En el caso de los pasaportes, el atraso en la entrega de se nota en que, hasta ayer, el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) tenía un total de 111 mil 583 de estos documentos que estaban pendientes de ser impresos y apenas contaba con 24 mil 603 cartillas para hacer frente a esa demanda, según un reporte del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex).
Estos pasaportes, incluso, ya fueron cobrados a un costo de US$65.
La totalidad de documentos pendientes de imprimirse son de usuarios que viven en EE. UU., principalmente en las jurisdicciones que cubren los consulados de Lake Worth, Florida, 42 mil 966; Los Ángeles, California, 28 mil 193; Houston, Texas, 17 mil 80, y Chicago, Illinois, 9 mil 86. En estos cuatro estados se concentra el 87% de los pasaportes que siguen pendientes.
Parte del problema radica en que de las 44 máquinas impresoras con que cuenta el IGM en EE. UU. solo funcionan 21, según datos que esta institución dio a conocer en una citación que hubo recientemente en el Congreso de la República con integrantes de la Comisión del Migrante.
En algunos consulados con alta demanda, como el de Houston, hay cuatro asignadas, pero solo una trabaja, igual situación ocurre en Los Ángeles, donde también funciona solo una de cinco que tienen en inventario.
Contrato
Pero el gran inconveniente es la falta de libretas que se hace evidente no solo en EE. UU. sino en Guatemala. El IGM espera solucionar este inconveniente con la firma de un nuevo contrato por Q35.6 millones que adjudicó a inicios de mes con la empresa Icards Solutions, S.A. de C. V. para la compra de un millón de cartillas a un costo individual de Q35.65.
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La diputada Ligia Hernández, integrante de la Comisión del Migrante del Congreso, dijo que el compromiso de Migración es que para julio se habrán hecho llegar 600 mil libretas. “Es vergonzoso que el Estado no solo expulsa a su gente, sino tampoco pueda brindarles algo tan esencial como es el pasaporte”, dijo.
Este documento es vital para los connacionales que viven en EE. UU. aseguran líderes migrantes en ese país, puesto que es el único reconocido por instituciones públicas y privadas y que les abre las puertas para cuestiones básicas como inscribirse a una escuela o universidad, recibir atención médica, pagar impuestos y en ciertos estados abrir un negocio.
“El problema de los pasaportes ha sido de siempre”, se lamenta Marlon González, líder migrante de Florida y fundador de la organización Misión Guatemala-USA.
Los connacionales en EE. UU. consideran una “falta de respeto” de parte del Gobierno hacia los migrantes el que nunca se solucione el problema para esta población que con el envío de remesas es la responsable de que la economía guatemalteca no haya colapsado durante la pandemia y de que los números macroeconómicos se mantengan estables.
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Solo el año pasado se recibieron más de US$15 mil 295 millones en remesas familiares, monto que por primera vez en la historia superó al de las exportaciones. Según las proyecciones, para este año este rubro de divisas representará el 18.4% del PIB.
“Ha sido un verdadero dolor de cabeza para la comunidad migrante. Esperamos que dejen de jugar con nosotros porque exponen a la comunidad a vivir verdaderas angustias”, expuso González, quien destacó que Florida es el segundo estado donde más guatemaltecos radican en la Unión Americana.
Dijo que los problemas para el migrante empiezan desde el momento en que quiere concertar una cita en un consulado puesto que siguen programándolas hasta seis meses después lo que ha sido aprovechado por mafias que vencen estos turnos hasta por un monto de US$300.
Luego de solicitar un pasaporte, para la entrega, hay que esperar un tiempo similar.
González precisó que, para un guatemalteco con estatus migratorio irregular, contar con el pasaporte puede ser la diferencia entre recibir un citatorio para resolver su situación migratoria en un juzgado y la deportación.
“Tiene que haber voluntad política para que se termine esta pesadilla de la comunidad migrante, porque es difícil comprender que a propósito jueguen con la estabilidad física, emocional y jurídica de las personas que viven en EE. UU.”, remarcó.
No quieren resolver el problema
Roland Gramajo, guatemalteco que reside en Houston, coincidió en que el problema lleva más de una década y en que las citas las da el consulado, en unos casos, hasta un año después. Por tal motivo exigió a las entidades involucradas en otorgar este documento a llegar a un acuerdo “para no seguir afectando a la comunidad guatemalteca en EE. UU.”.
El líder migrante dijo que hace 10 años pasaba hasta un año para que una persona recibiera su pasaporte y que, con la llegada de las máquinas impresoras, en 2018, se pensó que la situación iba a mejorar. Pero, con citas programadas hasta 2024, la situación “sigue crítica”.
Expuso que hay migrantes que son detenidos, los dejan en libertad, pero que urgen del pasaporte para solventar su situación en un juzgado de migración ya que es el único documento de identificación que reconocen las autoridades judiciales en aquel país.
Gramajo no sabe si por ignorancia o corrupción ningún gobierno ha querido solucionar el problema, porque recursos hay, pero “siempre hablan de proyectos piloto, vienen acá a contarnos historias a pedirle la opinión a la comunidad, a gastar en viajes, pero no dan soluciones”.
Solo Guatemala tiene este problema
Tekandi Panigua, excónsul de Guatemala en Los Ángeles, dijo que probablemente se vive la peor crisis de pasaportes extendidos en el extranjero en la historia, e indicó que países como México, El Salvador y Honduras están a “años luz” en cuanto a la atención que dan a sus ciudadanos y a la emisión de dicho documento.
Añadió que el mecanismo para obtener una cita en los consulados de Guatemala sigue “obsoleto, mecánico y tardado” y que “las mafias lo entienden muy bien y sacan provecho cobrando por agilizar” estos procedimientos.
Posturas
La oficina de Comunicación del Minex dijo que la programación de citas aún depende de los aforos “que siguen siendo regulados por las autoridades” de EE. UU. y en cuando a los pasaportes refirió que hace poco el IGM envió 30 mil cartillas, pero no se logra reducir el número de documentos pendientes de imprimir porque a diario se atiende a más personas.
Por su parte, la oficina de Comunicación de Migración garantizó la emisión de pasaportes en el extranjero ya que el 3 de mayo se enviará un lote de cartillas a los consulados de Guatemala en EE. UU. “que permitirá agilizar la atención a la población”.
Con esto, más la cantidad de libretas que hay en inventario “estaremos suministrando suficientes pasaportes para atender más del 85% de la demanda pendiente a la brevedad posible”, sostuvo el IGM.
Añadió que la institución mantiene una coordinación directa con el Minex “para poder solventar la situación” y que trabajan en la programación de más envíos de libretas “de manera frecuente para evitar el desabastecimiento”.