De hecho, el párroco de la iglesia católica San Miguel, en Forest, Roberto Mena, confirmó a Prensa Libre vía telefónica que, en cada casa habitada por una familia hispana, al menos una persona fue detenida, también dio a conocer que en Forest y Morton hay muchos guatemaltecos, principalmente de San Marcos y Huehuetenango.
Mena, que también es guatemalteco, relata con pesar cómo, luego de los operativos las personas sobre todo los menores de edad, sufren psicológicamente y muchos niños ya no quisieron ir a la escuela jueves y viernes. Añadió que afortunadamente no hay niños solos, puesto que todos encontraron a un familiar que se hiciera cargo de ellos.
Masivas redadas
El miércoles de esta semana, los pobladores de varias ciudades de Misisipi, entre ellas Forest y Morton, se vieron sorprendidos por un mega operativo, el más grande en 10 años según las autoridades, a través del cual arrestaron a 680 personas en sus lugares de empleo.
El director interino del servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés), Matheew Albence, comentó que al menos 390 de ellos son guatemaltecos; no obstante, la Cancillería informó un día después de los operativos que el número de connacionales era de 176.
Albence ya había adelantado horas antes de que el Gobierno de Guatemala brindara la información, que varios migrantes que habían sido detenidos fueron liberados. Presumiblemente seguirán con su proceso migratorio de deportación.
El sacerdote, quien lleva un año y medio de radicar en Forest calculó que en esas dos ciudades de Misisipi el 80 por ciento de la comunidad hispana es de origen guatemalteco.
“Prácticamente nuestras dos parroquias están llenas de guatemaltecos y yo llevo aquí un año y medio y pues me mandaron aquí por la cantidad de familias guatemaltecas que viven en el área”, expuso Mena, quien antes efectuaba su misión pastoral en la Ciudad de Guatemala.
El sacerdote contó que después de las redadas la iglesia católica se unió para apoyar económicamente y con asesoría legal a las familias de los migrantes arrestados. También apoyan emocionalmente a los menores puesto que quedaron seriamente afectados por el operativo.
En videos que han documentado medios de comunicación y que se han propagado en redes sociales, se puede ver a niños y niñas angustiados el día del operativo que lloran y piden la liberación de sus padres; además, varios estudiantes se quedaron horas en las escuelas porque normalmente son sus padres quienes los recogen en los centros educativos.
“El daño es a nivel psicológico. Los niños ya no quieren ir a la escuela, están pasando problemas psicológicos grandes, es como un trauma después de la guerra. El estrés después de un trauma es difícil superarlo, no quieren jugar, ni comer, eso es lo que están viviendo”, lamenta Mena.
Añadió que en las familias quedó un “miedo grande” por salir si quiera a un lugar cercano a comprar, y vaticinó que en las misas del domingo próximo no asistirán tantas personas porque estas piensan que si los agentes de ICE se metieron a una fábrica podrían hacer lo mismo en una iglesia.
En otras ocasiones, precisó Mena, los migrantes se han topado con operativos en el camino a la iglesia donde agentes locales requieren permisos de conducir, documento que la mayoría de los migrantes no tienen por no contar con un estatus legal.
“Como no tiene licencia revisan en su archivo y si aparece que son indocumentados o que han tenido problemas los refieren directamente a una cárcel de ICE, ni siquiera tiene compasión de llevarlos a una prisión local”, manifestó el sacerdote, quien informó que la agencia encargada de hacer cumplir la ley ha instalado estos retenes a dos o tres cuadras de la iglesia.
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Consulado no han llegado
Mena aseguró que, hasta el viernes, el Consulado de Guatemala en Miami no se ha acercado a Forest ni a Morton, aunque la Cancillería respondió que sí ha llegó al lugar.
“Me llama la atención que el consulado de Guatemala en Miami, no han venido ni han llamado ni les ha interesado —llegar a esas ciudades—”, apuntó Mena, quien no descartó que la diferencia en la cantidad de guatemaltecos que fueron detenidos entre ICE y la Cancillería obedezca a eso.
Pero la canciller Sandra Jovel aseguró que los consulados han estado al tanto de lo que sucedió en Misisipi y que se ordenó que, aparte de los consulados de Miami y de Lake Worth, de Florida, de ser necesario se movilice personal de otras sedes consulares.
Respecto de si seguirán las redadas, Según Jovel, “no sabemos si van a continuar o no”, aunque el Gobierno espera que “por lo menos nos avisaran para estar atentos y prestar todo el apoyo consular que se requiere”.
Añadió que detener las redadas masivas “es parte de todo lo que estamos negociado y tratando de tener”.
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Riesgo con niños
Pese a que después de este mega operativo llevado a cabo en Misisipi, aparentemente ningún niño guatemalteco quedó a la deriva, migrantes en EE. UU. hacen un llamado al Gobierno de Guatemala para destacar suficiente personal consular durante eventuales próximas redadas, ya que los menores de edad quedan vulnerables y si llegan a quedar en custodia de las autoridades estadounidenses podrían perderse dentro del sistema legal.
Guillermo Castillo, migrante guatemalteco que labora para una oficina legal en Kentucky, afirmó que en estas redadas, cuando un menor se queda solo Servicios Sociales interviene para apoderarse de los menores a menos que exista un documento legal donde el padre o madre haya cedido la custodia a un pariente.
Si no existe este documento probablemente los menores pasarán a un albergue gubernamental. La situación se complica si el hijo o hija es estadounidense puesto que Servicio Sociales tiene el mandato primario de protegerlo.
Castillo destacó que es muy importante que los familiares de estos niños puedan contar con un abogado de inmigración o de corte legal para asegurarse de que el menor será entregado con sus seres queridos ya sea en Guatemala o en EE. UU.
Añadió que si el menor solo tiene la nacionalidad guatemalteca puede entrar en proceso de deportación para ser devuelto junto con sus padres a Guatemala.
“Si no hay acompañamiento del sistema consular y un cónsul que resuelva todo lo relacionado a los menores se corre el riesgo de que la persona detenida, el familiar padre o madre, no vuelva a ver a sus hijos”, advirtió el migrante.
Agregó que es “importante e imprescindible” que el Gobierno de Guatemala asigne de la manera más rápida posible a las personas que van a acompañar el proceso cuando ocurran las redadas para asegurarse de que los niños no se pierdan dentro del sistema legal de EE. UU. porque ya en poder del Estado son trasladados de albergues a diferentes estados y ciudades de la Unión Americana.
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