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Coronavirus: la historia de la familia atrapada en Guatemala y regresó a Nueva Zelanda en un vuelo de rescate

Piedad C. Barillas-Bird visitó su país de origen, Guatemala, junto a su esposo Brendan y su hija Allelvia, sin imaginar que se quedarían atrapados por la emergencia del nuevo coronavirus.

Piedad Barillas-Bird (segunda de izquierda a derecha) junto a su familia. (Foto Prensa Libre: Newshub)

Piedad Barillas-Bird (segunda de izquierda a derecha) junto a su familia. (Foto Prensa Libre: Newshub)

La mujer, acupunturista de profesión, viajó a Guatemala para asistir a la boda de su hermana, pero a los pocos días de haber llegado el gobierno guatemalteco decretó cuarentena para evitar más contagios de covid-19, por lo que Piedad y su familia ya no pudieron volver al país donde residen.

La mujer, acupunturista de profesión, viajó a Guatemala para asistir a la boda de su hermana, pero a los pocos días de haber llegado el gobierno guatemalteco decretó cuarentena para evitar más contagios de covid-19, por lo que Piedad y su familia ya no pudieron volver al país donde residen.

“Dio la casualidad de que el primer caso covid-19 de Guatemala fue rastreado hasta un vuelo en particular que tenía a tres de mis hermanas invitadas a la boda”, dijo Pie al medio neozelandés Newshub desde su ubicación de cuarentena.

“Mental y emocionalmente es una necesidad. Guatemala es mi país de sangre, pero Nueva Zelanda es mi país del corazón”, dijo. Pie ha sido residente permanente de Nueva Zelanda por más de diez años.

Cuatro semanas después de haber llegado a Guatemala, Pie y su familia lograron obtener asientos a bordo de un vuelo charter para ciudadanos de los Estados Unidos y su familia. Fue el último vuelo planeado fuera de Guatemala.

“Estábamos en el aeropuerto esperando para abordar y nos llamaron. Todo estuvo bien, nos dieron la bienvenida y nos dijeron que pasáramos”, dijo.

“Entonces los funcionarios dijeron, ‘no, no, no, espera, tienen pasaportes de Nueva Zelanda'”, continuó relatando.

(Foto Prensa Libre: Newshub).

A pesar de ser ciudadana estadounidense y de haberle dicho previamente que se le permitiría el vuelo, Pie y su familia fueron rechazados y el avión se fue sin ellos. “Se me rompió el corazón. Ese fue probablemente el peor sentimiento”, expresó.

Pie tomó acciones y envió correos electrónicos a aerolíneas, parlamentarios, alcaldes y embajadas en Guatemala, Estados Unidos y Nueva Zelanda.

Su llamado llegó a un empleado de la aerolínea United Airlines en Chicago llamado Jonathan Guerin, quien sabía de las conversaciones entre funcionarios del gobierno de Estados Unidos y Guatemala para un vuelo de repatriación operado por United desde Guatemala.

“Rápidamente le envié un correo electrónico a Pie informándole que los boletos para los vuelos estaban a punto de estar disponibles y unos minutos más tarde ella me respondió que tenía los boletos”, dijo Guerin.

(Foto Prensa Libre: Newshub).

“Jonathan arregló que un agente en Guatemala nos encontrara en el aeropuerto para asegurarnos de que subiéramos al avión”, contó Pie.

La familia voló por primera vez a Houston, donde fueron recibidos por una fiesta de bienvenida con carteles y globos. La bienvenida que tuvieron al llegar a LAX fue aún mayor y hizo llorar a Pie.

“Muchas gracias. Ustedes fueron los únicos que nos llevaron a volar. Nadie nos haría volar”, dijo a los miembros de la tripulación del United.

Luego viajaron a Nueva Zelanda. Pie, Brendan y Allelvia están ahora en cuarentena en Auckland hasta que se les autorice a viajar a Kaikoura, su lugar de residencia.

“No estamos en casa, pero estamos mucho más cerca y se siente increíble”, manifestó la mujer de origen guatemalteco.

(Foto Prensa Libre: Newshub).

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