Lea también: Trump culpa a los demócratas de muertes de Jakelin Caal y Felipe Gómez
Ha liderado la Casa del Migrante con firmeza, al igual que lo hizo, alguna vez, al frente de hasta ocho mil estudiantes en la universidad y en el movimiento social que fue parte de la fundación del Partido de los Trabajadores, que llevó a Ignacio Lula da Silva al poder en el 2003.
Barilli es uno de los más autorizados para hablar de la crisis migratoria, pues las últimas dos décadas ha atestiguado el paso de hasta 18 mil migrantes al año.
Ha conocido la política de cerca. ¿Le interesó?
Cuando terminé Filosofía querían que siguiera la carrera política, pero no quise, porque me di cuenta de que dentro de los partidos políticos hay mucho engaño, mentira e hipocresía (…) Continué mis estudios de Teología y fui a Sao Paulo, trabajé con la migración interna, terminé la Teología y pedí trabajar en México. Empezamos una misión con los braceros en 1989. Trabajé cuatro años.
Lea también: Migrantes deportados en 2018: La familia del búnker
¿Cuál es la principal motivación para trabajar con migrantes?
Ver el sufrimiento de nuestros padres y el que uno mismo vivió. Yo empecé a trabajar con 7 años. Antes tenía que recoger leche, llevarla a una fábrica de queso y luego iba a la escuela. Por la tarde, trabajo de campo. Mi papá decía: “Aquí el que no trabaja no come”.
¿Cómo descubrió su vocación religiosa?
En la misma iglesia había un grupo de la teología de la liberación, estaban involucrando mucho a la gente a la fe y a la política, pero no partidaria, sino de dar respuestas sociales a través de la fe, y me fue animando y me animé. Brasil fue muy abierto con los migrantes y es una forma de devolver lo que nos dio.
A Guatemala llega el 10 de marzo de 1995. ¿El trabajo fue más fácil?
Llego porque fui desterrado de México. En ese momento un compañero había comenzado en Catarina –San Marcos— y no se acopló. Luego me habló el obispo —Álvaro- Ramazzini— y me invitó.
Lea además: Guatemaltecos solicitantes de asilo fueron abandonados por autoridades en Texas
Precisamente porque en 1993 inicia el muro —en la frontera de México y EE. UU.— y empiezan los problemas. Ya en 1995 la oficina atendía hasta 80 migrantes al día y no había con qué.
¿Cómo nació el proyecto de la Casa del Migrante?
Yo traía la experiencia del norte y les dije que no quedaba otra cosa que construir la casa. Pero no teníamos dinero. Tuve suerte porque hablé con el alcalde y ahí vi que Dios existía. En una semana conseguí el terreno y un amigo mío, alemán, que nació cerca de donde mi mamá, se fue a trabajar en Cáritas, en Alemania, y conocía mi trabajo y me ayudó con US$65 mil.
¿Hasta dónde llegan los servicios de la Casa del Migrante?
No es un albergue, me molesta que me digan que es un albergue. Sí damos albergue, pero aquí damos albergue todos los días del año. Recibimos el año del Stan —2005—, más de 18 mil migrantes.
Lea también: Felipe Gómez Alonzo, niño guatemalteco que murió en EE.UU., tenía gripe
Llegamos por momentos a tener 140 migrantes por noche y se les dan servicios de salud, psicología y orientación legal.
Al ser dirigida por un sacerdote se piensa que la actividad de la Casa del Migrante es religiosa.
Aquí no permito predicación, aquí el que quiera ayudar es con su servicio, es el idioma que todos entienden. Venís a hablar de Dios aquí, habla mucho más de Dios el que actúa, el que tiende la mano a los demás, que estar hablando de Dios. Aquí no se permite esto.
Lea más: Donald Trump: Guatemala no hace nada por EE. UU. y se lleva nuestro dinero
El Gobierno ha recortado el presupuesto para el próximo año. ¿Cuánto le afectará?
Me da mucha pena que el Gobierno, por medio millón —de quetzales—, nos corte el dinero.
¿Cuántos millones se gastan en lo robado, por la corrupción? ¿Y por los migrantes?
La pregunta es ¿qué hace el Gobierno de Guatemala por los migrantes? Qué tipo de diputados son esos, porque si los diputados conocieran, vinieran.
Significa que si quieren pueden. Ahora si quieren hacer mal las cosas también lo pueden hacer.
Contenido relacionado
> Migrantes prontos a la deportación se unen como familia para superar la tristeza
> Guatemala no hace nada por EE. UU. y se lleva nuestro dinero, dice Donald Trump
> Las hieleras: los centros de detención donde “ningún niño debería estar”