En las aguas oscuras del Río Grande rescatistas mexicanos arriesgan sus vidas para recuperar cuerpos de inmigrantes que perecen en el intento por alcanzar el sueño americano.
Así lo constató un equipo de la Voz de América, durante un recorrido por la zona.
“Hemos tenido recuperación de menores desde dos años, 14 años”, dijo Marco Antonio Llanas Quintero, comandante de Bomberos de Reynosa, en México.
Llanas Quintero, quien ha prestado servicio durante más de dos décadas, afirma que ha visto todo. Sabe de la tragedia para las familias por la forma en que terminan los sueños de inmigrantes que mueren en el intento. Un grupo de hombres y mujeres que son parte del equipo de Protección Civil y Bomberos de Reynosa saben del dolor ajeno.
“Experiencias muy tristes hay con los familiares, más que nada cuando son menores”, expone el comandante de bomberos.
Cooperación México-Estados Unidos en “aguas turbulentas”
Las autoridades mexicanas y estadounidenses cooperan en las labores de rescate a lo largo del Río Grande y también trabajan en común, para recuperar los cuerpos de aquellas personas que no lograron llegar a su destino final.
“Resulta que los cuerpos están atrapados porque abajo hay ramas, basura, piedras, entonces estos muchachos se tiene que sumergir para destrabarlos de esta situación. Aquí es una situación un poco complicada para ellos debido a que el agua es muy turbulenta y no les permite ver, así que van siempre a ciegas haciendo el trabajo”, explicó a la VOA Liseth Rodríguez López, quien es la encargada del despacho de Protección Civil y Bomberos de Reynosa.
La VOA constató que en las orillas del Río Grande quedan abandonadas balsas inflables, usadas con frecuencia por coyotes que trafican con personas y controlan la zona donde muchos inmigrantes mueren ahogados.
La advertencia de los rescatistas
“Cuiden a sus hijos. Las personas migrantes que lleguen a ver esto manden el mensaje a sus familias en sus ciudades natales para que eviten enviar a sus familias a hacer ese cruce”, sostiene Juan José Carcaño Gutiérrez, director operativo de Protección Civil de Reynosa.
Su pedido se une a los llamados de las autoridades estadounidenses que tiene bajo su custodia a más de 21.000 menores no acompañados, mientras otros continúan llegando por la frontera sur.
“Traten de hacerlo legalmente desde su país”, concluyó Carcaño Gutiérrez.