Dos de los tres centros de detención tienen casos confirmados del virus y podrían convertirse en importantes epicentros de contagio, dijo la juez de distrito Dolly Gee en su decisión, anunciada el viernes.
Los centros de detención familiar están “en llamas y ya no hay tiempo para medias tintas”, escribió Gee.
Los 124 menores detenidos en esos centros deben ser o entregados a sus padres o puestos en familias de acogida con la aprobación de los padres de ahora al 17 de julio.
Tras el lanzamiento en 2018 de la política de “tolerancia cero” hacia la inmigración ilegal del presidente Donald Trump, miles de niños fueron separados de sus padres en la frontera, una medida aparentemente destinada a disuadir a los eventuales migrantes de cruzar la frontera con México. El Gobierno dio luego marcha atrás.
La semana pasada, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la decisión de Trump que buscaba eliminar un programa que protege de la deportación a unas 700 mil personas que llegaron a Estados Unidos de manera ilegal junto a sus padres, cuando eran niños.
Según la cadena televisiva CNN, existen más de dos mil 500 casos de covid-19 en el conjunto de centros de detención de los servicios migratorios.
Piden no separar a familias
Luego de la orden de liberación de menores, activistas y legisladores demócratas exigieron este sábado al Gobierno que libere también a los padres de los menores que deberán salir de los centros de detención para familias.
El grupo Raíces, que defiende a familias inmigrantes, señaló que no es una “buena noticia” que la jueza no haya podido ordenar a ICE la liberación de los menores junto a sus padres.
Sin embargo, dejó en claro que ICE tiene la “discreción” de poner en libertad a padres e hijos al mismo tiempo, aunque Raíces recordó que el “historial y falta de voluntad” de la agencia federal en el pasado apuntan en sentido contrario.
“La pelota está ahora en la cancha de ICE, lo que significa que en realidad está en todos los nuestros para liberar a las familias juntas”, dijo para animar a la comunidad a llamar al Congreso para pedirles que presionen a la agencia.
Alida García, vicepresidenta de FWD.us, grupo creado por líderes tecnológicos partidarios de una reforma migratoria, instó a llamar a los representantes en Washington para que exijan a la agencia a liberar a las “familias antes de que sea demasiado tarde”, pues, en su opinión, esa liberación solo sucederá si la gente “hace ruido”.
Este fallo es consecuencia de una batalla legal emprendida por organizaciones proinmigrantes con el fin de que el Gobierno deje en libertad durante la pandemia a todas las personas detenidas en centros de inmigrantes.
Al menos 11 detenidos en el centro para familias de Karnes City, Texas, y cuatro empleados en el de Dilley, Texas, han dado positivo para covid-19.
Otro grupo de activistas que abogan por los derechos de las familias inmigrantes, Families Belong Together, aseguró que no descansará hasta que “todos los niños estén seguros”.
Como destacan del fallo de la jueza, las residencias para familias detenidas “están en llamas” por los contagios de covid-19 y no hay “tiempo para medias tintas”.
Recordó que el mes pasado el ICE retomó una nueva “separación familiar” al poner a los padres ante la difícil elección de permanecer indefinidamente en detención con sus hijos durante la pandemia o separar a las familias al liberar a los niños solos y mantener a los padres encerrados.
La presidenta del grupo Kids in Need of Defense (KIND), Wendy Young, expresó que liberar “nunca ha sido tan importante” y que ICE debe cumplir “de inmediato” con la orden de la jueza y pidió que libere a los niños con sus padres para que puedan permanecer juntos mientras persiguen sus reclamos de protección en un “lugar seguro y saludable”.
El fallo de la jueza Gee, que critica enérgicamente al gobierno de Trump por su actuación en este caso, afecta a 124 niños detenidos en tres centros: uno en Pennsylvania y dos en Texas.
El coronavirus ha afectado a un gran número de detenidos de ICE y los últimos informes muestran que más de dos mil 500 personas recluidas en centros de detención de esta agencia han dado positivo para covid-19.
Las peticiones de acción por parte de estos grupos tendrán buena acogida por un buen número de congresistas demócratas, como la senadora Kamala Harris, quien instó al Gobierno a “liberar a los niños y reunirlos “con sus familias de inmediato”.
Para la representante Verónica Escobar se trata de una detención “dañina, traumática”, por lo que debe acabar cuanto antes.
Otras compañeras de partido en la Cámara Baja, Lucille Roybal-Allard y Debbie Mucarsel-Powell, señalaron la “crueldad” del Gobierno Trump por tener detenidos a los niños en plena pandemia en su intento de mantenerlos de esta forma durante un tiempo indefinido para intentar desalentar la inmigración al país.