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El espacio decorado a la manera tradicional mexicana con las flores cempasúchil, calaveras de azúcar, muñecas de trapo, banderas centroamericanas y fotografías de siete niños fue colocado en el atrio del mausoleo del cementerio El Calvario del Este de Los Ángeles, California (EE.UU.).
“¡No llegamos a USA papito pero si llegamos al cielo!”. Esa frase colocada en el altar recuerda el drama que han vivido los pequeños migrantes, entre ellos cinco guatemaltecos.
Entre flores y ofrendas está el retrato de Felipe Gómez, de 8 años. Él murió por una infección bacteriana el 24 de diciembre de 2018 cuando estaba en detención por agentes de frontera estadounidenses en Nuevo México.
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Otra de las víctimas fue Juan de León, de 16 años, también guatemalteco que falleció por infección cerebral el 30 de abril pasado, cuando estaba en un albergue del Gobierno en Texas.
En el altar está la imagen de Jackelin Caal, de 7 años, quien bajo custodia de agentes de la Patrulla Fronteriza en Nuevo México, dejó de existir por un “shock séptico” el 8 de diciembre de 2018.
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Mariee Juárez, de menos de 2 años, murió a causa de una infección respiratoria en mayo de 2018, después de ser liberada con su mamá de un centro de detención en Texas.
Wilmer Ramírez, también de 2 años, enfermó de neumonía y falleció el 14 de mayo pasado en Texas, después de ser detenido junto a su madre.
El altar “representa que estos niños han muerto en este mundo; pero, para Dios ellos siguen viviendo” y “nos recuerda que hay que seguir luchando por esos derechos que los inmigrantes merecen”, dijo Sandra Martínez, de 55 años, promotora de esta iniciativa.
La iniciativa del ministerio “Cristo Vive” de la Parroquia San Carlos Borromeo del Norte de Hollywood es para celebrar, según el santoral católico, el Día de todos los santos, en el que también se honra a los niños fallecidos y que antecede al Día de los Difuntos (2 de noviembre).
“Estos niños han formado parte de nuestras comunidades, nuestras familias, son niños que nunca vamos a volver a ver”, se lamentó Martínez.
Con pesar, Martínez expresó que los menores muertos “que fueron noticia”, en los Estados Unidos “pudieron haber ido a la escuela, crecer” y llegar a ser “buenos profesionales”.
Los niños que aparecen en la galería fotográfica simbolizan a todos los menores muertos por no tener un documento para entrar al país sin peligro.
En una de las fotos del altar se ve con los rostros hundidos en el río Bravo, a Valeria Martínez, de 23 meses, y a su padre Oscar de 25 años, originarios de El Salvador. Ambos murieron ahogados el 23 de junio pasado en esa frontera natural entre Texas y el estado mexicano de Tamaulipas.
Gurupreet Kaur, de 6 años, niña originaria de India falleció por calor extremo en junio de 2019 en el desierto de Arizona.
Otros niños difuntos que se recuerdan en el altar son la salvadoreña Darlyn Córdova, de 10 años, quien falleció de complicación cardíaca en septiembre de 2018 cuando era custodiada por patrulleros fronterizos texanos.
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