Los legisladores no podían ponerse de acuerdo en un presupuesto íntegro para financiar al Gobierno y, por eso, han ido dividiendo en diferentes leyes los fondos para diferentes departamentos.
En la propuesta aprobada hoy no se incluye el presupuesto para el Departamento de Seguridad Nacional, encargado del muro y cuya financiación se considerará por separado en otra iniciativa.
A finales de mayo, la Casa Blanca, a través de su Oficina de Administración y Presupuesto, solicitó al Congreso US$1 mil 600 millones para construir 32 millas (51.5 kilómetros) de muro en el sector del Valle del Río Grande (sur de Texas) y otras 28 millas (45 kilómetros) de valla en esa misma zona.
También planteaba otras 14 millas (22.5 kilómetros) de muro en el sector de San Diego (California), para sustituir la verja existente.
Estas son algunas de las zonas donde los agentes de la Patrulla Fronteriza efectúan un mayor número de detenciones.
Era previsible que la propuesta cosechara el apoyo de la Cámara de Representantes porque los republicanos detentan una holgada mayoría con 240 escaños frente a los 194 de los demócratas, que se han opuesto en diferentes ocasiones a aprobar cualquier propuesta para financiar el muro.
A pesar de su aprobación en la Cámara baja, es casi imposible que la legislación logre el respaldo del Senado, que deber pronunciarse al respecto.
Para ser aprobadas, las propuestas legislativas de gasto requieren el aval de 60 legisladores en el Senado, donde los republicanos solo tienen 52 votos y por tanto necesitarían el apoyo de ocho demócratas, algo que parece imposible.
El Congreso necesita aprobar un presupuesto para el año fiscal 2018 antes del final de septiembre y, si no lo logra, se produciría un cierre de la Administración, como ocurrió en 2013.
Los demócratas se han opuesto a aprobar un presupuesto que contenga cualquier fondo para alzar la barrera fronteriza y, en otoño del año pasado, ya amenazaron con precipitar un cierre de Gobierno.