“Está reforzada la frontera y los pasos ilegales, si la gente va a salir que salga por los puestos legales autorizados”, afirmó el ministro hondureño en una rueda de prensa en Tegucigalpa.
Un primer grupo de la caravana que comenzó la movilización este lunes está por llegar a Agua Caliente, según los medios hondureños. Buscan ingresar a Guatemala para dirigirse a México y finalmente a EE. UU.
El responsable de la seguridad en Honduras indicó que a los menores de edad se les exige pasaporte y una autorización escrita de los padres para salir del país, mientras que a sus progenitores se les permite avanzar solo con el documento de identidad.
“Si un padre de familia va con su hijo y no lleva la documentación correspondiente va a ser requerido” judicialmente, y podría enfrentar hasta tres años de prisión en Honduras, explicó.
Pacheco confirmó también que las fuerzas de seguridad de Honduras capturaron este martes al hondureño Juan Carlos Molina, señalado como promotor de la nueva caravana de migrantes, cuya convocatoria se difundió por redes sociales.
El subdirector de la Policía de Fronteras de Honduras, Miguel Pérez, confirmó a periodistas la detención del supuesto promotor de la caravana.
“Identificamos que una de las personas que formaba parte del grupo que salió en horas de la noche (de este lunes) fue requerido por tener una orden de captura por el delito de violación”, explicó Pérez.
“No descartamos que es una de las personas coordinadoras de la caravana. Además estaba viajando con un documento (de identificación) que no le corresponde”, enfatizó.
Pérez indicó que, según investigaciones, el detenido ya había sido requerido en la caravana que salió el 13 de octubre de 2018 desde San Pedro Sula con rumbo a Estados Unidos.
Molina fue detenido en el sector de Cofradía, departamento de Cortés, norte del país, por tener una orden de aprehensión por el delito de violación, de acuerdo con la información oficial. No está claro cuál es su relación con la caravana.
Las autoridades hondureñas han pedido a los padres no arriesgar a sus hijos en “la ruta migratoria, donde pueden ser víctimas del crimen organizado, redes de trata y tráfico de personas y de órganos, al extremo de perder su vida”.
En octubre pasado miles de migrantes centroamericanos, la mayoría hondureños, emprendieron viajes en caravana para llegar a Estados Unidos, y de acuerdo con las autoridades de Honduras muchos regresaron frustrados tras no poder ingresar en el país norteamericano.
Al menos 11 hondureños de esas primeras caravanas murieron en su intento por llegar a Estados Unidos, mientras miles más pidieron asilo tanto en ese país como en México, un trámite que las autoridades han señalado es largo.
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