nueve – horas – nos dijeron que no podíamos usar el teléfono en el país, pero que nos comunicáramos por medio del medio social –Twitter Facebook–. Desde las nueve de la mañana hasta ahora no paran de dar noticias”.
“Hay 34 muertos y 230 heridos, las bombas estaban llenas de clavos, no sé si lo pueda llamar así, pero eso hizo que las heridas fuesen muy, muy graves, muchas personas están graves y sus piernas y brazos serán amputados. En tres estaciones de metro igual hubieron atentados”.
https://www.youtube.com/watch?v=ZS_otevJFPs
Sandy y su bebé de ocho meses
“En el metro hubo muertos. Yo utilizo todos los días el metro, lo espero a las nueve para desplazarme por el centro de Bélgica con mi bebé de ocho meses, y hoy por enfermedad de mi hija grande de ocho años me quede en casa”, este es el testimonio de Sandy Hernández la guatemalteca que hoy no subió al metro donde ocurrió el atentado.
“Es triste ver el metro convertido en una lata por la bomba del atentado. Todos los días viajan niños para ir a la escuela y otros –personas – van a trabajar, es doloroso”.
“Se vive terror”
“Hola, estoy en Bélgica, se vive terror”, fue lo primero que escribió Jahson Bernárdez, en su perfil de Facebook. “les debo de contar mi experiencia”.
“Tenía un vuelo para mañana que saldría de Zaventem hacia Guatemala, con el único propósito –de su viaje – pasar Viernes Santo en Antigua y cargar a Jesus sepultado de San Felipe”.
“Hoy debí ir al aeropuerto y dormir ahí, sin embargo, por todo lo ocurrido esta mañana mi vuelo fue cancelado. Si mi vuelo hubiera salido hubiera sufrido el atentado.
“La gente está cansada con todo esto del terrorismo”
El quetzalteco, Enrique Hernández Ávila, quien tiene casi dos lustros de vivir en ese país europeo, explicó que cuando ocurrieron los ataques se encontraba viajando en el metro.
