Migrantes

Deportar a mexicanos a Guatemala es inadmisible y no se debe permitir, opina activista migratorio

El pasado 2 de enero, la administración de Donald Trump anunció que podrían enviar a mexicanos a suelo guatemalteco, las autoridades de Gobernación y Migración confirmaron que hay pláticas para modificar el acuerdo de asilo.

Los migrantes son deportados en avión desde los Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: AFP)

Los migrantes son deportados en avión desde los Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: AFP)

El exdiplomático mexicano Bernardo Méndez Lugo conversó con Prensa Libre acerca de la posibilidad de que el Gobierno de EE. UU. envíe a Guatemala a solicitantes de asilo, una medida que consideró inapropiada y que acarrearía problemas al país centroamericano.

Méndez Lugo, quien durante 26 años ocupó cargos importantes en consulados de México en EE. UU. y Canadá, así como en la Embajada de su país en El Salvador, dirige ahora la fundación América sin Muros, la cual ha mostrado su oposición a los acuerdos de tercer país seguro que la potencia mundial ha firmado con Guatemala, Honduras y El Salvador.

¿Por qué el rechazo a la medida anunciada por EE. UU. de deportar a Guatemala a mexicanos solicitante de asilo?

Primero porque en el ámbito del derecho internacional y de los acuerdos entre EE. UU. y México no hay ninguna vinculación bilateral. Segundo porque según los acuerdos internacionales no hay nada ni legal ni bajo ninguna naturaleza que le permita que le permitan a Donald Trump decidir unilateralmente que enviará mexicanos hacia un tercer país.

Por otra parte, Guatemala es un país que tiene demasiados problemas económicos, sociales y políticos para que adicionalmente se haga cargo, aunque sea de manera temporal —de otros deportados—, para Guatemala significaría más necesidad de recursos por muy pocos que sean. Sería una carga adicional a las problemáticas sociales que tiene Guatemala, por cualquier lado que se vea es inadmisible esa idea de la administración Trump.

EE. UU. enviaría solicitantes de México a Guatemala, pero este país a su vez recibe guatemaltecos en sus fronteras ¿Cómo se puede leer eso?

Definitivamente a nosotros como América sin Muros nos parece una política muy agresiva de parte de la administración Trump que es quien finalmente ha decidido mandar a 55 mil solicitantes de asilo a México, en su mayoría, un 85%, de Guatemala, El Salvador y Honduras. México de alguna manera por las presiones y chantajes de EE. UU., recuerda que también ha estado en juego la negociación del tratado de libre comercio, ha sido obligado a aceptar políticas nada buenas para nuestra soberanía.

Además, la administración Trump lanzó el plan América Crece que compite con el plan de desarrollo de México para Centroamérica que fue presentado a los embajadores y cónsules por la persona encargada, Alicia Bárcena de la Comisión Económica para América Latina.

EE. UU. lanzó su plan sin hacer caso al de México, y aunque finalmente persiguen el mismo fin, se busca disminuir el papel de México en la cooperación y se trata de que EE. UU. monopolice esta relación pues históricamente ha sido así.

¿Cómo deberían reaccionar Guatemala ante esa posibilidad?

Yo creo que Guatemala, Honduras y El Salvador deberían tener una unión en puntos fundamentales para limitar esas políticas agresivas de Trump, aún cuando hay muchas presiones de diversa índole, pues Guatemala, Honduras y El Salvador al igual que ocurrió con México —quizás con mayor fuerza—, reciben una presión del gobierno estadounidense porque han amenazado con quitar la cooperación que ha dado a través de la AID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional).

Cuando yo estaba como consejero de cooperación en la Embajada de México en El Salvador, estos tres gobiernos se unieron para limitar en aquel tiempo algunas políticas que afectaban a sus migrantes en México. Así, en 2011 fui llamado porque hubo unas declaraciones en México que afectaban a los migrantes de estos tres países y, encabezados por El Salvador, presentaron una posición conjunta. Creo que tiene que haber mayor unión si se puede —incluso— del Parlamento Centroamericano (Parlacén) y el Sica (Sistema de Integración Centroamericana).

Pero estos organismos se han mantenido casi en silencio al respecto de esta emergencia migratoria…

El Parlacén tiene su sede en Guatemala, ellos pueden dar un punto de vista de esto.

¿Cree que países como Guatemala están en la posición de distanciarse de este acuerdo?

Como fundación no estamos de acuerdo con este tipo de acuerdos y consideramos que el presidente electo de Guatemala —Alejandro Giammattei— deberá buscar una nueva fórmula, distinta a lo que firmó el presidente Jimmy Morales, —también—hemos hecho llamados al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para que reconsidere el acuerdo. Obviamente en el caso de Honduras, el perfil del presidente Juan Orlando Hernández no nos permite tener optimismo de que va a reconsiderar esta firma.

Así que nosotros nos unidos la Cancillería mexicana que ya ha manifestado su rechazo a esta intención de mandar a mexicanos deportados hacia Guatemala. Desde el punto de vista de la relación bilateral México-EE. UU. es una falta grave de parte de la administración Trump a los vínculos bilaterales, los deportados mexicanos deben ser regresados de manera ordenada, regular  y siguiendo los lineamientos del Pacto Global de Migración.

Sin embargo, las autoridades de Guatemala reconocen que hay negociaciones. ¿Podría EE. UU. enviar a mexicanos al país, aunque no haya modificación del acuerdo?

De manera unilateral el presidente Trump decidió mandar a México a 55 mil solicitantes de asilo, la mayoría de Guatemala, El Salvador y Honduras, una decisión donde prácticamente no consultó al Gobierno de México, la mayor parte de estas personas han sido regresadas por siete puntos fronterizos y el Gobierno se vio forzado a aceptarlos por cuestiones humanitaria. Actualmente hay en Tijuana, Nogales, Ciudad Juárez y Tamaulipas, en este último lugar no hay plena seguridad de que estén a salvo de delincuentes y criminales.

Aunque oficialmente no se ha firmado un acuerdo de tercer país seguro entre México y EE. UU., recordamos que en mayo Trump amenazó con subir aranceles y Méxco tuvo que ceder ante esas amenazas.

Negociaciones

Tanto el Ministerio de Gobernación (Mingob) como el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) aceptaron que hay pláticas para modificar el acuerdo de asilo con Guatemala.

“De momento solamente hay conversaciones del tema con Estados Unidos, es necesario modificar algunas condiciones del actual acuerdo para que se autorice el traslado de personas de otras nacionalidades, hasta ahora, únicamente está establecido el traslado de hondureños y salvadoreños”, aseveró Fernando Lucero, portavoz de el entonces ministro de Gobernación Enrique Degenhart.

Mientras que Alejandra Mena, vocera del IGM, explicó que “se han sostenido conversaciones sobre el tema, pero que será el nuevo gobierno quien tome la decisión”.

El acuerdo de asilo firmado con Guatemala ha despertado poco el interés de los centroamericanos que han sido deportados al país. En las primeras semanas de enero 158 ciudadanos de Honduras y El Salvador habían sido devueltos al país en el marco de ACA, de estos apenas ocho solicitaron protección del estado guatemalteco.

Se ignora cuántos mexicanos podrían ser deportados al país. En cinco años, del 2014 al 2018, según cifras de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), 308 mil 232 ciudadanos de ese país solicitaron asilo en EE. UU.

En los últimos meses se ha experimentado un incremento de migrantes mexicanos en las ciudades fronterizas con EE. UU. ya que han sido devueltos por este país. Principalmente son de los estados con fuerte presencia del narcotráfico.

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