Esta sesión fue convocada ante la gran controversia generada por la política de “tolerancia cero” implementada el pasado mes de abril por la Administración del presidente Donald Trump con el objetivo disuadir a los migrantes de entrar en el país y que ha llevado a las autoridades a separar a dos mil 575 niños de sus padres.
“No hace falta ser médico para darse cuenta de que un niño separado de sus padres se enfrenta a daños psicológicos y emocionales a largo plazo, pero ahora sabemos que el trauma generado por esta situación de estrés puede duplicar el riesgo de tener asma, enfermedades autoinmunes e, incluso, cáncer”, informó la facultativa.
Por este motivo, indicó Burke Harris, estos niños podrían ver reducida su esperanza de vida en “varias décadas”.
Durante la audiencia, el senador demócrata por Oregón Jeff Merkely expresó su malestar por lo que consideró “una política moralmente insolvente” que no representa los valores de una nación de inmigrantes, y criticó que el presidente Donald Trump no haya asumido aún la responsabilidad de una decisión calificada por muchos de “inhumana”.
“La ciencia nos dice que cada día que un niño se ve separado de sus padres, pone en riesgo su salud (…). Nosotros, los estadounidenses, estamos poniendo en riesgo sus vidas y tendremos que vivir con ello”, concluyó Burke Harris.
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