“Sí, voy a realizar audiencias sobre las muertes de estos dos niños y sobre las políticas que promueven que vengan”, aseguró el congresista a la cadena noticiosa.
La niña guatemalteca Jakelin Caal, de 7 años, murió el 14 de diciembre último de un paro cardíaco debido a deshidratación mientras se encontraba custodiada por agentes de la Patrulla Fronteriza, luego de que un grupo de decenas de migrantes se entregó a las autoridades después de cruzar una zona desértica de Nogales.
El 26 último se conocía el fallecimiento del niño Felipe Gómez, de 8 años, mientras se encontraba detenido en Nuevo México, después de haber sido dos veces recluido en un centro hospitalario.
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Las muertes centraron la atención sobre las condiciones en que esperan su destino miles de migrantes en centros de detención del Servicio de Migración y Control de Aduanas (ICE).
El anuncio de Graham coincide con el ofrecimiento del Gobierno de efectuar controles médicos exhaustivos a los niños que se encuentran en estos centros de detención.
Según autoridades fronterizas, la reciente ola de migración ha saturado las fronteras y los albergues, por lo que alertaron de que necesitan más fondos.
La aglomeración es tal que unos 200 migrantes que habían solicitado asilo legal fueron abandonados a su suerte en una estación de autobuses en El Paso, Texas.
“Docenas de personas han sido trasladadas a hospitales con síntomas parecidos a la gripe y otros síntomas en los últimos días, dijeron las autoridades, lo que plantea la pregunta de si la enfermedad se está propagando en los refugios para migrantes en México”, consigna Univisión.
Aunque una comisión del Congreso ya constató y denunció las malas condiciones en los albergues para migrantes de Estados Unidos, el presidente Donald Trump sostiene que los niños guatemaltecos “ya venían enfermos”.