En la misiva, Nielsen solicita al Congreso “autoridad para devolver a los menores no acompañados a sus familias en sus países de una manera segura y ordenada si no tienen derecho legal a quedarse (en EE. UU.)”.
Actualmente los menores de edad no acompañados que ingresan a EE. UU. y que no procedan de México o Canadá no pueden ser deportados porque lo prohíbe a la Ley Wilberforce de Reautorización para la Protección de Víctimas del Tráfico de Personas, vigente desde el 2008, que establece que un juez de inmigración es quien debe decidir el futuro de los infantes en ese país.
“Podemos reunir a muchos menores no acompañados de México con sus familias y devolverlos a su país, cuando corresponde, pero legalmente no podemos hacerlo con los menores de países no contiguos”, explicó Nielsen en la misiva.
“Requerimos autoridad para tratar equitativamente a todos los menores que llegan”, añadió.
Además de permiso para deportar a los menores centroamericanos, el Gobierno de Trump también solicitará autoridad para mantener detenidas a las familias que piden asilo hasta que se resuelvan sus procesos judiciales migratorios.
Actualmente no se permite la detención de menores por más de 20 días en virtud de un acuerdo judicial de 1997 conocido como “Flores”, por lo que las familias con niños son puestas en libertad mientras se estudian sus solicitudes.
Finalmente, Nielsen también pide al Congreso que autorice a las personas interesadas en solicitar asilo a que completen los trámites en sus países de origen en Centroamérica “en lugar de emprender el peligroso viaje hacia el norte”.
Estas medidas servirían para atacar, en la opinión del Gobierno, las causas de la “emergencia” fronteriza y “restituir el orden”.
Las llegadas de inmigrantes a Estados Unidos por la frontera sur están en sus niveles más altos de los últimos trece años y este mes de marzo superarán las 100 mil personas.
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A diferencia de flujos migratorios pasados, en el actual tienen un gran peso los solicitantes de asilo centroamericanos que llegan en familia y los menores no acompañados del Triángulo Norte.
En la carta al Congreso, Nielsen calificó de “insostenible” el nivel de “personas vulnerables” que llegan en grandes grupos a la frontera y dijo que sus agentes “simplemente no tienen los recursos” para gestionarlos.
“Estamos lidiando con una catástrofe humanitaria y de seguridad que empeora día a día, y el departamento se ha quedado sin capacidad”, escribió.
Nielsen dijo que el presupuesto del DHS también se está agotando, a pesar de los recientes fondos adicionales que recibió para el trabajo humanitario y operativo.
“La situación es tan grave que queremos notificarles ahora que necesitaremos recursos adicionales”, escribió a los congresistas.
Por aparte, el jefe de la Patrulla Fronteriza de EE.UU., Kevin McAleenan, ya advirtió este miércoles que la frontera está desbordada y que ha alcanzado un “punto crítico” por la falta de recursos para gestionar la llegada creciente de inmigrantes.
McAleenan reconoció que sus agentes están dejando libres “a regañadientes” a los inmigrantes detenidos tras realizar verificaciones superficiales sobre sus antecedentes ante la masificación de sus comisarias y de los centros de detención para inmigrantes.
De octubre 2018 a febrero 2019, la Patrulla Fronteriza registraba la detención de 66 mil 470 familias guatemaltecas y 12 mil 576 menores no acompañados, lo cual es la mayor cantidad de todos los tiempos de connacionales que llegaron a ese país y se entregaron.
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