Al respecto, el fiscal contra el Tráfico Ilícito de Migrantes, Stuardo Campo, expuso a Prensa Libre que este tipo de organizaciones manejan grandes cantidades de dinero y sus víctimas son los guatemaltecos que viven en condiciones de pobreza.
Campos, quien pasó a esa Fiscalía el pasado 16 de abril y que antes fue fiscal contra la Corrupción, subraya que, aunque el esfuerzo de la fiscalía que dirige es hacer cumplir las leyes, la migración irregular seguirá toda vez no se lleve el desarrollo a las áreas más necesitadas y recónditas del país.
¿Cómo han evolucionado las redes de tráfico de migrantes, quiénes son sus principales víctimas?
Las víctimas son los migrantes, las personas que viven en pobreza y pobreza extrema y miseria. Hemos notado con muchísima preocupación que hay grupos organizados que son muy violentos y algo que nos ha llamado la atención son los grandes flujos de dinero y de bienes obtenidos de forma ilícita. Por eso nuestro nuevo enfoque es golpear a estas estructuras en la parte financiera.
¿Cuántas estructura investigan actualmente y cuántos miembros las integran?
Manejamos 210 investigaciones que están en desarrollo, de estas podríamos mencionar que existe información de cuatro grupos delictivos organizados, que esperamos desarticular en los próximos meses. Hemos logrado, en algunos casos, identificar a más de 40 o 50 miembros de cada estructura.
¿Cómo se distribuyen los cargos en las estructuras?
En principio están los captadores que se dedican a conseguir a los migrantes y quienes reciben una remuneración por cada persona que logran captar. Luego están los transportistas que facilitan la movilización de los migrantes, a través de vehículos particulares, transporte público y furgones. También tenemos a personas que juegan un rol de hospedadores de los migrantes, hemos aprendido a interpretar el lenguaje de las redes de tráfico y les llaman bodegas a donde los llevan. Hay bodegas en México y EE. UU. Luego están los guías, conocidos como coyotes, que acompañan a los migrantes para indicarles las rutas a seguir para llegar a EE. UU. Luego están las personas que captan el dinero y otras que facilitan sus cuentas bancarias o reciben las remesas de los compatriotas cuando ya se encuentran en EE. UU. trabajando.
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¿Qué montos manejan estas bandas por traficar migrantes?
El costo del viaje oscila entre Q75 mil y Q125 mil o un poco más. Este dinero es pagado ya sea con anticipación, con bienes, o se reciben depósitos o remesas cuando los connacionales se encuentran ya en EE. UU. Como el flujo migratorio es muy alto, el dinero que perciben estas estructuras es muy considerable.
Las personas en pobreza extrema no tienen dinero para pagar un viaje ¿Cómo funcionan las redes acá?
En ocasiones se solicitan créditos, no a bancos del sistema, porque las personas en esta situación obviamente no tienen acceso a créditos, pero hay personas que se dedican a prestar dinero. Estos prestamistas cobran cantidades elevadas de dinero —por intereses—. En algunos casos las personas que se encuentran en pobreza extrema pueden ser propietarios de pequeñas parcelas de tierra y para obtener los recursos tienen que venderla o cederlos a estas estructuras criminales.
¿En las estructuras estarían involucrados prestamistas y compradores de terrenos?
Adquirir un crédito para financiar un viaje puede representar intereses muy altos porque no se hace ante una entidad financiera supervisada. La modalidad es garantizar que las personas al llegar a EE. UU. consigan un trabajo para que, inmediatamente puedan iniciar a mandar remesas a Guatemala, y se les da un plazo para que terminen de pagar el viaje de entre dos años y dos años y medio.
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¿Y qué pasa si a esta persona la deportan?
Por lo general el trato es que se les ofrecen dos o tres intentos para llegar a EE. UU., si no lo logran el dinero que han entregado queda en poder de las estructuras criminales.
¿Pero qué pasa si a quien deportan ha hecho un préstamo con estas redes delincuenciales que no podrá pagar?
Aún tenemos que profundizar. No existe una cultura de denuncia en relación con estos grupos. Generalmente la población no ve al coyote como delincuente, sino como a la persona que le facilita a la gente llegar a EE. UU. así que en ocasiones es difícil obtener ese nivel de detalle. Las investigaciones financieras que desarrollamos nos permiten ver la ruta de algunas transacciones y quienes son los destinatarios de algunas remesas de migrantes traficados a EE. UU. eso nos dará un panorama más amplio.
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Hace poco vimos un video que muestra cómo presuntos traficantes de migrantes agreden a policías en Huehuetenango ¿Qué tanto es el poder de estas estructuras?
Son estructuras que manejan, desde luego, mucho dinero y capacidades logísticas, tienen vehículos lujosos y personas que los alertan sobre la presencia de autoridades e investigaciones que se desarrollan en regiones donde operan, y sabemos que, en Huehuetenango, desafortunadamente, existe mucha presencia del narcotráfico lo cual representa riesgo para policías, fiscales e investigadores.
¿No frustra un poco saber que ustedes hacen un trabajo, pero la demanda de coyotes seguirá por la pobreza que hay en el país?
Este fenómeno criminal es muy complejo como el de las pandillas y extorsiones, se pueden hacer operativos, capturar a 100 presuntos extorsionistas, pero inmediatamente hay 200 más que surgen. Con el coyotaje es similar, son redes grandes —porque— es un negocio ilícito rentable y se obtiene un lucro importante.
Debemos intensificar nuestros esfuerzos y fortalecer la Fiscalía. Somos conscientes que, como Ministerio Público no podemos incidir en la reducción de la migración irregular, pero sí debemos cumplir con nuestro mandato en cuanto a ejercer la acción penal. El compromiso de la Fiscalía está sobre la mesa —pero— la reducción de la migración irregular depende de otros factores, de que existan condiciones de desarrollo para las comunidades más apartadas y recónditas y obviamente esto escapa de las competencias del MP.
Hace unos días se supo del caso de un menor que fue asesinado ¿Cómo una banda de tráfico de migrantes puede llegar a quitarle la vida a un niño de 4 años?
Nosotros tuvimos bajo nuestro cargo desde abril la investigación de la desaparición del niño migrante de 4 años Juan Luis Juan Mateo. Él salió con su madre y fue captada por estas redes que le ofrecieron llegar a EE. UU.; sin embargo, el niño le fue arrebatado en México y la madre fue amenazada y obligada a prostituirse en un hotel de la cabecera de Huehuetenango. La madre se liberó e hizo la denuncia y como represalia los miembros de la estructura asesinaron al niño, esa es la hipótesis primaria de este caso.