De acuerdo a publicaciones de medios españoles, tres mujeres y un hombre, fueron capturados por la investigación que comenzó en octubre del año pasado, al conocer que ciudadanos usaban cartas de invitación para llevar a guatemaltecos a trabajar.
Los detenidos, miembros de una misma familia, contactaban a los guatemaltecos mediante una red de captadores en Guatemala. Para comenzar le solicitaban a los migrantes €1 mil 300 –unos Q10 mil 300- para darles la carta.
Después les pedían €3 mil más –unos Q23 mil 800- por anticipado, que tenían que transferir desde Guatemala. El grupo les daba €600 –unos Q4 mil- para que al cruzar la frontera pudieran probar que son turistas.
En España un integrante del grupo recibía a los guatemaltecos en el aeropuerto y de inmediato les quitaban los €600.
La deuda de los migrantes con la organización terminaba en €6 mil a €8 mil, y los obligaban a trabajar irregularmente en servicio doméstico y jardinería.
Los tratantes les exigían pagos periódicos para saldar la deuda, además les mantenían vigilancia constante.
La organización criminal tenía apoyo de ciudadanos españoles en todo el país, además de extranjeros residentes legales, que también tramitaban cartas de invitación.
El grupo daba instrucciones a los migrantes de las respuestas que debían dar en el control fronterizo y los formularios que les pudieran pedir.
Después llegaban a la ciudad de Vigo, donde se inscribían en el padrón de habitantes utilizando los domicilios de las personas de la estructura, de esa forma accedían a servicios sociales, salud y su regularización administrativa.
