Guatemala

Entrevista: Las remesas sí cubren las necesidades básicas de quienes la reciben, pero no es suficiente

Las migraciones y el envío de remesas se duplicó en los años posteriores a la pandemia, afirma experto.

Riyadh / Saudi Arabia - November 27, 2018 : People are waiting in line to remit money via a money transfer service

En los últimos años se ha duplicado el envío de remesas desde Estados Unidos.(Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Guillermo Díaz es investigador de la Universidad Rafael Landívar y ha analizado el impacto que tiene el envío de remesas desde Estados Unidos hacia Guatemala, principalmente en la provincia.

También reveló cómo las familias administran ese dinero.El experto, que esta semana ofreció una conferencia en la Feria Internacional del Libro (Filgua), refiere que hay “una explosión” de vivienda en el altiplano producto de las remesas, que se incrementaron después de la pandemia del covid-19.


¿Las personas logran salir de la pobreza con las remesas?


Sí. Tienen la posibilidad de no estar en esa situación de pobreza, y es precisamente porque el monto promedio que están recibiendo ha crecido. Actualmente, cada familia recibe un promedio de US$800 mensuales y antes de la pandemia recibían alrededor de US$400, o sea, se duplicó la cantidad que reciben en remesas, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).


En el 2016, el promedio que recibía cada familia en Guatemala era de US$379. Para muchas familias esto es complemento a los ingresos que generan por sí mismos. Si suman este otro ingreso, les permite ya no estar en una situación de pobreza.


¿Pero hay familias que dependen de las remesas?


Para la mitad de las familias que reciben las remesas es un ingreso principal y dependen totalmente de ese dinero. Esos US$800 son más que suficientes para cubrir el costo de la canasta básica. A nivel del total, ya tenemos un ingreso de US$20 mil millones en remesas al año.


¿Cómo medir el impacto que tienen para el país esos ingresos?


Para tener una idea de lo que representan las remesas en Guatemala, esos US$20 mil millones representan más que el total de salarios declarados al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, todo lo que ganan los trabajadores en Guatemala no supera esa cifra convertida en quetzales.


¿Cómo invierten las remesas las familias?


Los primeros dos años que están en Estados Unidos envían remesas para pagar la deuda que adquirieron para migrar. Después del tercer año, empiezan a hacer capitalización, y una de sus inversiones en Guatemala es la construcción de vivienda; es por eso que vemos que ha habido una explosión de viviendas en en todo el altiplano del país, y no son estilos tradicionales.


¿En qué otra cosa invierten esas remesas?


El 50 por ciento es para alimentación, según datos de la OIM. El 20 por ciento es para ahorro; puede ser en las cooperativas, en los bancos, y 10 por ciento es para la construcción de vivienda.


Por eso salen de la pobreza, porque satisfacen sus necesidades básicas. La necesidad de alimentación y vivienda queda satisfecha. Después, cubren otro tipo de necesidades y gastan en recreación.


¿Están invirtiendo las remesas en educación?


Las encuestas nos dicen que sí, lo que pasa es que no como uno quisiera. Es decir, en educación y salud solo invierten 12 por ciento, en promedio, de la remesa.


¿A qué se debe el incremento en el envío de remesas?


Una razón es el aumento de la migración que se dio en los últimos años, principalmente después de la pandemia del covid-19. La otra razón obedece a que la migración histórica se ha consolidado y los migrantes tienen una mejor posición en los Estados Unidos para enviar un mayor monto de remesas. Otra causa es que en Estados Unidos el salario mínimo ha subido y el mercado laboral está pujante; esto quiere decir que hay muchas posibilidades de empleo y de tener una muy buena remuneración.
En su momento había más posibilidad de pedir asilo en ese país, ahora hay muy buenas oportunidades laborales para trabajos manuales, y hay escasez de mano de obra.


¿Qué departamentos reciben más remesas?


El departamento de Guatemala concentra casi una cuarta parte de todo ese dinero; luego está el occidente. Donde más se reciben remesas es en San Marcos, Huehuetenango y Quetzaltenango; del oriente, destaca Jutiapa.


¿Por qué estos departamentos reciben más?


En el caso de occidente es porque la migración es histórica, se originó cuando empezó el conflicto armado en la época de los ochenta. También hay una migración histórica en Huehuetenango y San Marcos. La población de esos departamentos tiene más posibilidades de migrar, porque tienen un familiar en los Estados Unidos que los puede acoger; por lo tanto, tienen más posibilidades de insertarse en la comunidad y de conseguir un trabajo.En el caso de Jutiapa, hay una migración de tipo legal; son personas que se van a trabajar por temporadas en labores de agricultura.


¿Por qué no hay migración desde Alta Verapaz o del Corredor Seco, donde hay pobreza?


En Alta Verapaz empieza a surgir más, era algo que no se daba en años anteriores. Cuando uno mira los datos, las Verapaces son las regiones que menos reciben remesas.


Los migrantes no precisamente son los más pobres, porque para migrar y llegar de forma segura a Estados Unidos se necesita dinero para pagar el coyote, y es un costo alto.


¿Los migrantes deciden regresar después de varios años?


No. Es mínima la cantidad. Los datos muestran que es más la cantidad de deportados. Generalmente, el migrante que se va permanece por muchos años allá. Recuerde que son migraciones ilegales; entonces, el costo de regresar a Guatemala es alto.


¿Qué ocurre cuando deportan a ese familiar que envía remesas? ¿Caen en situación de pobreza o tienen ahorros?


Depende del tiempo que la persona pasó en Estados Unidos. Si lo retornaron muy rápido y no había pagado la deuda del viaje, se queda endeudado, mientras que otros ya tienen todo el capital materializado en el país y el impacto no es tan fuerte si regresan.

ESCRITO POR:

José Manuel Patzán

Periodista de Prensa Libre especializado en temas de seguridad, con 18 años de experiencia en periodismo escrito, radial y televisivo. Reconocido con el premio Periodista del Año de Prensa Libre en 2016.