“Estas personas presentaron su documentación necesaria. En el caso de los menores deben de portar pasaporte vigente y viajar con al menos uno de los padres”, afirmó Mena, quien precisó que dentro del grupo de 600 ingresaron 20 niños y niñas.
Mientras tanto en la Casa del Migrante de la zona 1, familias enteras se han acercado a pedir auxilio. Adultos con niños en brazos visiblemente agotados y necesitados de ayuda han llegado a ese lugar.
El sacerdote Mauro Verzeletti, director de esa organización, precisó que el miércoles llegaron 200 personas y el jueves “siguen llegando”. A quienes se acercan, como en ocasiones anteriores, se les brinda alimentación, un lugar para ducharse e información de las rutas migratorias.
Responsables de la Casa del Migrante aseguraron que durante el día han llegado 86 personas. Uno de ellos, Miguel Concepción Mejía, expuso que tomó la decisión de migrar porque la situación en Honduras “está difícil”.
“Allá en Honduras ya no hay nada, todo va para arriba, los precios la comida, y los sueldos no alcanzan, por eso la idea es llegar a Estados Unidos”, enfatizó el migrante, quien aseguró que en Honduras se quedó su familia con quien trata de comunicarse cada vez que puede y a quien prefirió no llevárselos por lo riesgoso del camino.
No visas humanitarias
Muchos de los migrantes se han adelantado y comenzaron a llegar a Ciudad Tecún Umán, frontera con México, y de hecho las autoridades guatemaltecas ya han registrado su salida. En redes sociales circulan fotografías en donde los hondureños esperan ingresar a ese país.
Mena afirmó que el INM también envió personal adiciona a ese puesto fronteriza para agilizar el paso de migrantes. Asimismo, garantizó que Guatemala no sancionará ni devolverá a Honduras aquellos que ingresen de manera irregular y que soliciten protección internacional en los puestos fronterizos.
Se desconoce qué permiso (si es que lo otorgan) darán las autoridades mexicanas a los migrantes hondureños puesto que, recientemente la secretaria de Gobernación de México, Olga López Sánchez, aseguró que no otorgarán visas humanitarias de forma masiva, sino que el Gobierno se limitará a entregar permisos “temporales” de visitante y de trabajo en el sureste mexicano y que estos se entregarán de forma ordenada y segura.
Historias
“Nos vamos con la familia para Estados Unidos, aquí no podemos vivir por falta de trabajo”, dijo a la agencia EFE una mujer que prefirió no identificarse, mientras hacía fila con sus “dos hijos menores” en el punto aduanero de Agua Caliente, departamento occidental de Ocotepeque, fronterizo con Guatemala.
Comentó que llegó a medianoche a la ciudad de Ocotepeque, situada a pocos kilómetros de Agua Caliente, y este jueves estaba “haciendo fila para salir legalmente” de su país.
En esta ocasión la mayoría de los migrantes son hombres y mujeres jóvenes, y muchos niños, desde recién nacidos hasta adolescentes. En las otras caravanas que ha habido desde octubre de 2018 también iban muchos adultos mayores, algunos en sillas de rueda, otros con muletas o bordón.
Mientras del lado derecho del edificio en dirección hacia territorio de Guatemala hacían fila los que intentaban este jueves salir del país, por el lado izquierdo, regresaban dos hermanos que hace quince días se habían ido de manera irregular y no pudieron pasar de México.
Sentado a orilla de la carretera, en territorio hondureño, a pocos metros del punto migratorio, Porfirio Mejía, de 37 años, relató que “los ladrones” les quitaron “todo”.
Añadió que con su hermano, ambos albañiles, perdieron el poco dinero que llevaban para sobrevivir en el largo viaje que habían emprendido.
“Yo llevaba 2.000 lempiras” (unos 84 dólares), añade Porfirio, quien no sabía cómo hacer, sin dinero, para regresar de nuevo a su pueblo, San Nicolás, en el departamento de Copán, colindante con Ocotepeque y también fronterizo con Guatemala.
El regreso desde México dijo que lo hicieron a veces en autobús y otras en vehículos particulares de personas que se compadecían de ellos y terminaron dejándoles en la frontera.
Muchos de los migrantes que hoy llegaron al punto fronterizo de Agua Caliente pernoctaron anoche en albergues de Ocotepeque y poblados vecinos para estar temprano haciendo fila y salir legalmente del país.
Una veintena a los que se les preguntó con qué tipo de documento viajan, respondieron que con el carné de identidad.
Con ese documento pueden salir de su país y entrar a Guatemala, pero no les sirve para llegar a México y Estados Unidos.
Un oficial del personal del Instituto Nacional de Migración (INM) de Honduras, que habló a cambio de que se omitiera su nombre, dijo que hacia las 8 horas habían hecho su trámite de salida unos 400 hondureños, y que el miércoles lo hicieron entre 1.100 y 1.200.
Esta vez, los migrantes han podido llegar a Agua Caliente sin tener que pasar rigurosos controles de seguridad de militares y policías provistos de bastones de madera, escudos, chalecos antibalas y bombas lacrimógenas, como ocurrió con las tres caravanas anteriores que salieron, una en octubre de 2018 y dos en enero de este año.
Nueva caravana
La cuarta caravana de inmigrantes partió en autobuses y a pie entre la noche del martes y el amanecer de este miércoles desde San Pedro Sula (norte) con la intención de llegar a Estados Unidos, emulando caravanas anteriores que desde octubre del año pasado salieron para huir de la pobreza y la violencia.
La mayoría de integrantes de las caravanas anteriores optaron por obviar el paso legal y cruzaron el río Suchiate que divide a Guatemala con México, algunos a nado y otros en precarias balsas construidas con cámaras de neumáticos y tablas de madera.
En esas ocasiones, previo a cruzar, varios migrantes pasaron varios días hacinados en el puente internacional que une los dos países, mientras que otros pernoctaron en la pequeña plaza de Tecún Umán.
Los éxodos masivos de migrantes hondureños, a los que se han unido guatemaltecos y salvadoreños, han provocado el malestar de Estados Unidos.
El presidente Donald Trump inició un proceso para retirar la ayuda financiera a Guatemala, Honduras y El Salvador por no evitar la salida de caravanas.
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