Sin embargo, muchos jóvenes de Cubulco han tomado la decisión de Carlos y María Herlinda y se han aventurado a viajar a EE. UU.; de hecho, ese municipio es el segundo, después de la cabecera de Baja Verapaz, Salamá, de donde es la mayor cantidad de deportados del departamento.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Migración, solo en los primero tres meses de este año, 136 personas originarias de ese municipio fueron deportadas, 100 desde Estados Unidos y 36 desde México, dentro de ellos 16 menores de edad.
Pobreza
El Plan de Desarrollo Municipal 2011-2025, elaborado por la comuna de Cubulco y la Secretaría General de Planificación de la Presidencia, señala que los índices de pobreza son de los más altos del departamento y alcanza el 79.59 por ciento, mientras que la pobreza extrema afecta al 38.7%.
La pobreza golpea con más fuerza al área rural y a la población indígena. Se calcula que cerca de 58 mil personas habitan el municipio.
Además, el informe indica que 20 comunidades tienen “muy alto riesgo” de padecer inseguridad alimentaria y nutricional y que el 82% de la población no tiene capacidad económica para satisfacer sus necesidades básicas.
El Plan precisa que la principal causa de la inseguridad alimentaria es la pobreza, condición que se refleja en las carreteras de difícil acceso durante la época lluviosa.
Iba sano
Las muertes de los menores migrantes no dejan de levantar sospechas sobre los tratos a los que son sometidos los infantes una vez detenidos por la Patrulla Fronteriza de EE. UU.
Al igual que la familia de Juan de León Rodríguez, 16, que murió en aquel país luego de migrar desde una empobrecida aldea de Camotán, Chiquimula, la de Carlos asegura que el joven migrante gozaba de buena salud.
Bartolomé Hernández, padre del menor, dijo a la cadena de noticias Univisión que su hijo salió “contento” de casa, mientras que la madre, Gilberta Vásquez, exige justicia, puesto que asegura su hijo no estaba enfermo.
Mientras que la cadena Telemundo, recogió declaraciones del padre quien afirmó en medio de lágrimas: “Mi hijo participaba en futbol, en música, en todo, era inteligente. Espero en Dios que la ley me ayude a investigar por qué murió mi hijo, porque él salió sano”.
La madre cuestiona por qué no atendieron adecuadamente a su hijo y por qué no se cumplieron los protocolos.
Carlos falleció en un centro de detención de Weslaco, Texas. Su cuerpo fue hallado sin vida la madrugada del 20 de mayo después de una revisión que hizo el personal encargado de la prisión.
Aunque, según reportes oficiales, el día que arribó a EE. UU., el 13 de mayo, iba en buen estado de salud, el 16 dijo sentirse mal, el 19 fue diagnosticado con influenza y un día después fue encontrado sin vida.
El pediatra Edwin Ávila, con más de 15 años de experiencia en el ramo, indicó que hay muchos factores, aunque complejos, que pueden explicar los decesos de los menores de edad, entre ellas las condiciones en las que se encuentran en los centros de detención.
“Hay que tomar en cuenta, por ejemplo, que muchos de estos niños padecen de desnutrición crónica o aguda, no tienen completo su esquema de vacunación y tienen un nivel mínimo de escolaridad, por lo cual, no saben cómo cuidarse”, explicó el médico.
Los inquietan
A pesar de que los números dicen que Cubulco sufre por la pobreza, un líder comunitario de la región que prefirió no identificarse aseguró que en los últimos meses y años lo que ha causado el aumento de la migración desde el municipio, más que ese factor, es la oferta que les hacen a los jóvenes algunas personas para que se animen a viajar a Estados Unidos porque allá encontrarán un mejor futuro y llegar no será dificultoso.
Aseguró que a diario, jóvenes y niños emprenden el viaje al norte empujados por lo que ven en la televisión y las redes sociales puesto que desean tener esos bienes. El alcalde Tomás Alonzo, afirmó en diciembre pasado, que unos 15 vecinos migran a diario.
Ya en julio del año pasado, la Fiscalía contra la Trata de Personas del Ministerio Público alertaba de la existencia de redes de tráfico de seres humanos dentro de las cuales funcionan reclutadores, personas designadas para convencer a potenciales migrantes para que hagan el viaje a EE. UU.
Según afectados, muchas veces estos reclutadores no solo convencen, sino que se ofrecen como intermediarios para conseguirles préstamos a cambio de hipotecar los bienes de la familia. Hay casos en los que el migrante ni siquiera ve el dinero puesto que, supuestamente, es entregado directamente al coyote.
El caso de María Herlinda
En diciembre pasado, María Herlinda Ruiz Tapería, también originaria de Cubulco, murió luego de que junto con un grupo de migrantes viajaban en un camión el cual fue baleado en Veracruz, México, el ataque también dejó otros tres guatemaltecos heridos.
Según medios locales, los migrantes habían pagado al conductor del camión para que los llevara de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, a Tierra Blanca, Veracruz, donde continuarían su recorrido hacia la frontera norte de México.
El conductor del vehículo continuó su recorrido, pese al ataque, pero bajó a los heridos y el cuerpo de Ruiz Tapería a media carretera.
Vigilia
Y mientras las autoridades estadounidenses aún no oficializan las causas de la muerte y se desconoce cuándo podría ser repatriado el cadáver de Carlos, en EE. UU. crecen las muestras de repudio por las muertes de menores guatemaltecos, ocurridas después de que fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza.
Bajo el lema “nuestro niños merecen vivir” la Red Migrante Guatemalteca en California convocó a través de sus redes sociales a una vigilia que se llevará a cabo el próximo sábado de 19 a 21 horas en la Plaza Maya, donde exigirán un mejor trato a los menores migrantes y que estos no sean detenidos en cárceles como si se tratara de delincuentes.
“Todo mundo está invitado no importa de qué país o raza sean, especialmente a madres y padres de familia. Va a haber un espacio para que dirijan un mensaje”, expuso Walter Batres, presidente de la organización.
“Quebraremos una piñata porque es el símbolo de la niñez de nuestros países”, añadió el líder migrante, quien criticó la pasividad de la respuesta que ha mostrado el Gobierno y la nula acción del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua) que no ha sido capaz de visitar, a través de los consulados, los centros de detención para conocer cómo son tratados los menores.
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