En un comunicado, el máximo responsable de inmigración, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, anunció que FEMA apoyará a otras agencias del gobierno durante los próximos 90 días para “recibir, albergar y trasladar de manera segura” a los menores que están llegando a la frontera con México.
Según cifras publicadas el lunes por The New York Times, 3 mil 250 menores migrantes fueron detenidos en las últimas dos semanas en la frontera y están siendo detenidos en unos centros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) que están diseñados para albergar adultos, no niños.
La ley estadounidense establece que los menores pueden permanecer un máximo de tres días en esas instalaciones, pero luego tienen que pasar a unos albergues del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), encargado de entregarlos a un familiar o tutor hasta que se resuelva su caso migratorio.
No obstante, los centros de la CBP están tan colapsados que no da tiempo a procesar a los menores y están siendo detenidos una media de cuatro días, según documentos a los que accedió CNN.
En su comunicado, Mayorkas reconoció que las instalaciones de la CBP “no son un lugar para un niño” y prometió que los menores serán trasladados a centros designados para ellos “lo más rápido posible”.
El Gobierno de EE. UU. suele pedir ayuda a FEMA en caso de desastres naturales, como huracanes, aunque el Gobierno de Barack Obama (2009-2017) también recurrió a esa agencia en 2014, cuando miles de niños procedentes en su mayoría de El Salvador, Honduras y Guatemala llegaron a la frontera.
La llegada de migrantes y refugiados a EE. UU. se ha disparado en los últimos meses, ya que muchos ven a Biden como una figura más compasiva que su antecesor, Donald Trump (2017-2021), circunstancia que además han usado las redes de tráfico de personas para hacer negocio.
Por su parte, el Gobierno de Biden ha repetido una y otra vez el mensaje de que la “frontera está cerrada” y ha pedido a los migrantes que no emprendan el viaje al norte.
Al mismo tiempo, los republicanos están usando este tema para presionar y criticar a la Administración.
Por ejemplo, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ha acusado a Biden de haber provocado una “crisis en la frontera” y ha llegado a culpar a los migrantes del aumento de número de contagios de covid-19 en su estado, algo que ha hecho sin aportar ninguna prueba.